Dieta para el hígado

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1 Alimentación natural para el hígado

Alimentación natural para el hígado

¿Qué alimentos son adecuados para el hígado?

Foto de alcachofas al vapor. La alcachofa es un vegetal muy adecuado para el hígado.

La alimentación tiene un papel muy destacado en el tratamiento de las enfermedades del hígado, ya que ayudará a evitar que el daño del órgano sea cada vez mayor. Seguir una dieta adecuada es crucial para la prevención de las enfermedades hepáticas y la desintoxicación del hígado. Entre estas pautas se incluye la de no ingerir tóxicos, como el alcohol, por lo que se evitará el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol puede producir la enfermedad alcohólica del hígado.

Es oportuno que el enfermo de hígado consulte con un nutriólogo o dietista especializado la alimentación más adecuada a seguir, especialmente si presenta otras enfermedades o determinados estados de salud, como colesterol alto, obesidad, hipertensión o diabetes.

Cómo cocinar adecuadamente para el hígado, consejos

Antes de empezar con la dietoterapia, son necesarias algunas pautas para evitar perjudicar aún más al hígado enfermo, o evitar que este enferme. Se recomienda seguir los siguientes consejos que evitarán posibles infecciones o intoxicaciones:

Mantener la higiene alimentaria con la manipulación de los alimentos: Conviene lavarse las manos antes de cocinar, con agua y jabón. No utilizar el cuchillo de cortar carne cruda o pescado para las verduras. Si es posible, es mejor lavar los utensilios en el lavaplatos (la temperatura del agua que utiliza es superior a cuando se lava a mano, por lo que tiene mayor poder desinfectante).
Ser estrictos en comprar los alimentos en tiendas limpias e higiénicas (alimentos en refrigeración). Lavar los vegetales antes de pelarlos y lavar bien las frutas, o no consumirlas con piel. De esa forma se previenen intoxicaciones alimentarias por ingesta de alimentos que podrían estar contaminados.
Conservar los alimentos en refrigeración. Descongelar los alimentos congelados en la nevera, con antelación, y no a temperatura ambiente.
Cocciones suaves: hervidos, al vapor, cremas, purés, planchas suaves. Evitar barbacoas, fritos, asados,etc.
Abundancia de vegetales en todas las comidas: El hígado requiere de muchos antioxidantes para realizar su tarea de desintoxicación hepática, por lo que se recomienda la ingestión de frutas y verduras (Los antioxidantes son necesarios en la fase de conjugación, donde se neutralizan las sustancias producidas en la fase de activación, durante el metabolismo hepático). Se pueden obtener muchos antioxidantes en una crema de verduras con algas, alcachofas al vapor, brócoli al vapor, ensalada de rabanitos, zanahoria cruda o cocida,etc.

Alimentos beneficiosos adecuados para el hígado

¿Cómo es una dieta adecuada para enfermedades del hígado? En general, la dieta recomendada consiste en:

Foto de crema de calabaza, muy rica en betacarotenos antioxidantes

No consumir alcohol

Dieta con abundancia de verduras, hortalizas y frutas: La alimentación debe ser abundante en vegetales, potenciando los más depurativos, como son las alcachofas, coles de Bruselas, brócoli, espinacas, col, coliflor,etc. Si es posible, es deseable que las ensaladas contengan cebolla cruda, apio, nabos, o rabanitos. Las zanahorias también son excelentes, tanto crudas como cocidas, en las ensaladas, cremas de verdura, etc.
Tomar 2-3 frutas al día, repartidas durante el día y enteras (no en jugo). Evitar la naranja porque estimula las secreciones hepáticas. Las frutas más adecuadas son las manzanas ácidas (ricas en ácido málico), las peras, mango, plátano, y las que se encuentren según temporada (granada, higos, cerezas, nísperos, melocotones, frambuesas, arándanos, etc.)
Utilizar hierbas aromáticas habitualmente: son una fuente «olvidada» de muchos minerales y antioxidantes: comino, coriandro, ajo, romero, tomillo, albahaca, cúrcuma, etc. La dieta debe contener más hierbas aromáticas que sal porque son todas muy ricas en potasio. Es importante comer más potasio que sal porque el potasio ayuda a eliminar el sodio y de ese modo se mantiene el equilibrio sodio potasio de la dieta.

