¿Qué comer y beber durante la quimioterapia?

Contenidos

1 Recomendaciones generales para la quimioterapia en cáncer
- 1.1 ¿Qué liquido beber durante la quimioterapia?
- 1.2 Recomendaciones alimentarias durante la quimioterapia

Recomendaciones generales para la quimioterapia en cáncer

¿Qué liquido beber durante la quimioterapia?

Se aconsejan 40ml de liquido por cada kilogramo de peso real y actual del paciente al día. Esto se traduce a un cálculo muy sencillo, es decir, si una persona pesa 50kg, deberá ingerir 2000ml (2 litros) al día de liquido.

Dicha ingesta de liquido durante el tratamiento puede resultar dificultosa por algunos motivos como la inapetencia, la saciedad precoz, el sabor metálico (efecto secundario del tratamiento) del agua y otros alimentos.

Para evitar este problema, debemos ampliar lo máximo posible el abanico de posibilidades de ingesta de liquido. Es decir, no solamente ingerir líquido a través del consumo de agua, sino que, además, podemos ingerirlo mediante algunos otros alimentos o preparaciones que se puedan tolerar mejor porque tienen un sabor que disimula el sabor metálico que acompaña a los pacientes que están bajo quimioterapia, porque son más dulzones y les apetecen más, etc. En definitiva, para que les resultes más fáciles a los pacientes.

Algunas propuestas para aumentar el consumo de líquidos durante la quimioterapia

Por ejemplo, licuados de frutas, verduras y hortalizas, zumos de frutas y de hortalizas, caldos, infusiones suaves como las de melisa, de maría luisa, de tila,… (evitar tipo poleo-menta y manzanilla), bebidas vegetales como la bebida de arroz, la bebida de soja, la bebida de avena, la bebida de almendras, la horchata, batidos elaborados con fruta y bebida vegetal, etc.

Recomendaciones alimentarias durante la quimioterapia

– Se debe priorizar siempre que sea posible la alimentación por vía oral, es decir, alimentarse de a través de ingerir alimentos por la boca. Si no es posible, se puede realizar una nutrición enteral (se suministra el alimento mediante sondas directamente al aparato digestivo) o en último caso por nutrición parenteral (se suministran los nutrientes directamente por vía endovenosa sin entrar en contacto con el aparato digestivo).

– Las cantidades de alimento y la proporción de nutrientes de las comidas deben cumplimentar las demandas establecidas de requerimientos citadas anteriormente. Es decir, tener un alto contenido nutritivo y evitar aquellos alimentos que no se consideran apropiados o que no aporten ningún beneficio, como por ejemplo los de consumo ocasional.

– Se debe intentar adecuar lo máximo posible la alimentación a los gustos del paciente con cáncer, para facilitarle que la alimentación en el periodo de enfermedad no sea un problema añadido sino todo lo contrario. Suelen tener inapetencia con lo cual, a veces puede resultar difícil. Si rechaza algún alimento, se debe sustituir por otro con el mismo contenido nutricional.

– Debemos repartir las tomas de alimentos lo máximo posible a lo largo del día, esto significa, menor volumen de alimento en cada toma pero comer más veces. Como los pacientes que sufren inapetencia no comen grandes volúmenes, lo que conseguimos con esta pauta más fraccionada, es que finalmente acaben comiendo más cantidad de alimento, que en comparación con un numero menor de comidas al día. Un ejemplo de fraccionamiento de las comidas sería realizar una comida en el desayuno, otra a media mañana, otra al medio día, otra para merendar, otra para cenar y si es posible una recena, que formarían un total de 6 comidas en un mismo día, en vez del típico desayuno, comida y cena, que solo representan 3 comidas, o visto de otro modo, solo 3 opciones/ momentos de ingerir comida durante el día.

– Los alimentos deben ser cocinados de tal manera que resulten ser de fácil digestión, es decir, potenciaremos las cocciones tipo al vapor, al horno, al papillote, al microondas (evitamos que se eliminen nutrientes), escaldado y hervidos. Evitaremos aquellas como la plancha, sofritos, rehogados, estofados pesados, rebozados y las frituras, por sus altas temperaturas que pueden quemar el alimento, por su contenido graso de difícil digestión y, depende del aceite utilizado, hasta se podrían considerar de baja calidad nutricional. Las texturas tipo crema son mejor toleradas que las que resulten más secas o duras.

– Los alimentos que consuma el paciente durante el periodo de quimioterapia deben ser administrados a temperatura ambiente, es decir, ni muy fríos (temperatura nevera, granizados, helados…), ni muy calientes (sobre todo en preparaciones tipo caldos, sopas, estofados,…).

– También tendremos en cuenta que existen alimentos que de por sí, ya son de fácil digestión en comparación con otros. Estos tendrán preferencia de consumo puesto que nos ayudaran a minimizar los síntomas digestivos provocados por el tratamiento de quimioterapia. Otros son considerados directamente irritantes para el sistema digestivo y se debe evitar su consumo, como los picantes, el alcohol, el café, etc.

– Durante el tratamiento de quimioterapia, las defensas están disminuidas y el paciente está más debilitado, con lo que la higiene a la hora de cocinar y preparar los alimentos debe ser más fundamental que de costumbre. Se deben limpiar y lavar bien los alimentos (sobre todo si se van a consumir en su estado crudo). Una opción que también puede servir de ayuda, son los alimentos congelados crudos (no preparados/cocinados).

Estas pautas deben aplicarse desde los tres días previos al inicio del tratamiento de quimioterapia, hasta que éste finalice y hayan desaparecido los síntomas y molestias digestivas.

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