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¿Qué es la intolerancia a la fructosa?
La INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA es una enfermedad genética, que produce en estas personas la falta de una enzima necesaria para metabolizar la fructosa, llamada aldoasa tipo B (fructosa 1,6-difosfato aldolasa).
Esta enfermedad también se conoce con el nombre de Intolerancia Hereditaria a la Fructosa.
Las personas con este trastorno no deben tomar fructosa o alimentos ricos en fructosa ya que tienen riesgo de padecer una hipoglucemia, con sus posibles consecuencias graves para la salud.
No se debe confundir con la fructosemia (fructosa en sangre) y fructosuria (fructosa en la orina), que son efectos secundarios producidos por un trastorno benigno. En este caso se produce por la carencia de otra enzima, la fructoquinasa. No se producen alteraciones metabólicas, ni se dan manifestaciones clínicas, y no requiere tratamiento específico.
Síntomas de intolerancia a la fructosa
Los síntomas aparecen cuando se consume azúcar, fructosa o alimentos que contengan estos ingredientes, como zumos de fruta, miel, chocolatinas, etc.
Estas personas también pueden presentar intolerancia al sorbitol (presente en algunas mermeladas y chicles) .
Las manifestaciones clínicas son:
- Náuseas
- Vómitos
- Palidez
- Sudoración
- Temblores musculares
- Letargia
- Hipoglicemia
- Otras complicaciones como: Convulsiones, daño hepático, ictericia, edema y ascitis.
Tratamiento para la intolerancia a la fructosa
Dieta para la intolerancia a la fructosa
La dietoterapia es un tratamiento básico que deben seguir todas las personas con esta enfermedad.
Consistirá en eliminar de la dieta todos los productos con la fructosa, sacarosa (azúcar de mesa) y sorbitol.
Alimentos permitidos
- Frutos secos: almendras, avellanas, nueces, pistachos, anacardos, nueces de macadamia, etc.
- Cereales y derivados sin azúcar añadido: Harina y sémola de trigo, cuscús, avena, maíz, tapioca, centeno, fécula de patata, arroz. No se tolera los cereales de desayuno con azúcar.
- Verduras: Espinacas, acelgas, lechuga, rúcula, apio, col, champiñones, espárragos, brécol, coliflor.
- Frutas pobres en fructosa: Papaya, aguacate (palta), frambuesas, naranjas, limón o lima.
- Lácteos sin azúcar añadido
- Aceite de oliva.
Otro posible trastorno grave es la carencia de una enzima (1-6-difosfatasa). Este trastorno se caracteriza por presentar acidosis láctica, hipoglicemia, disnea, taquicardia, apnea, irritabilidad, letargia, y, entre sus complicaciones, coma y convulsiones.
En este caso se debe hacer una dieta muy pautada (fraccionada para evitar ayunos), rica en hidratos de carbono complejos, baja en proteínas y suplementar con ácido fólico.
Alternativas a la fructosa. Otros tipos de edulcorantes
Para las personas con problemas de azúcar o intolerantes a la fructosa existen otros tipos de edulcorantes, entre los que destacamos:
- Polioles: Tienen las mismas calorías que los carbohidratos pero se absorben muy lentamente, o a veces no son absorbidos, por lo que al llegar al colon pueden producir efectos secundarios como flatulencia. Algunos polioles conocidos son el xilitol (presente en algunos chicles) o el esteviol, que se obtiene de las hojas de la planta stevia.
- Edulcorantes: Aportan calorías como el azúcar de mesa o sacarosa (4 Kcal./g.), pero se utilizan en dosis muy bajas porque tienen un poder endulzante muy superior a la sacarosa. Aquí tenemos ejemplos tan conocidos como el aspartamo (200 veces más dulce que el azúcar de mesa), o la sacarina (400 veces más dulce que la sacarosa).
Más información sobre las propiedades de la fructosa.
1 febrero, 2022