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¿Por qué algunas plantas tóxicas para el sistema nervioso?
Algunos componentes de las plantas tóxicas contienen principios que pueden afectar al sistema nervioso.
La planta del tabaco (Nicotiana tabacum) es muy tóxica |
Estos actúan principalmente paralizando la transmisión de los estímulos nerviosos por lo que pueden incidir en el funcionamiento de ciertas partes del organismo que necesitan de estos estímulos para actuar adecuadamente.
Cabe mencionar que, a diferencia de la creencia popular, el sistema neurológico se extiende mucho más allá del cerebro, e incluye todas las terminaciones nerviosas que conectan el cerebro con los músculos, los órganos y todo nuestro cuerpo. Teniendo esto en cuenta, podemos entender cómo de peligroso sería un tóxico si dañase, por ejemplo, el nervio de músculo cardíaco, paralizando el corazón.
Los resultados de ingerir estas plantas neurotóxicas pueden ser muy variados: temblores, debilidad muscular, sudor excesivo, somnolencia, dolor de cabeza, confusión mental, tics, alucinaciones, arritmias, zumbidos en los oídos, dificultad respiratoria, convulsiones, disminución del pulso, e incluso muerte, generalmente por asfixia o para cardíaco.
Así, por ejemplo, la ingestión de infusiones de planta del tabaco puede llegar a producir la muerte por parálisis de los músculos respiratorios fruto del alcaloide nicotina.
Plantas tóxicas para la mente
La planta de la marihuana (Cannabis sativa) se considera una droga que altera el estado de la mente |
Hasta ahora solamente habíamos hablado de plantas tóxicas para el cuerpo, pero también tenemos plantas capaces de alterar la mente, y, al mismo tiempo, la mayoría también son capaces de alterar el cuerpo.
Dentro de este apartado, entrarían lo que comúnmente se conocen como drogas. Aquí tendríamos la mayoría de los alcaloides y especialmente las opiáceos, como el opio, las cannabáceas como la marihuana, y otras como la coca o el peyote.
¿Qué es una droga?
Se conoce como droga a aquella substancia que actúa sobre el sistema nervioso central y produce una serie de cambios de carácter físico o psíquico, o una percepción diferente de la realidad.
Plantas venenosas para alterar la mente
Un veneno no tiene porque matar para ser considerado como tal. Hay ciertas drogas que alteran el estado de la conciencia . El hombre las ha venido utilizando habitualmente bien en busca de un mundo diferente del real, para buscar sensaciones placenteras nuevas.
Estas mismas sustancias por su naturaleza adictiva crean unas dependencias que obligan a ingerir cantidades cada vez mayores, lo que repercute en el estado de salud del consumidor, motivo principal, entre otros menos médicos, han sido consideradas como venenos.
Dentro de este grupo de drogas tendríamos algunas tan conocidas como el opio que se extrae de la adormidera (Papaver Somniferum) o la heroína, extraída por síntesis a partir de la morfina, un derivado del opio.
Plantas venenosas para realizar conjuros o ceremonias mágicas
Otras veces las drogas se han utilizado para crear una unión entre el usuario y la magia o divinidad, una manera de romper con la realidad y establecer una unión con otra realidad más mística. En la Edad Media la ingestión de belladona (Atropa bella-dona) proporcionaba el «viaje» hacia un mundo misterioso de espíritus o brujas.
El peyote es un alcaloide con propiedades alucinógenas
En pleno siglo XXI la mezcalina del peyote (Lophophora williamsii) permite a los devotos de Iglesia Americana Nativa, romper con la materia y la racionalidad para elevar la conciencia a un estado de unión con la divinidad.
Desde otro punto de vista, también se contempla como una manera de conseguir la curación de las enfermedades, como la medicina que puede reunir al hombre con el espíritu maligno que produjo la enfermedad.
La confluencia de estas dos ideas – religión y medicina mágica – ha llevado a la rápida expansión de este culto, que cuenta con más de 400.000 miembros.
Plantas venenosas para manipular la mente de los demás
La inmersión del individuo en este mundo de alucinaciones, sueños y fantasías no ha sido siempre un acto voluntario.
A veces se han utilizado los poderes alucinógenos de ciertas substancias para forzosamente manipular, dominar o extraer los pensamientos de otras personas.
La escopolamina, un alcaloide obtenido de una planta de la familia de las solanáceas, el beleño (Hyoscyamus niger) puede cambiar la conducta de alguien sin su consentimiento, o llevarlo a un mundo de fantasías y vuelos mágicos. Por eso, esta droga formaba parte del mundo mágico medieval, pero también ha formado parte del mundo de la criminalidad y la tortura política.
Más información sobre plantas tóxicas.
26 marzo, 2024