Dieta para enfermedades autoinmunes

Alimentación adecuada para personas con enfermedades autoinmunes

Dieta para mejorar enfermedades autoinmunes

Se ha observado que una dieta saludable y adecuada no solamente tiene beneficios en proporcionar una nutrición óptima, sino que además puede mejorar muchos síntomas de enfermedades autoinmunes. Actualmente, la alimentación se ha convertido en una parte fundamental para el tratamiento de estas enfermedades.

Para un tratamiento adecuado, se recomienda acudir a un médico especialista y ponerse en manos de dietistas nutricionistas clínicos, debidamente cualificados, expertos en dietoterapia para este tipo de enfermedades (Consultar con asociaciones de dietistas o en las Universidades de su país para asesorarse).

¿Cómo puede mejorar la dieta una enfermedad autoinmune?

Se ha comprobado en numerosos estudios clínicos que una dieta adecuada para enfermedades autoinmunes, con la exclusión de determinados alimentos, tiene un efecto beneficioso sobre los síntomas de estas enfermedades, tales como la tiroiditis de Hashimoto, el lupus, psoriasis, esclerosis múltiple, artritis, el síndrome de Sjögren o la enfermedad de Crohn.

Sin embargo, las dietas no pueden curar una enfermedad autoinmune. El papel de la dietoterapia es mejorar los síntomas y la calidad de vida de las personas. Además, adoptar este tipo de alimentación también proporciona todos los beneficios de una dieta saludable, que son un estado nutricional óptimo, sin deficiencias, y un papel protector frente a enfermedades futuras o complicaciones de salud derivadas de una mala alimentación.

¿Por qué una dieta podría mejorar los síntomas de los trastornos inmunitarios?

La mayor parte de nuestro sistema inmunitario se concentra en el intestino. Esto puede dar una pista de la importancia que tendrá la alimentación sobre la manifestación de muchas enfermedades que afectan a este sistema. En el intestino se producen muchas sustancias, algunas de ellas están relacionadas con problemas de alergias, procesos inflamatorios, o incluso con la depresión.

Sobre la dieta y el intestino, se ha visto que algunos componentes de los alimentos pueden producir reacciones inmunitarias a nivel intestinal y desencadenar la producción de sustancias inflamatorias que agravan las manifestaciones de las enfermedades autoinmunes. Los efectos se pueden manifestar tanto a nivel local, en el intestino, como en otros órganos del cuerpo, produciendo la aparición de brotes o agravamiento de los síntomas.

El papel de la dieta para las enfermedades autoinmunes es precisamente el de evitar los componentes que puedan producir estas reacciones, o aquellos que se ha demostrado que empeoran salud intestinal para conseguir evitar o mejorar ciertos síntomas.

¿Funciona o es siempre efectiva la dieta autoinmune?

Existen casos de dietoterapia con mucho éxito. Uno de los más conocidos es el que aparece The Wahls Protocol, un libro escrito en primera persona que relata cómo la doctora Wahls, diagnosticada de esclerosis múltiple, consiguió mejorar su enfermedad con este tipo de alimentación, entre otros cambios importantes.

Por otra parte, puede ser que en algunos casos la dieta sea insuficiente para mejorar la enfermedad de forma significativa, aunque se debe tener en cuenta que, en todos los casos, una alimentación inadecuada empeorará la salud y los síntomas de la enfermedad.

Estilo de vida para enfermedades autoinmunes

Antes de empezar a hablar sobre nutrición, debe mencionarse que la dieta se tiene que acompañar de un estilo de vida saludable, que es tanto o más importante que la alimentación. Se ha constatado que reducir el estrés, dormir suficientes horas, mejorar la calidad del sueño y practicar ejercicio físico (adecuado a la condición de la persona), son otros factores que pueden mejorar las enfermedades autoinmunes.

