Contenidos
- 1 Origen de los alimentos de la dieta Mediterránea
- 1.1 Un paseo por la historia mediterránea
- 1.2 Influencia egipcia y de la cultura grecorromana en la dieta mediterránea
- 1.3 El olivo en la antigua Grecia
- 1.4 Importancia del olivo en la Antigua Grecia
- 1.5 Influencia árabe en la dieta mediterránea
- 1.6 La caída del Imperio y su influencia en la dieta mediterránea
- 1.7 La alimentación y el choque de culturas
- 1.8 Alimentos del Nuevo Mundo y su influencia en la dieta mediterránea
- 1.9 Revolución industrial y su impacto en la dieta mediterránea
Origen de los alimentos de la dieta Mediterránea
Un paseo por la historia mediterránea
La dieta mediterránea ha evolucionado al ritmo del comercio, las conquistas y las guerras que han tenido lugar en su territorio.
Influencia egipcia y de la cultura grecorromana en la dieta mediterránea
Los egipcios dejaron legados importantes como la fabricación de pan fermentado, una de las imprentas de la dieta mediterránea. La alimentación egipcia contiene el conocimiento de la alimentación africana y la mediterránea, que a su vez está influenciada por Oriente. El pescado era un alimento presente en la alimentación, mientras que la caza fue menos abundante. La bebida nacional egipcia era la cerveza.
Representación antigua de un pequeño edificio de la arcaica Acrópolis de Atenas. Se denomina «The Olive Pediment» y destaca porque tiene incrustado el dibujo de un olivo en la pared (560-550 a. C.)
El olivo en la antigua Grecia
La cultura griega enseñó el gusto por el entorno y la naturaleza, los paseos, y transmitieron lo que hoy en día se conoce como estilo mediterráneo o mediterranean way («manera mediterránea»), que comprende una manera de alimentarse en cantidad y calidad, el estilo de vida activo, así como un talante más abierto, que aún perdura en los pueblos actuales.
El culto a la naturaleza se imprime en la mitología: Demeter, diosa de la agricultura representada con una cabellera de trigo; o Dioniso, dios del vino; o Perséfone y la creación de la primavera y el invierno. Los griegos y los romanos adoptaron el conocimiento de los egipcios en la fabricación de pan, y convirtieron el trigo en la base de su alimentación.
Importancia del olivo en la Antigua Grecia
El olivo era considerado un árbol sagrado, que si alguna persona dañaba, se sometía a la pena del destierro.
El aceite de oliva tuvo su importancia en la alimentación y para la iluminación de los lugares religiosos, así como el vino estaba presente en las celebraciones. Todo ello configuró los tres pilares básicos de la dieta mediterránea: el trigo, la uva y el olivo.
Influencia árabe en la dieta mediterránea
Los árabes transmitieron todo su conocimiento y cultura gastronómica, donde las frutas y las verduras tuvieron gran importancia. Las poblaciones íberas adoptaron este tipo de alimentación rica en vegetales, que perdura a día de hoy y es uno de los emblemas mediterráneos. Los productos marinos no fueron menos importantes en la alimentación de los pueblos costeros.
La caída del Imperio y su influencia en la dieta mediterránea
En la Alta Edad Media, los germánicos derrotaron el Imperio de Roma. Como sucede en todas las invasiones, los pueblos bárbaros difundieron su cultura y su alimentación, que se basaba en productos cárnicos. Ello es debido a que los pueblos germánicos recogieron la influencia de los celtas, para los cuales el cerdo era un animal totémico.
La carne se convirtió en un alimento básico, símbolo de fuerza y poder, y que se convirtió en manjar de nobles. Las hierbas aromáticas adquirieron nueva importancia en el arte de conservar y condimentar la carne.
Así como en la cocina grecoromana el alimento primordial era el pan, en ese momento la carne pasó a ser un alimento básico. Como curiosidad, antiguamente se conocía la enfermedad de la nobleza, es decir, la gota. Esta enfermedad se ha asociado, entre otras causas, al exceso dietético de carne en la alimentación.
Asimismo, los germánicos adoptaron también alimentos mediterráneos, entre los que destacan el vino y el pan como elementos de la cultura cristiana.
*Información relacionada: Productos de la dieta mediterránea
La alimentación y el choque de culturas
Con las posteriores conquistas musulmanas, el mediterráneo sufrió un choque de culturas: lo que para unos eran alimentos básicos, para otros eran alimentos de poca importancia. Por ejemplo, el consumo de vino y carne de cerdo de los pueblos cristianos, que no tomaban los musulmanes.
La alimentación se convirtió, más que nunca, en un elemento cultural. Países como Italia y España, por ejemplo, siguen manteniendo la cultura del jamón, ya que antiguamente se asoció el consumo de productos del cerdo a la pertinencia de la religión cristiana.
Alimentos del Nuevo Mundo y su influencia en la dieta mediterránea
Las sucesivas conquistas europeas al Nuevo Mundo, importaron nuevos alimentos a la cultura mediterránea que siguen muy presentes en la dieta actual. Hablamos de la patata, el tomate, la berenjena, el café o el cacao.
Los tiempos de guerra y hambruna propiciaron el aumento del consumo de estos nuevos alimentos, hasta arraigar en la cultura gastronómica de las civilizaciones europeas.
Revolución industrial y su impacto en la dieta mediterránea
La disponibilidad de alimentos favoreció el aumento de población europea. La incorporación de la mujer en el mundo laboral marcó también diferencias a la hora de alimentarse, pues ésta se encargaba de la elaboración y preparación de los alimentos, así como de trasmitir el conocimiento culinario a las generaciones posteriores.
El triste final de lo que algunas personas entienden hoy en día por dieta mediterránea. Publicidad de un «menú mediterráneo» en un fast-food. Este tipo de restaurantes dañan la cultura alimentaria.
La sociedad trabajadora no tiene tiempo para cocinar y/o no ha dado a la nutrición y dietética la importancia que en los últimos años se ha demostrado tener para la cultura de los pueblos y la salud de las personas.
Las grandes urbanizaciones han provocado una alta densidad de población, que es necesaria alimentar a base de agricultura extensiva, con las repercusiones medioambientales que ello conlleva.
La calidad de la dieta cambió, debido a que se empezaron a practicar cultivos más productivos, como las espinacas, en detrimento de las verduras tradicionales como la borraja. Por ejemplo, en algunos mercados de Marruecos aún se comercian verduras como la malva, olvidada por la mayoría de ciudades mediterráneas. Igualmente, el consumo de lácteos y productos cárnicos ha aumentado durante el último siglo, en detrimento de alimentos básicos como el pan y los cereales.
- Debido al valor dietético, nutricional y cultural de este plan de alimentación, la UNESCO la ha nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
*Artículo relacionado: Componentes de la dieta mediterránea
Más información sobre la dieta mediterránea.
23 agosto, 2022