Alimentos ricos en proteínas para la enfermedad hepática

Comer pocas proteínas puede tener consecuencias muy negativas para el hígado enfermo y acelerar el proceso de una enfermedad hepática, si existiese. Está muy extendido el mito de que las proteínas dañan el hígado, pero esto no se produce con una ingesta normal o incluso ligeramente elevada de proteínas. De hecho, el hígado es un órgano que a veces utiliza proteínas como fuente de energía.

Foto tortilla de patatas hervidas (no fritas)

Se recomiendan alimentos ricos en proteínas de buena calidad, preferiblemente bajos en grasas, en cada comida principal: seitán, tofu, tempeh, huevos en moderación, lácteos naturalmente bajos en grasa (como el yogur o el queso fresco). Las personas no vegetarianas pueden comer pescado y carne de ave.

Como suplementos de proteínas y vitaminas, se puede tomar espirulina y levadura de cerveza (mejor que sean enriquecidas en vitamina B12).

¿Se deben evitar las grasas?

En insuficiencia hepática o indigestión de las grasas, se recomienda reducir el consumo de grasa y aceite de la dieta, aunque sean saludables, porque para digerir grasas es necesario hacer trabajar el hígado (bilis). Por este motivo, es recomendable moderar las grasas, incluso aunque sean «grasas buenas» (ni en fritos, ni en aliños excesivos).

Aceites y grasas en la dieta para el hígado enfermo

Foto de grasas saludables: aceite de oliva virgen, aguacates y frutos secos

Las grasas buenas son saludables y necesarias para el hígado. Si bien es cierto que las grasas en exceso causan indigestión y pueden sobrecargar el hígado, es muy saludable consumir alimentos que aporten aceites de buena calidad, en cantidades adecuadas:

Son beneficiosos para el hígado alimentos como el aguacate, las semillas como el sésamo, los frutos secos (sin freír y sin sal) y los aceites vírgenes (no refinados).
El mejor aceite es el de oliva virgen u otro tipo de aceite virgen utilizado en crudo y no refinado (aceite de girasol virgen, aceite de coco virgen,etc.). Se deben evitar los aceites de mala calidad (refinados) y calentarlos en exceso.
Puede ser muy aconsejable tomar una cucharadita de lecitina de soja ecológica, para disminuir colesterol y mejorar la composición de la bilis.

Cantidad de grasa en enfermedades hepáticas

Si no existe contraindicación expresa, la cantidad de grasa a tomar dependerá de la tolerancia individual de cada persona a estos alimentos. Los alimentos ricos en grasas no deben ser los más abundantes en las comidas. Los alimentos que deben abundar más en las comidas son las verduras, frutas, arroz, tubérculos y legumbres.

Se recomiendan aquellos alimentos con grasas buenas que son más saciantes: un puñado de frutos secos al día (crudos, sin sal), aguacate en las ensaladas, y aceite para cocinar. Estos alimentos aportan vitamina E (antioxidante, fertilidad, etc.), aumentan la absorción de los betacarotenos (antioxidantes) y aportan ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6.

En ningún caso se recomienda comer alimentos fritos, bollería, pastas o galletas (de cualquier tipo), embutidos u otros productos con mucha grasa.

Reducir la grasa de origen animal para el hígado

Se debe reducir el consumo de alimentos de origen animal ricos en grasa, como la mantequilla, margarinas, lácteos enteros, carne roja y carne procesada (embutidos, patés, salchichas, quesos, etc.). Cuando se cocina carne, evitar cocciones a temperaturas muy altas, como fritos, asados o a la barbacoa, por los tóxicos que producen (formación de tóxicos como las nitrosaminas o los hidrocarburos aromáticos policíclicos)

Se deberán evitar los productos industriales con mucha sal (embutidos, conservas, salazones, fiambres, etc.) y todo lo que sea comida ultraprocesada (helados, golosinas, precocinados, pizzas, etc.)