Además se ha comprobado que el tabaco y el alcohol son desencadenantes de brotes de enfermedades autoinmunes, por lo que se deberán evitar. La dieta no puede compensar o contrarrestar estos tóxicos, que se tienen que eliminar.

Alimentación recomendada para enfermedades autoinmunes

Afortunadamente, la dieta recomendada para ayudar a mejorar enfermedades autoinmunes es muy parecida a una alimentación saludable para toda la familia. Se puede practicar una dieta saludable para enfermedades autoinmunes comiendo los siguientes alimentos:

Alimentos saludables que aportan energía

Los alimentos que proporcionan energía son principalmente aquellos alimentos ricos en hidratos de carbono sin gluten, como patatas, mijo, yuca, patata dulce (boniato), tapioca, plátano verde, trigo sarraceno, arroz, pasta de arroz, etc.

Estos son opciones saludables para el desayuno y para cualquier comida del día. Se pueden añadir a sopas, cremas de verduras, prepararlos en ensalada, chips de boniato,etc.

Como curiosidad, existe una receta de patata prebiótica en la que se explica cómo tratar estos alimentos para convertir su almidón en fibra beneficiosa para la flora intestinal. Es tan sencillo como cocer estos alimentos y guardarlos en refrigeración (el frío gelatiniza el almidón y lo hace fermentable para la microbiota o flora intestinal). Esto sirve para todos los alimentos con almidones.

Grasas saludables para enfermedades autoinmunes

Los alimentos ricos en grasas saludables son el aguacate, el pescado azul, semillas y los aceites vegetales. Durante muchos años se ha demonizado el consumo de grasas, pero actualmente sabemos que las grasas saludables son un componente indispensable para la salud. A partir de estas grasas el organismo obtiene ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6 que son potentes antiinflamatorios.

Errores frecuentes sobre evitar las grasas

Se deberán evitar dietas insanas para adelgazar que restrinjan totalmente las grasas saludables. Además de no ser efectivas, pueden ser inflamatorias y perjudiciales.

Se deben evitar los fritos de cualquier tipo, es mejor no calentar los aceites y añadirlos en crudo, al final de las recetas. Por supuesto, se pueden saltear o pochar los vegetales para dar sabor a las recetas (sofrito), pero intentando utilizar poco aceite para cocinar y evitando que el aceite llegue a temperaturas demasiado altas.

¿Cuál es el tipo de aceite más recomendable?

El tipo de aceite recomendado es el aceite virgen, que es el que contiene grasas de la mejor calidad. Virgen significa que se obtiene por presión en frío y que no contiene aceites refinados.

Uno de los mejores tipos de aceite es el de oliva virgen, o en su defecto, los aceites de semillas no refinados (presión en frío) u otros aceites vírgenes (Sustitutos del aceite de oliva).

Verduras y frutas que cuidan los intestinos

Las frutas y verduras son muy saludables para la salud en general y deberían consumirse varias raciones de estos alimentos diariamente. Muchas personas piensan que la recomendación de «comer verduras» es estrictamente por un tema de calorías, pero no es así. Existen vitaminas, minerales y otros componentes que son esenciales para la salud y que sólo se encuentran en los vegetales, principalmente en las verduras y hortalizas.

Dentro del grupo de las verduras, se recomiendan especialmente las zanahorias, que se han utilizado tradicionalmente por su papel protector de los intestinos. También son muy adecuadas: calabaza (zapallo), chayotes, calabacines (zapallo italiano), rabanitos, algas,… Otras verduras recomendables: la lechuga, verdolaga, el diente de león, la rúcula, el brócoli, coliflor, violeta, malvas, espinacas y acelgas (previamente hervidas),…

Se pueden comer en recetas, como ensaladas, crema de verduras, zanahoria rallada, brochetas de verduras, al horno, escalibadas, brochetas, etc.

Frutas en enfermedades autoinmunes

Las frutas son muy ricas en antioxidantes, fibra soluble y energía. Además son fáciles de llevar a cualquier sitio y una opción de snack excelente.

