Contenidos
- 1 Cúrcuma en el tratamiento natural de enfermedades hepáticas, hígado graso, cirrosis y hepatitis
- 1.1 ¿Qué es la cúrcuma y para qué se utiliza?
- 1.2 Cúrcuma hepatoprotectora
- 1.3 Funciones de la cúrcuma para el hígado
- 1.4 Cúrcuma para la prevención de piedras en la vesícula
- 1.5 ¿En qué casos puede ser adecuado tomar cúrcuma?
- 1.6 ¿Cómo se debe tomar la cúrcuma para curar el hígado?
- 1.7 ¿De qué acompañar los tratamientos con cúrcuma?
- 1.8 Cúrcuma para ayudar al hígado a depurar medicamentos
Cúrcuma en el tratamiento natural de enfermedades hepáticas, hígado graso, cirrosis y hepatitis
¿Qué es la cúrcuma y para qué se utiliza?
La cúrcuma (Curcuma longa) es una planta medicinal utilizada desde la antigüedad para tratar las dolencias del hígado, dado que es un potente antiinflamatorio y protector hepático. Los principios activos de responsables de estos efectos son los curcuminoides.
Cúrcuma hepatoprotectora
La cúrcuma es un potente protector del hígado, que se ha empleado como remedio tradicional para muchas afectaciones de este órgano desde hace siglos en la medicina asiática. Este efecto es debido a sus componentes hepatoprotectores y a las propiedades antioxidantes intrínsecas y extrínsecas de esta especia.
En estudios sobre animales, el extracto de cúrcuma (curcumina) ha demostrado disminuir las lesiones hepáticas inducidas por etanol, tioacetamida, sobredosis de hierro, colestasis y intoxicación aguda, subcrónica y crónica de compuestos organoclorados como el tetracloruro de carbono. Además, ha mostrado cierta capacidad para revertir parcialmente la cirrosis inducida por la administración de tetracloruro de carbono.
Funciones de la cúrcuma para el hígado
Entre sus funciones y vías de actuación, los estudios científicos han demostrado que la cúrcuma:
- Regenera las células hepáticas: En estudios tanto in vitro como in vivo, la cúrcuma ha demostrado propiedades hepatoprotectoras al estimular los procesos metabólicos que preceden la creación de nuevas células hepáticas (estimula la síntesis de ADN o material genético de estas células).
- Estimula los procesos de desintoxicación hepática mediante los cuales el organismo puede eliminar los tóxicos. La cúrcuma es antioxidante y ayuda a luchar contra radicales libres. Además, aumenta los niveles de antioxidantes naturales del organismo como el glutatión en las células hepáticas, con potentes propiedades antioxidantes y desintoxicantes en el hígado. El glutatión un potente antioxidante que utiliza el hígado para eliminar y neutralizar los tóxicos.
- Disminuye la inflamación y mejora la condición del síndrome metabólico (colesterol malo alto, triglicéridos altos, problemas cardiovasculares)
- Protege contra el daño producido por la radiación y la toxicidad de los metales pesados
- Mejora la digestión de las grasas (ayuda al hígado en sus propiedades digestivas)
Cúrcuma para la prevención de piedras en la vesícula
Numerosos estudios científicos han observado la capacidad de la cúrcuma como tónico biliar y protectora hepática. Algunos apuntan que la curcumina podría tener acción colecistocinética, o que ayuda a eliminar las piedras de la vesícula biliar, y además tiene un efecto antiinflamatorio.
Beneficios de la cúrcuma para las enfermedades del hígado. Es una planta muy recomendable para todo tipo de dolencias relacionadas con la obesidad, diabetes, colesterol alto, hepatitis, hígado graso, etc.
¿En qué casos puede ser adecuado tomar cúrcuma?
Es muy aconsejable tomar suplementos de cúrcuma ricos en curcuminoides en caso de:
- En cualquier afectación en la que pueda aparecer un hígado congestionado, como colesterol alto, colesterol bueno bajo, transaminasas altas, obesidad, diabetes y azúcar alto.
- Cirrosis
- Hígado graso
- Insficiencia hepática
- Hepatitis
¿Cómo se debe tomar la cúrcuma para curar el hígado?
La cúrcuma es una especia y por lo tanto puede inlcuirse siempre en la dieta. Sin embargo, para obtener los efectos terpéuticos de esta planta, es más adecuado tomarla en forma de extracto, en un formato muy rico en curcuminoides. (Suplementos que permitan una dosificación de mínimo 250mg de curcuminoides por dosis diaria).
Otros expertos, sin embargo, consideran que los extractos puros de cúrcuma no tienen una absorción suficientemente óptima, por lo que recomiendan acompañar cualquier tratamiento con infusiones de cúrcuma con una pizca de pimienta negra para aumentar su absorción (por ejemplo léase la receta de leche dorada de cúrcuma).
Desafortunadamente, el número de estudios clínicos que evalúan la eficacia de la curcumina sobre el tratamiento de las enfermedades hepáticas aún es muy bajo y es difícil extraer recomendaciones más específicas. Por este motivo se recomienda consultar con su médico.
¿De qué acompañar los tratamientos con cúrcuma?
En todo caso se recomienda valorar, junto con el médico especialista, la posibilidad de incluir esta planta en los tratamientos para el hígado, ya que incluso en casos graves, cabe esperar una posible mejoría.
Una dieta inadecuada, con grasas malas, exceso de harinas y azúcares, el sedentarismo y el estrés, son inflamatorios y bloquean el efecto beneficioso de la cúrcuma. Para evitar el empeoramiento de estas enfermedades se recomienda, además, evitar el alcohol, estrés, comidas muy grasientas o con azúcares refinados, las grasas perjudiciales y la ingestión de alimentos con muchas aflatoxinas.
Cúrcuma para ayudar al hígado a depurar medicamentos
La cúrcuma también actúa mediante la inducción de la apoptosis (muerte natural) de las células cancerígenas, sin producir efectos tóxicos. Otros factores encaminados a prevenir el cáncer tienen relación con su capacidad antiinflamatoria. La cúrcuma ha mostrado efectos preventivos en la medicación por quimioterapia. En concreto, podría ayudar a corregir el daño al corazón y riñones causado por doxorubicina. Por este motivo, cúrcuma también se utiliza como coadyuvante en el tratamiento del cáncer.
Más información sobre contraindicaciones de la cúrcuma.
9 mayo, 2022