Dieta para el bebé con síndrome de Down

La lactancia materna ofrece ventajas en el desarrollo del niño y en la maduración de su sistema inmunitario. La lactancia materna se recomienda hasta al menos los 6 meses.

Debido a la hipotonía muscular, es posible que el bebé tenga dificultades para succionar, lo que puede provocar bajo peso.

El esfuerzo de succionar ejercita la musculatura facial, imprescindibles para el posterior desarrollo del lenguaje.

En la lactancia artificial esto se pueden utilizar tetinas especiales.

¿Cómo introducir los alimentos en un bebé con síndrome de Down?

Se seguirá la tabla de introducción de los alimentos pautada para cualquier bebé.

Dada la mayor incidencia de celiaquía o alergia al gluten entre las personas con síndrome de Down, algunos especialistas recomiendan introducir los cereales con gluten (como el trigo y las galletas con harina de trigo) a los 12 meses.

Síndrome de Down.

Los alimentos semisólidos, en puré o papilla, deben ser espesos pero suficientemente líquidos como para permitir el movimiento de la lengua.
No mezclar texturas al principio.
La posición del bebé debe ser erecta para evitar atragantamientos y facilitar la deglución.
Se dará la papilla con una cuchara, en pequeñas cantidades, y en el centro de la lengua simpre que esté dentro de la boca.
No dar alimentos si tiene la lengua fuera de la boca.
Los sólidos se introducen cuando haya dentición, que en algunos casos se retrasa hasta los 2 años.
Es muy importante enseñar a masticar bien para evitar futuros problemas de reflujo e indigestión.