Crítica al plan contra las pseudociencias del Gobierno de España
En los últimos meses se ha hablado mucho sobre terapias complementarias, medicina natural y tradicional en España, a raíz de una propuesta sobre regular las terapias complementarias en Sanidad Pública. No se ponen de acuerdo sanitarios, políticos y población general o usuarios del sistema sanitario.
El tema se ha puesto de moda y se ha vuelto muy mediático. Unos arremeten contra otros, sobre todo por la red, y los tuits se van escalando hasta un punto en que se dicen verdaderas barbaridades. Y como muestra, lo que ha dicho hoy el ministro Duque por la televisión: "el vudú se puede explicar, pero no cura", dando a entender que cualquier terapia complementaria no es más que una superstición o un credo. Me gustaría compartir contigo mis reflexiones al respecto.
¿Cuál es el debate sobre las pseudociencias?
Primero, me gustaría recordar el motivo de esta propuesta: la regulación de terapias complementarias dentro del ámbito sanitario. Por ende, se entiende que una persona sin formación sanitaria no puede ejercer una profesión sanitaria, y que si estas terapias se regulan, se harán dentro de los protocolos y por lo tanto de la supervisión del facultativo.
De ahí podría salir un debate muy interesante y enriquecedor, sobre qué terapias sí y cuáles no, basadas en diferentes criterios. Pero, al menos para mí, lo interesante y fundamental es que estas terapias no se hagan de forma descontrolada, sin conocimiento del equipo médico o fuera de los centros sanitarios, que es el verdadero peligro, en muchos casos.
Regulación de las terapias complementarias en Sanidad Pública
En mi opinión, para regular las terapias complementarias no solamente se deberían usar criterios científicos, es decir, si hay más o menos evidencia que respalde una terapia (porque ya sabemos que no todo se investiga, y más con terapias de bajo coste, que no tienen patrocinadores detrás). Hay otros criterios, como el criterio profesional, basado en la experiencia clínica, que también se pueden considerar.
Es decir, no hay un sólo criterio: el científico. Yo creo que el tratamiento de una enfermedad es más profundo. No basta con estudiar la fisiopatología, sino también la parte psicosocial, emocional, espiritual, laboral,... de la persona afectada. Basar los tratamientos sólo en el ámbito biológico, desde mi perspectiva, se queda corto.
Debate contra las pseudociencias ha derivado en...
Creo que vivimos en unos tiempos de muy poca reflexión y autoconocimiento. Una propuesta tan interesante y, en mi opinión, potencialmente beneficiosa para el sistema sanitario, ha derivado en discusiones que nada tienen que ver con la propuesta inicial. Y algunas de ellas preocupantes, que por ello las quiero compartir.
Se están diciendo cosas como, por ejemplo, que nadie con bata blanca recomiende "nada que no esté dentro del sistema sanitario español". ¡Como si todo lo que no está cubierto por la sanidad pública actualmente fuese inútil!
También se ha atacado mucho la medicina tradicional. Por ejemplo, dicen que la Medicina Tradicional China (MTC) no tiene evidencia científica. La planta Artemisia annua la usaba la MTC y actualmente la OMS la reconoce como tratamiento por la malaria. La berberina es un extracto vegetal igual igual de efectivo que las estatinas, del cual existen decenas de estudios clínicos (en personas), y este componente se descubrió porque la MTC utilizaba plantas con berberina. La primera estatina se aisló de la levadura de arroz roja, que también es invento de la MTC. La acupuntura cuenta con meta-análisis (mayor grado de evidencia científica) que la avalan para algunos tratamientos (¡y hay más de 20.000 estudios sobre el tema!). Y también el yoga y la meditación, por ejemplo. Algo de evidencia todo eso sí que tiene, ¿eh?
Y alguien dirá: "bah, yo de agujas paso”. Fenomenal, por ejemplo yo tampoco uso acupuntura. Pero no va de lo que "yo quiera". El problema es que se están dando unos criterios muy arbitrarios en nombre de la ciencia, que no son científicos, para determinar qué es "pseudoterapia" y qué no lo es. De hecho, lo que se está haciendo es construir una opinión pública en contra de todo lo natural, y en contra de todas las terapias complementarias en general, que puede estar produciendo un efecto muy nocivo, sobre todo para las personas más vulnerables.
