Contenidos
- 1 Grasas y aceites para el hígado
- 1.1 Las grasas buenas son saludables y muy adecuadas para el hígado
- 1.2 ¿Las grasas son malas?
- 1.3 ¿Se debe eliminar la grasa de la dieta para depurar el hígado?
- 1.4 ¿Por qué es tan importante consumir grasas?
- 1.5 Grasas para depurar el hígado
- 1.6 ¿Cuáles son las grasas buenas para el hígado?
- 1.7 ¿Qué grasas se deben evitar?
- 1.8 Consumir grasas de calidad
- 1.9 ¿Qué grasas se recomiendan?
Grasas y aceites para el hígado
Las grasas buenas son saludables y muy adecuadas para el hígado
Hasta hace un tiempo, se ha considerado que la grasa es mala y que se debe reducir su presencia en la dieta. El consumo de grasa se ha relacionado popularmente (que no científicamente) con tener más sobrepeso y obesidad, lo que es totalmente erróneo. Sería lo mismo que decir que comer cualquier cosa de color verde nos convertiría en individuos de color verde, es decir, es una teoría que carece de toda lógica.
Las semillas de cáñamo son uno de los alimentos más sanos para el hígado.
¿Las grasas son malas?
La realidad es que las grasas saludables, o, mejor dicho, los alimentos que son naturalmente ricos en grasas, sin ser éstas adicionadas o manipuladas, intervienen más bien poco en la aparición de enfermedades de corazón, todo lo contrario, son un factor protector de enfermedades cardiovasculares, junto con una dieta saludable.
La peor consecuencia de este mito es que el hecho de considerar que las grasas son malas ha llevado a eliminar de la dieta alimentos muy nutritivos, como el aguacate, los frutos secos, las semillas, el coco o el cacao puro.
La tendencia actual es consumir grandes raciones de cereales refinados, como productos elaborados con harinas (galletas, pasta, tortas, pan,…), arroz blanco, cereales de desayuno, etc. Se han excluido de la mesa los alimentos con grasas, que, por otra parte, disminuirían el índice glucémico de los alimentos anteriores, mejorando el control de las glucemias.
¿Se debe eliminar la grasa de la dieta para depurar el hígado?
Rotundamente, nunca se debe eliminar la grasa de la dieta. Ni siquiera la dietoterapia contempla este tipo de abordaje dietético, en ningún tipo de paciente, independientemente de su patología. Todas las dietas deben aportar grasas (incluso después de una opeación de vesícula).
Principales alimentos ricos en grasas de la dieta
¿Por qué es tan importante consumir grasas?
La grasa es un componente indispensable para la salud del organismo. Los alimentos vegetales ricos en aceites (frutos secos, semillas, aguacate y aceites no refinados) son una fuente de nutrientes importantísima para el corazón, hígado, y para todos los órganos en general. Aportan vitamina E (antioxidante, fertilidad,etc.), aumentan la absorción de los betacarotenos (antioxidantes) y aportan ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6.
El hígado necesita mucha energía, vitaminas, minerales y antioxidantes para realizar la desintoxicación de las sustancias del organismo, por lo que estos alimentos le son beneficiosos.
En dietas que no son vegetarianas, también son muy saludables las grasas que aportan el pescado azul y los animales que han sido criados de la forma más natural posible (Los animales criados en libertad tienen menor contenido en grasa, y dentro de ésta, un porcentaje mayor en ácidos grasos omega que los animales estabulados).
Grasas para depurar el hígado
El hígado es el órgano encargado del metabolismo de los alimentos, medicamentos y de la depuración de las toxinas. Es el gran «laboratorio del cuerpo», encargado de digerir y almacenar los alimentos que ingerimos.
Una dieta rica en grasa requiere de un gran trabajo digestivo por parte del hígado. Cuando se tiende a un tipo de alimentación desequilibrada rica en grasas, sobre todo las de mala calidad (fritos, embutidos,etc.), se recomienda una dieta depurativa del hígado.
