Imágenes de viento
CÓMO FOTOGRAFIAR EL VIENTO
El viento es otro fenómeno habitual durante el otoño. El viento no se ve pero produce una serie de efectos sobre los objetos, el paisaje y las personas que pueden ser captados por el fotógrafo. Es importante utilizar una velocidad de obturación rápida para captar el movimiento producido en el entorno por el viento.
En la ciudad, un grupo de personas azotadas por el viento, puede dar detalles muy dinámicos. La colada tendida sobre una terraza captada en el momento que se eleva hacia el cielo con un fondo adecuado, un primer plano de la cabellera de una mujer, una persona montada en bicicleta luchando en contra del viento, etc son simples motivos que pueden servir de excusa para captar el ambiente ventoso de otoño.
En el campo puede captarse el viento a través de sus efectos en la vegetación: unos árboles doblándose hacia un lado. Una casa de campo, con el humo de la chimenea decantándose hacia un lado, un sembrado de trigo meciéndose continuamente.
Sea en el campo o la ciudad, es importante captar el momento en que el objeto alcanza su máximo desplazamiento para captar los efectos del viento. Para conseguir la máxima expresión, es mejor tomar las fotos con una velocidad de obturación rápida y hacerlo por la mañana o por la tarde, cuando la luz va rasante y crea un mayor contraste que define mejor el movimiento.
No siempre seguir las pautas clásicas es lo más conveniente. En la fotografía de viento se puede utilizar intencionadamente una velocidad de obturación lenta para desdibujar la figura principal, creando movimiento y enfocar perfectamente el fondo. Para ello nos situaremos en un lugar adecuado y fijaremos la cámara sobre un trípode.
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3 julio, 2019