Contenidos
- 1 Cómo evitar la acumulación de toxinas en el organismo
- 1.1 Aflatoxinas y tóxicos formados en las semillas
- 1.2 Alimentos mal conservados: pueden generar intoxicaciones
- 1.3 Pesticidas en los alimentos vegetales
- 1.4 La buena manipulación de los alimentos en casa puede evitar toxinas
- 1.5 Cómo evitar intoxicaciones alimentarias
- 1.6 ¿De dónde proceden las toxinas del organismo?
- 1.7 Alimentos que contienen toxinas o nos intoxican
- 1.8 Comer en exceso puede generar toxinas
Cómo evitar la acumulación de toxinas en el organismo
Aflatoxinas y tóxicos formados en las semillas
El proceso de almacenaje es también responsable de numerosas contaminaciones. A veces los alimentos se almacenan en recipientes que no se han saneado lo suficiente por lo que los restos acumulados original el desarrollo de microorganismos responsables de numerosas enfermedades, como los hongos toxigénicos que producen micotoxinas.
Para prevenir la formación de micotoxinas se deben conservar adecuadamente las semillas |
Esto puede afectar tanto a los alimentos vegetales, como a los de origen animal. Por ejemplo, es bien conocido el hecho de que los frutos secos y las frutas deshidratadas, almacenadas en condiciones de calor y humedad elevadas, pueden producir aflatoxinas con efectos cancerígenos.
Los cereales mal conservados pueden contener aflatoxinas, un tipo de micotoxinas que afectan a las células del hígado y las daña hasta poder producir cáncer.
Por este motivo, los organismos oficiales tratan de seguir los alimentos desde su origen hasta su consumo (importancia de la trazabilidad de un producto).
Alimentos mal conservados: pueden generar intoxicaciones
Además de las pautas anteriores, se pueden considerar que otras veces las toxinas proceden de la propia descomposición de los alimentos. Esto se produce tanto en los alimentos vegetales como animales, aunque estos últimos son más propensos a descomponerse antes.
Foto de verduras |
Por este motivo, en la mayoría de los casos es recomendable conservar los alimentos frescos en la nevera, exceptuando el caso de las frutas inmaduras, que podemos dejar unos días a temperatura ambiente.
Si el tiempo que transcurre entre obtener hasta ingerir un alimento es muy largo, esto puede suponer la aparición de toxinas, cuya cantidad aumenta cuando las condiciones de conservación o transporte no son las adecuadas.
Durante el transporte, los alimentos que requieren permanecer en la cadena del frío constantemente, especialmente los alimentos congelados, a veces se dejan fuera de esta cadena de manera que se pueden descomponer y producir toxinas. Cuando se descongela un producto en casa, se debe cocinar y consumir lo más pronto posible. La costumbre de recongelar los alimentos es responsable de que estos se puedan estropear.
Pesticidas en los alimentos vegetales
Los alimentos también se pueden contaminar en el proceso de el proceso de producción de los mismos Por ejemplo, los alimentos vegetales contienen muchos pesticidas y otros productos utilizados para combatir las plagas. Los animales son alimentados con piensos, los cuales, desafortunadamente, dejan mucho que desear.
La buena manipulación de los alimentos en casa puede evitar toxinas
La manipulación de los alimentos en casa puede acarrear nuevas fuentes de toxinas. Por ejemplo, la carne cruda puede contener microorganismos patógenos, como la salmonela. Cuando se corta un trozo de pollo crudo con un cuchillo, este cuchillo se puede contaminar con salmonella.
La cocción del pollo destruye la salmonela, pero, si con este mismo cuchillo se cortan las verduras sin lavarlo bien previamente, los microorganismos se pueden transmitir a las verduras que se ingieren crudas. De esta manera, se producen muchas intoxicaciones alimentarias, causantes de diarreas, dolor de estómago, etc.
Cómo evitar intoxicaciones alimentarias
No se deben guardar los alimentos (ni botellas de bebida) junto con productos tóxicos ni en el suelo. Muchas personas dejan botes de conserva debajo del fregadero, junto a los productos de limpieza. Algunas partículas de estos productos pueden caer sobre un bote. Cuando abrimos este bote, sin limpiarlo bien previamente, las partículas pueden se introducir con la comida.
Otro ejemplo sería guardar las botellas de plástico en el suelo: La lejía o detergentes que usamos para fregar pueden atravesar el plástico de una botella de agua y llegar a nuestro agua de beber.
Dejar una ensalada de pasta fuera de la nevera toda la noche y toda la mañana en verano, cuando la temperatura es más caliente, puede propiciar el crecimiento de bacterias y producir gastroenteritis (la «diarrea de verano»).
Más sencillamente, cuando llegamos a casa y nos ponemos a comer alguna cosa sin lavarnos previamente las manos, estamos arriesgándonos a introducir en nuestro organismo los contaminantes acumulados en nuestros dedos durante el día.
*Más información: Contaminación de los alimentos / Dieta depurativa para la eliminación de toxinas
¿De dónde proceden las toxinas del organismo?
La alimentación inadecuada, el sedentarismo y el estrés son los principales causantes de la acumulación de toxinas. Algunos alimentos pueden contener cierta cantidad de toxinas o residuos, que nuestro cuerpo necesita eliminar.
Alimentos que contienen toxinas o nos intoxican
Juntamente con cualquier plan depurativo, es necesario no intoxicarse, sobre todo con productos como el tabaco y el alcohol, que son muy tóxicos para el cuerpo.
Además de estos potentes tóxicos, se encuentran otros en los alimentos:
Todos los embutidos (incluso los ecológicos) contienen nitritos, unos conservantes que en el organismo se transforman en nitrosaminas cancerígenas. Además son muy ricos en sal y grasas, por lo que no conviene comer habitualmente estos alimentos. |
Destacan especialmente los alimentos de origen animal que acumulan muchas toxinas como consecuencia del propio metabolismo de los animales que los producen, la alimentación que ingieren, las enfermedades que contraen, los aditivos que se les añade, etc.
En ese sentido, podemos señalar las purinas que contiene la carne y el marisco, los hidrocarburos aromáticos que se forman durante la cocción de muchos de estos alimentos.
Resulta muy perjudicial el consumo de carne procesada, como los embutidos, salchichas, fiambres, beicon, hamburguesas y otros procesados.
Estos productos cárnicos contienen mucha sal añadida y nitritos, que en el cuerpo se transforman en nitrosaminas cancerígenas. En 2015 la OMS alertó sobre que el consumo habitual de estos alimentos aumentaba el riesgo de cáncer.
Comer en exceso puede generar toxinas
La cantidad también es importante para evitar la intoxicación del organismo. Si se comen demasiados alimentos ricos en proteínas (o suplementos deportivos con proteínas), se generan residuos que nuestros riñones deberán eliminar por la orina.
Los vegetales pueden contener sustancias como los oxalatos, que si se consumen en exceso, se pueden acumular en los riñones y pueden llegar a producirse piedras renales.
Más información sobre dietas depurativas.
26 noviembre, 2021