¿Cuáles son las grasas buenas para el hígado?
Sólo la grasa mala de la comida chatarra perjudica la salud.
Las grasas buenas para el hígado son las que:
- Son de calidad: De procedencia natural, aceites vírgenes (primera presión en frío), frutos secos, semillas, aguacate, coco, cacao puro,etc. No se recomiendan los alimentos procesados (embutidos, frutos secos fritos, chips,…).
- Se consumen en cantidades equilibradas: Un exceso dietético de cualquier alimento requiere de un gran trabajo digestivo, en especial del hígado, porque es el principal órgano encargado de absorber y almacenar el exceso de calorías en grasa corporal.
- Se acompañan de fibra y antioxidantes: La fibra ayuda a drenar el exceso de grasa y bilis del organismo. También se recomienda acompañar la ingesta de grasas con alimentos ricos en antioxidantes, como la propia vitamina E presente en estos alimentos, o la vitamina C y flavonoides presente en las verduras y frutas, mejora la estabilidad y la vida media de las grasas en el organismo. Si se consumen hortalizas ricas en betacaroteno, aumenta la potencia antioxidante de la vitamina E (calabaza, brócoli, zanahorias,…).
Salsa guacamole. El guacamole casero contiene grasas saludables, procedentes del aguacate, con muchos antioxidantes que aportan el tomate, la cebolla, limón y el cilantro.
¿Qué grasas se deben evitar?
Las consideradas grasas malas son las que se encuentran en productos de origen industrial: los aceites refinados, las grasas trans, fritos (el aceite a altas temperaturas se deteriora, o incluso se convierte en grasa trans),…
La bollería contiene grasas de mala calidad, muchísimo azúcar y harina refinada.
En definitiva, evitar productos refinados o que contienen o pueden contener, además de grasas saturadas y de mala calidad, mucho azúcar y aditivos.
Las comidas que incluyen además de cereales y frutas, aceite, la fibra de las verduras y los alimentos ricos en proteínas, provocan que la absorción y digestión de los carbohidratos sea más lenta y reducen la insulina en sangre.
De igual forma que se advierte sobre la grasa «mala», también se recomienda reducir el consumo de azúcar refinado (chocolates, zumos, néctares, bollería, galletas, etc.)
Consumir grasas de calidad
En resumen, no todas las grasas son malas para el hígado, sino que se deben consumir de calidad y en cantidades equilibradas, así como reducir el consumo de azúcar.
Lo ideal es no fijarse sólo en los nutrientes, sino contemplar el global de ese alimento y la dieta, su procedencia, calidad y cantidad que se ingiere.
En general, la grasa dañina es la que procede de productos industriales, como chocolates, embutidos, bollería, galletas, etc., estos productos contienen mucho azúcar, grasa trans o aditivos.
¿Qué grasas se recomiendan?
- Se recomienda la presencia de frutos secos, semillas y aguacate en la dieta, son muy nutritivos.
- Para cocinar y para aliñar, se debe utilizar aceite de oliva virgen (algunas veces llamado AOV) o si no se dispone de este aceite, otros aceites de semillas no refinados (de primera presión en frío).
- Es recomendable moderar el consumo de aceites y consumir grasas a través del aguacate (o un par de cucharadas de salsa guacamole natural), un puñado de almendras o semillas de girasol (sin sal y sin freír).
- En la dieta deben estar presentes alimentos que aporten grasas saludables en moderación. Consumirlos en cantidades excesivas puede producir una digestión muy lenta.
- Un alimento puede ser pobre en grasa o light, pero contener mucho azúcar. O puede ser que un alimento contenga mucha grasa, pero que además aporte mucha fibra, minerales o vitaminas… Lo más aconsejable es decantarse siempre por los alimentos más naturales posibles, y evitar el consumo de productos «especiales para adelgazar». Tampoco se recomiendan los edulcorantes.
Ejemplo menú dieta para limpiar el hígado
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14 mayo, 2020