Contenidos
- 1 Simbolismo del acanto, Acanthus mollis L.
- 1.1 ¿Qué es el acanto?
- 1.2 ¿Qué significa el nombre «acanto»?
- 1.3 Acanto en la arquitectura, arte, bellas artes y heráldica
- 1.4 Ejemplos de esculturas y estructuras con acanto de decoración
- 1.5 Simbolismo del acanto
- 1.6 Leyenda del Acanto y la inmortalidad
- 1.7 Acanto en los capiteles corintios
- 1.8 Acanto en la arquitectura
- 1.9 Otros usos del acanto
Simbolismo del acanto, Acanthus mollis L.
¿Qué es el acanto?
El acanto (Acanthus mollis L.) es una preciosa planta ornamental, muy utilizada en la decoración arquitectónica, por su gran tamaño, su apariencia robusta, el porte elegante y voluminoso del conjunto de sus hojas y sus flores, vistosas y originales.
¿Qué significa el nombre «acanto»?
El nombre latín de la planta es Acanthus mollis. En griego, akanta-es-e significa planta espinosa, espino. Del latín se toma la palabra mollis-e, que es una palabra que significa flexible, suave, blando, tierno. Así pues, tenemos una «planta con espinas suaves y blandas» que no nos daña ni nos va a pinchar.
Acanto también era una antigua ciudad marítima de la antigua Grecia (actualmente Ierissos) situada en la costa este, al inicio de la península Calcídica, de camino hacia el monte Athos. Su época de esplendor terminó unos 400 años A.C. No consta ninguna referencia de esta ciudad como origen de la denominación de la planta, pero no deja de ser una curiosidad.
Acanto en la arquitectura, arte, bellas artes y heráldica
Sin duda, quizá sea el acanto la planta más utilizada y reproducida en las diferentes disciplinas artísticas. Acanto es un término técnico que figura en los diccionarios de Arquitectura civil, bellas artes, diseño y heráldica. Ello nos indica ya que es un elemento que forma parte de todas estas disciplinas.
Representación del akroterion o acroterion del Partenon de Atenas (Grecia) en un museo. Muchas representaciones vegetales del Partenon, como el acroterion o la decoración de las columnas, estaban inspiradas en el acanto.
Ejemplos de esculturas y estructuras con acanto de decoración
Sería imposible enumerar todos y cada uno de los ejemplos artísticos donde el acanto es un elemento protagonista. Ello llevaría escribir miles de páginas. Solo enumeramos aquí algunas pequeñas muestras:
- Columnas de monumentos de la antigua Grecia
- Monumentos, mosaicos y conjuntos escultóricos de la cultura romana
- Iglesias, ermitas y catedrales románicas y góticas.
- Mezquitas y palacios de la cultura islámica.
- Monumentos funerarios, azulejos, forjados, … en todas partes del mundo, que han imitado a las construcciones de la Grecia clásica
Simbolismo del acanto
En la antigua Grecia, el acanto tenía un sentido de inmortalidad y de refrigerio. Este último, seguramente vendría dado por la sensación de frescor que proporciona la misma visión y presencia de la planta: Refrescante y a su vez, relajante. Si nos paramos a contemplarla lo podremos experimentar fácilmente.
Leyenda del Acanto y la inmortalidad
La fama de inmortalidad del acanto le viene dado por una antigua leyenda que se hizo muy famosa para justificar el origen de los capiteles corintios:
«En la muerte de una joven doncella, su cuidadora le puso encima de la tumba un cestito o canastilla, con sus joyas y objetos personales preferidos, y lo cubrió con una especie de losa o teja para que nadie lo descubriera y pudiera robarlo. Al año siguiente, alguien pasó por allí y vio que la teja se levantaba por la fuerza de un acanto que crecía justo debajo mismo del cesto, con tal fuerza que las hojas se habían repartido en círculo, intentando sortear el obstáculo de la losa y abrazando la canastilla en su proceso de crecimiento».
Podemos imaginar fácilmente la imagen de un cesto rodeado de hojas de acanto, que luego se trasladó a todos los capiteles. Este hecho se asoció con la inmortalidad de esta planta y en algunos capiteles incluso podemos ver representaciones arquitectónicas del acanto, dentro de una cesta.
Acanto en los capiteles corintios
El apogeo de los capiteles corintios decorados con hojas de acanto, se sitúa en el siglo V a.C. y su invención se atribuye, según la leyenda, a Calímaco, que, a su vez, copiaría la costumbre egipcia de decorar con plantas autóctonas (nenúfares o papiro) la parte superior o tambor de las columnas.
El acanto se convirtió en símbolo de los capiteles corintios que marcaron el final de la época helenística. Se dice que era tal la fama del acanto, que las mujeres lo llevaban bordado en sus ropas.
Acanto real (en primavera) y en dibujo.
Ilustración, cómo se representa la hoja de la planta en ornamentación arquitectónica.
Acanto en la arquitectura
La estética y el diseño de la hoja del acanto ha sido plagiado por numerosos arquitectos, de la antigua Grecia -donde nos quedan numerosos testimonios-, después pasó a los romanos, que no sólo lo emplearon en arquitectura, sino en molduras, vasos, etc.
Los especialistas en arte apuntan que existe una leve pero importante diferencia entre los acantos del arte griego, largos y estilizados, y los del arte romano, más bajos y anchos.
El destino quiso que todos los territorios del Imperio griego fueran ocupados por la cultura islámica, la cual acabó aceptando o integrando este tipo de ornamentación. Por ello, el acanto, forma parte también de las representaciones del arte visual islámico y cuenta con numerosos ejemplos.
Sin duda, quizá sea el acanto la planta más utilizada y reproducida en las diferentes disciplinas artísticas. Es una palabra que figura como término técnico en los diccionarios de Arquitectura civil, bellas artes, diseño y heráldica.
Ilustración decoración con las hojas de la planta.
Otros usos del acanto
No existe una gran tradición del acanto como planta medicinal. Tampoco se la considera una planta comestible. Su uso ha sido siempre, básicamente, ornamental y decorativo. El escritor griego Luciano, en su tratado El Luto, escribía que a los enfermos graves se les colgaban ramos de laurel y acanto en la puerta, para ahuyentar el mal.
* Más información: Propiedades medicinales del acanto
Más información sobre el acanto.
8 abril, 2021