Son muy aconsejables el aguacate, las manzanas (cruda, en compota, o manzana al horno) y las frutas de color naranja (por su contenido en betacaroteno), como el mango, o los melocotones. También son adecuadas: nísperos, peras, compota de frutas, coco fresco, peras cocidas, fruta del dragón, naranjas, guanábana, chirimoya, piña, guayaba,etc.

Alimentos ricos en proteínas para enfermedades autoinmunes

Como fuente proteica se puede comer pescado de tamaño pequeño (sardinas, el rape, la lubina o la merluza), carne blanca (pavo, pollo,etc.) y huevos, que además son muy ricos en vitamina A (en forma de retinoides) y no suben el colesterol.

Las mejores legumbres son las lentejas, los garbanzos y los guisantes, porque son las que se digieren más fácilmente. Posiblemente el tofu y el tempeh también son bien tolerados.

Dieta autoinmune vegetariana

Los vegetarianos pueden obtener proteínas vegetales de calidad introduciendo huevos y legumbres en la dieta.

Se deberán evitar las carnes procesadas (embutidos, fiambres, salchichas, hamburguesas, carne roja, carne de hígado, patés, surimi, etc.).

Se deberán evitar los embutidos de soja y los ultraprocesados como patés vegetales industriales,etc., porque igual que la carne procesada, contienen mucha sal y grasas malas.

Alimentos proteicos vegetarianos

Hierbas aromáticas: la fitoterapia escondida en la cocina

Las hierbas aromáticas no aparecen en ninguna pirámide de los alimentos oficial pero sin embargo son componentes muy interesantes para mejorar la salud que fácilmente se pueden introducir en la dieta.

Tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que resultan muy adecuadas en toda dieta saludable. Además estas especias ayudarán en cierto modo a luchar contra bacterias infecciosas y a mejorar la flora intestinal.

¿Qué tipos de hierbas o plantas aromáticas son más aconsejables?

Las más recomendables son las hierbas aromáticas: menta, laurel, ajo, cebolla, tomillo, romero, comino, ajedrea, orégano, albahaca, etc. La harina de algarroba puede ser un endulzante recomendable, ya que parece mejorar la diarrea y la salud intestinal. También interesantes, pero que se deben utilizar en menor cantidad que las anteriores, son las especias tropicales: la canela, jengibre, cúrcuma, etc.

Consejo: cocinar con especias y condimentos en moderación. Evitar irritantes como la cayena, pimienta y especias demasiado picantes. Además se recomiendan otras salsas y patés en sustitución a las industriales y mucho más saludables: salsa guacamole casera, salsa ajoaceite casera, mayonesa de zanahoria, paté de champiñones, patés vegetales en general.

Frutos secos, legumbres y cereales integrales

Las semillas, como son los frutos secos, legumbres y cereales contienen algunos componentes que dificultan la digestión y que incluso podrían generar reacciones inmunitarias inflamatorias, relacionadas con el agravamiento de los síntomas de estas enfermedades. Estos componentes se denominan antinutrientes y sirven como defensa de la planta, para que su semilla no sea digerida y pueda crecer. Son los responsables, por ejemplo, del dolor de vientre al comer muchos frutos secos crudos, o de los gases que produce un plato de alubias.

Normalmente no se da importancia a los antinutrientes porque estos no se encuentran en cantidades suficientes en la dieta como para producir deficiencias nutricionales, y porque la mayoría se eliminan durante la cocción o preparación de las semillas, por ejemplo, al tostar las semillas, o con la cocción de los cereales y legumbres. Sin embargo, existen algunas semillas, no todas, que presentan un alto contenido en antinutrientes y deberían evitarse, porque, además de dificultar la digestión, pueden acarrear problemas digestivos, especialmente cuando ya existe algún problema intestinal.