Cómo se manipula la opinión pública en contra de las terapias complementarias
Ridiculizar es la manera más fácil de manipular. Y de eso, los medios saben mucho. Por un lado, los telediarios ponen un gurú intentando curar la rodilla de alguien con telepatía cuando hablan de terapias complementarias, pero en el fondo, lo que está sobre la mesa es la posible regulación de otras terapias interesantes. En lugar de hablar en profundidad del tema, la noticia deriva en reportajes sobre estafas a enfermos. Entre todo este escándalo, ¿qué médico se atreve a salir a defender su experiencia, poniendo en riesgo su reputación?
Otro ejemplo: el titular de “beneficios de beber agua de mar” puede parecer ridículo. ¿Alguien se molesta en buscar qué hay de cierto sobre el tema? ¡Sólo en PubMed hay casi 300 resultados que hablan del tema! ¿Todos están equivocados?
En definitiva, lo que “a uno le parezca” no es para hacer una ley. Nos están diciendo que quieren censurar cultura ancestral, el uso tradicional de las plantas, y algunas personas dan likes como si fuesen jueces de la humanidad.
¿El negocio de las pseudociencias?
Y no entraré en el tema de “es que el herbolario es un negocio”. Sólo hay que entrar en una consulta médica y mirar la de propaganda que muchas veces se puede encontrar. O ver cómo las farmacias tienen 30 paracetamoles (sabor lima-limón, fresa,…), multivitamínicos, cosmética, o champús con “de-todo” a precios astronómicos y sin evidencia detrás. O aún peor, con evidencia científica de que tomar multivitamínicos no es aconsejable.
Otras políticas de salud pública
Si tan preocupados por la salud de las personas, ¿por qué no prohíben anunciar medicamentos por la tv, con lo peligrosa que es la automedicación? O por qué no se prohíbe el alcohol, el tabaco y la comida basura? ¿Unos sí y unos no? Debido a esta falta de regulación de la promoción de los fármacos, hay gente que piensa que cuantos más medicamentos tome, más sana estará. O gente que piensa que necesita tomar medicamentos, en lugar de curar la causa de una enfermedad (¿cuántas chicas usan habitualmente antiinflamatorios para el dolor menstrual y se considera "normal"?).
Por ejemplo, si realmente quisieran mejorar la salud de la población y la calidad del sistema sanitario, incluirían dietistas-nutricionistas en la sanidad pública española. En lugar de esto, los hospitales tienen un servicio de cáterin muchas veces vergonzoso, con panga, fritos, madalenas para diabéticos, desayunos llenos de bollería, etc.
Regulación de las terapias alternativas
En mi opinión, lo mejor sería incluir la dietética, las plantas medicinales, el ejercicio y otras terapias complementarias en los ambulatorios: sería seguro, económico y además se evitarían estafas. No todo el mundo tiene la misma sensibilidad, una persona puede querer ser tratada de una manera, y otra, de forma diferente. Todo el mundo tiene derecho a ser tratado como quiera, e informado consecuentemente. Hacerlo de forma clandestina sí que es peligroso.
Evidentemente, se tiene que poner unos límites, unos matices: ni todos los fármacos, ni todas las plantas, ni todas las terapias, ni en todos los casos. Según criterio profesional. Ahí está el debate interesante.
Sólo quería compartir mis puntos de vista sobre el tema. La sensación de superficialidad que me transmite todo lo que leo. Una duda más, que me ha surgido estos días, ¿realmente se puede debatir hoy en día, ante tantos jueces tuiteando / censurando / linchando continuamente?
Un saludo amigos de Botanical-online,
Apreciado lector,
Muchas gracias por enviarnos esta interesante carta de opinión. Le informamos que lo publicaremos en el foro de la web, de forma anónima, para que pueda llegar a más usuarios.
Un afectuoso saludo,