Alimentos recomendados para el hígado

Cereales, legumbres y granos integrales: Recomendables en todas las comidas principales. En caso de poco apetito, se pueden triturar dentro de una crema de verduras: arroz, avena, mijo pelado, porridge de avena, lentejas, garbanzos, guisantes,etc. Antes de consumir granos se deben lavar y poner en remojo largo para eliminar restos de tierra o polvo, y para mejorar su absorción. reducir su contenido en antinutrientes. Es interesante que los granos integrales sean ecológicos porque en la cascarilla del grano es donde se concentran mayor cantidad de pesticidas y productos fitosanitarios.
Proteínas: Se deben ingerir alimentos ricos en proteínas en cada comida del día. Son muy adecuadas las proteínas de origen vegetal, es decir las que proceden especialmente de las legumbres. También aportan proteínas otros granos como el trigo sarraceno y la quinoa. Cuando se consume cualquiera de estos granos se deben poner siempre en remojo largo, no sólo para hidratar la legumbre o cereal, sino también para eliminar sus antinutrientes y mejorar la asimilación de sus proteínas. En caso de falta de apetito, se recomiendan los purés con estos ingredientes introducidos dentro de las sopas y cremas (hummus, tahini, paté vegetal, porridge de avena, copos de avena en las cremas, etc.). Dado el peligro que supondría en una enfermedad hepática crear un déficit de proteínas, en casos graves de inapetencia se recomienda la proteína suplementada o los alimentos de origen animal, preferiblemente ecológica (mayor contenido en nutrientes y menor contenido en tóxicos).
Disminuir estas grasas: Cuando el hígado está enfermo se deben reducir las grasas animales y aceites vegetales industriales: Mantequilla, bollería, embutidos, jamón, paté, cordero y carnes grasas, retirar la grasa visible, margarina, etc.
Aumentar grasas saludables: Son indispensables, en moderación, para proporcionar energía al organismo. Uno de los aceites más interesantes es el aceite de oliva virgen y los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, que son las nueces, las semillas de chía, los aguacates, y el pescado azul.
Frutas y verduras: La fruta y la verdura no pueden faltar en la dieta para los enfermos del hígado. Son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, necesarios para la regeneración del órgano. Se recomienda añadir limón exprimido en el agua de bebida para incrementar el aporte en vitamina C. Además, las frutas y verduras contienen mucha fibra, que favorece la evacuación más rápida de las heces y la no absorción de las toxinas por el intestino.
Zumoterapia: El uso de jugos como el licuado de zanahoria y los jugos verdes naturales es una forma de ingerir muchos antioxidantes en poco volumen, que ayudan a mejorar la salud del hígado.

Alimentos muy recomendados para el tratamiento de las enfermedades del hígado

En general, los alimentos más adecuados para el enfermo del hígado son los alimentos de cultivo biológico libres de plaguicidas perjudiciales, frente a los alimentos de cultivo convencional. Se deberá tener muy en cuenta la higiene y procedencia de estos alimentos, ya que no se debe correr el riesgo de intoxicaciones alimentarias. (Consumir productos frescos, no dañados, que se hayan transportado en condiciones óptimas y conservado en nevera).

Foto de rabanitos. Son muy adecuados en las ensaladas.

Recomendaciones si no se pueden comprar alimentos ecológicos

Si no es posible comer alimentos ecológicos, se recomienda lavar adecuadamente los alimentos, en especial los de origen vegetal, que se recomienda pelarlos siempre. No son adecuados los productos industriales, con muchos aditivos, conservantes y toxinas alimentarias. Este tipo de alimentos evitan tener que someter a este órgano al trabajo adicional de eliminar estos productos, especialmente cuando tiene que recuperarse.