Cereales integrales en enfermedades autoinmunes

Los cereales integrales normalmente no se consumen en dietas autoinmunes porque contienen gluten o proteínas similares que se encuentran en todos los cereales (prolaminas). Si se toman, los más aconsejables son el arroz blanco y el arroz semi integral. Si se realiza una dieta de exclusión de estos alimentos (cereales, legumbres, frutos secos,etc.), los granos se reintroducirán lentamente y por separado para valorar cuáles sientan bien y cuáles deben evitarse (A valorar por la dietista nutricionista)

Legumbres en enfermedades autoinmunes

Las legumbres que mayor preocupación presentan por el tema de antinutrientes son las habas, la soja y las alubias. Estos sería mejor evitarlos debido a que tienen más contenido de estos componentes. Probar tolerancia a los derivados de soja, como el tofu o el tempeh, ya que suelen contener menos antinutrientes.

Los guisantes, los garbanzos y las lentejas, aunque son legumbres, tienen pocos antinutrientes y normalmente se pueden consumir en la dieta sin problemas. Sí que es muy recomendable un remojo previo de unas horas, con agua tibia.

Frutos secos y semillas en una enfermedad autoinmune

Existen muchas otras semillas en la alimentación, como el cacao, los frutos secos, el sésamo, las semillas de calabaza (zapallo), de girasol,… Tostar los frutos secos y semillas destruye sus antinutrientes (no freír ni añadirles sal).

Otra opción es activar las semillas con un remojo previo (preferiblemente toda la noche) para mejorar su digestibilidad y eliminar antinutrientes.

Proceso para mejorar la digestibilidad de granos y semillas

Algunos expertos recomiendan, además de no consumir aquellas legumbres con más antinutrientes, tratar las semillas para que contengan aún menos antinutrientes. De ese modo serán más nutritivos. Para ello se debe realizar un tratamiento para mejorar su digestibilidad. Es decir, eliminar su contenido en antinutrientes (lecitinas, fitatos, inhibidores de proteasas, etc.).

*Más información: Semillas en enfermedades autoinmunes

Ejemplos de menús para dietas autoinmunes

Una dieta saludable se puede practicar de muchas formas distintas, todas ellas pueden ser adecuadas. A continuación se da un ejemplo de menú y un listado de recetas para enfermedades autoinmunes. ¿Qué infusiones son mejores de tomar? ¿Qué comer los días festivos o especiales? ¿Qué dulces podemos preparar sin gluten ni lácteos?

Ejemplos de menús para dietas autoinmunes

Alimentos saludables que pueden sentar mal

Los siguientes alimentos son saludables, pero se ha observado que pueden causar cierta intolerancia en determinadas personas. Se ha descrito que las fresas pueden sentar mal porque son las frutas que presentan más restos de plaguicidas y contaminantes de su procesado. Si se consumen, sólo se recomiendan silvestres, de cultivo propio del huerto, o de cultivo ecológico.

Solanáceas para enfermedades autoinmunes

Las hortalizas de la familia de las solanáceas (que son la berenjena, pimiento, tomate, patatas) contienen un alcaloide que a veces se desaconseja, aunque tampoco debe seguirse estrictamente esta norma ya que la cocción destruye este componente, llamado solanina.

Se debería evitar consumir las patatas verdes y las que tienen grillos porque contienen gran cantidad de solanina. Tampoco comer tomates verdes, que presentan mayor contenido en solanina que los tomates maduros o rojos.

Se recomienda consumir bebidas vegetales con calcio o leche de coco en lugar de utilizar de crema de leche o nata.

*Información relacionada:

– Lácteos en enfermedades autoinmunes

– Solanáceas e inflamación

– Alimentos prohibidos en enfermedades autoinmunes

– Tratamiento natural de las enfermedades autoinmunes

– Leche y lácteos en enfermedades intestinales

– Avena y enfermedades autoinmunes

– Cómo eliminar antinutrientes de los alimentos

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Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

21 mayo, 2021