Peligros de la Dieta Montignac

Tipos de dietas milagrosas

¿Qué es la dieta Montignac y para qué sirve?

La dieta Montignac es un tipo de dieta para adelgazar que consiste en rerstringir los alimentos ricos en hidratos de carbono de la dieta, y dentro de las opciones permitidas, escoger preferiblemente sólo los alimentos con bajo índice glucémico.

Además, esta dieta introduce algunas normas como listas de alimentos prohibidos, evitar la combinación de alimentos ricos en proteínas con alimentos ricos en carbohidratos, etc.

sandwich queso con frutaLa dieta disociada no permite el consumo de alimentos como el pan, y tampoco la fruta de postre

Errores de la dieta Montignac

La dieta Montignac parte de una base científica mal interpretada, y es considerar que todos los alimentos con índice glucémico alto suben mucho el azúcar en sangre. La definición real de índice glucémico no es esta. Alimentos con índice glucémico altos pueden tener una carga glucémica alta, media o baja, ya que ello no depende del test de índice glucémico, sino de la ración (concepto de carga glucémica). El concepto que se quiere buscar es el de dieta con baja carga glucémica.

Las pautas de la dieta Montignac son científicamente erróneas en el momento en que utilizan las tablas de índice glucémico, en lugar de utilizar las tablas de carga glucémica para comparar alimentos, tal como recomienda la American Diabetes Association (ADA).

Inconvenientes de la dieta Montignac

Igual que sucede con otras dietas disociadas, la dieta Montignac perpetúa diversos mitos alimentarios que causan más perjuicios que beneficios sobre la salud de las personas.

Entre estos mitos, la dieta Montignac no promueve el consumo de alimentos saludables como serían las legumbres. Numerosos estudios científicos de los niveles más altos de evidencia demuestran que este grupo de alimentos es muy nutritivo y aporta gran cantidad de beneficios consumidos de forma habitual. Además, las legumbres tienen una carga glucémica baja o media, de modo que deben tenerlo en cuenta las personas que toman insulina ya que podría producirles hipoglucemia (más información).

Otro mito falso que perpetúa la dieta Montignac, sin base científica, es que la fruta lleva mucho azúcar (totalmente falso) y que no se puede comer frutas después de comer, que la fruta fermenta en el estómago, o que un yogur de postre es mejor que una fruta.

La dieta Montignac también considera que los tomates, al ser frutos, no se deben consumir en las comidas, o en todo caso, su consumo se debe «moderar» en las ensaladas. Es habitual que los promotores de estas dietas den gramajes de frutas poco prácticos de utilizar y que, además, son totalmente absurdos, tanto desde un punto de vista nutricional, como de salud.

Peligros de la dieta Montignac

La dieta Montignac es una «dieta-fotocopia» o «dieta-libro», que no se adapta a las posibles características de cada persona, especialmente en personas con obesidad, que pueden tener patologías asociadas (colesterol, diabetes, hipertensión…), es importante la supervisión de un dietista nutricionista.

La disminución drástica de calorías que se produce cuando la dieta no es llevada por profesionales puede provocar cetosis, en personas susceptibles puede desencadenar ataques de gota, acidosis láctica del cuerpo, baja la tensión arterial, puede causar arrítmias, sequedad de piel, caída de cabello, uñas frágiles, intolerancia al frío, alteraciones intestinales (náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento).

Es habitual el efecto rebote debido a las pocas calorías que aporta la dieta, recuperando el peso inicial e incluso con algunos quilos de más. La flacidez en la piel es una de las consecuencias del efecto yo-yo.

En algunos casos, se pueden producir déficits nutricionales de muchas vitaminas y minerales, como fibra, zinc, tiamina, niacina, etc., nutrientes naturalmente presentes en los alimentos ricos en carbohidratos.

Una dieta muy restrictiva conlleva, además, problemas de irritabilidad, estrés, depresióny ansiedad por la comida.

Cómo adelgazar con salud

La mejor forma de adelgazar es ponerse en manos de un dietista nutricionista que, además de aconsejarle sobre la mejor dieta (o dietoterapia), le ayudará en lo más importante, que son la motivación, la resolución de dudas y problemas, dar recetas saludables, consejos de organización como una lista de la compra, etc. Consulte en las universidades o en las asociaciones de dietistas nutricionistas de su región.

Más información sobre dietas y adelgazar

Este artículo ha sido avalado por Elisenda Carballido - Dietista nutricionista. Postgrado en Fitoterapia y máster en Nutrición y Metabolismo.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

26 noviembre, 2024

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