Alimentos para fortalecer el hígado

Dentro de los alimentos para fortalecer al hígado deberíamos mencionar los siguientes:

Alcachofa: La cinarina es uno de los componentes más beneficiosos para proteger al hígado y para ayudar a curarlo en cualquier afección que le pueda afectar. Comer abundante alcachofa es una manera de proteger al hígado o impedir el avance de la enfermedad.
Diente de león: Comer las hojas frescas de esta hierba silvestre es tonificante del hígado. Una buena manera es combinar sus hojas con la alcachofa y la zanahoria otra planta con propiedades antioxidantes muy elevadas que ayudaran a eliminar las toxinas.
Zanahorias y remolacha: Otras plantas con propiedades antioxidantes muy elevadas que ayudarán a eliminar las toxinas.
Ajos, cebollas y puerros: Por sus propiedades bactericidas y su capacidad de eliminar materiales tóxicos del organismo.
Foto de crucíferas. Las verduras crucíferas son muy ricas en antioxidantes.
Rábanos, brócoli y nabo: Son altamente depurativos y antioxidantes por su contenido en glucosinolatos. Es ideal introducir alguno de estos vegetales en las ensaladas.
Cardos: Es una planta silvestre comestible cuyas hojas tiernas se pueden añadir a las ensaladas y ejercen una función reparadora de las células del hígado o ayudan a este órgano a eliminar toxinas, lo que resulta especialmente interesante cuando el hígado enfermo precisa esta ayuda
Cúrcuma: Este colorante natural ayuda al hígado a expulsar la bilis por lo que favorece las digestiones y descongestiona este órgano. Es conveniente añadir la cúrcuma al final de la cocción para evitar la pérdida de sus principios medicinales (cocinarla entre 15 y 30 minutos produce que se pierda el 85% de curcuminoides). Una pizca de pimienta negra mejora la absorción de sus principios (Véase: Recetas con cúrcuma) (Cómo tomar cúrcuma)
Semillas de chía: Tomar 1 cucharadita de chía con 1 vaso de agua, en cada comida (3 veces al día), que por su alto contenido en fibra soluble colaboran en la depuración del organismo, además de aportar ácidos grasos esenciales.
Manzanas: La metionina y el alto contenido en fósforo resultan fundamentales en el control del colesterol. Resulta un fruto excelente que, debido a su carácter básico, podemos decir que es el único fruto que puede comer con cualquier tipo de alimento y a cualquier hora del día, sin producir incompatibilidades alimentarias
Peras: Por su abundante fibra, por su bajo contenido en sodio que le otorga un gran poder diurético, por su alto contenido en Vitamina B y por su riqueza en azúcares muy asimilables resulta ideal para los problemas del aparato digestivo, incluidos los que afectan al hígado.
Avena: Por su riqueza en fibras y por su contenido en proteínas. Ayuda a eliminar los residuos del organismo, evita putrefacciones que conllevarían la aparición de gérmenes y toxinas y puede servir para sustituir a la proteína animal. Es rica en arginina un componente antihepatítico.

Lámina resumen con las pautas generales de la dieta para las enfermedades del hígado. Para recomendaciones más precisas se recomienda consultar con un dietista. © Botanical-online.com

Otros alimentos depurativos del hígado

Algas: Las algas como la kombu, arame, nori, cochayuyo, wakame o espagueti de mar, contienen mucha fibra, potasio, calcio, oligoelementos y antioxidantes. Se recomienda consumir 1-2 veces a la semana, en moderación. No se recomienda en determinados problemas de tiroides.
Lichi: Es un fruto beneficioso para el hígado, tal como demostró un estudio a doble ciego, en el que se determinó el poder protector del lichi en animales con el hígado dañado. Los resultados mostraron que los animales alimentados con lichis tenían niveles de transaminasas más bajos y menor daño en el tejido hepático.
Aronia: Según estudios realizados, el zumo de aronia, rico en potentes antioxidantes, ejerce un efecto hepatoprotector debido a su cantidad en antioxidantes, a su capacidad por proteger al hígado de la necrosis, disminuir la acumulación de cadmio en el hígado y el daño hepático producido por productos químicos.