Contenidos
- 1 ¿EL ASPARTAMO PUEDE PRODUCIR CÁNCER?
- 1.1 ¿Qué es el aspartamo?
- 1.2 El aspartamo es un edulcorante artificial
- 1.3 ¿Para qué sirve tomar aspartamo?
- 1.4 Aspartamo: ¿puede provocar cáncer?
- 1.5 Estudio científico sobre el aspartamo y su relación con el cáncer
- 1.6 Controversia entre estudios científicos
- 1.7 Reportaje sobre el aspartamo: Nuestro veneno cotidiano
- 1.8 Más información sobre el aspartamo
¿EL ASPARTAMO PUEDE PRODUCIR CÁNCER?
¿Qué es el aspartamo?
El ASPARTAMO, aspartame o nutrasweet (E 951) es un edulcorante de síntesis química descubierto por una empresa farmacéutica. La FDA aprobó este aditivo en 1981.
Dado que es una molécula » nueva», que se consume desde hace poco más de 30 años, sus efectos para la salud a largo plazo son desconocidos.
Desde un punto de vista saludable, los productos industriales no se deben consumir con frecuencia, ya sea por la confusión que generan sus aditivos, o por el azúcar que contienen, o por las grasas saturadas, o las grasas hidrogenadas, etc. De cualquier manera, aportan calorías vacías, es decir, sin vitaminas ni minerales. |
El aspartamo es un edulcorante artificial
Ningún alimento en la naturaleza contiene aspartamo, sólo se puede obtener biotecnológicamente en laboratorios.
Químicamente, el aspartamo es un dipéptido artificial, es decir, que está formado por dos aminoácidos, el ácido aspártico y fenilalanina.
Para una visión global del problema del aspartamo, les recomendamos el artículo: ¿Por qué el aspartamo es malo para la salud?
¿Para qué sirve tomar aspartamo?
El aspartamo es un edulcorantes, es decir, que tiene sabor dulce sin ser un azúcar. Esto presentaría una ventaja para las personas con obesidad, diabetes o problemas con el consumo de azúcar en general.
Pero actualmente, su utilización se ha disparado hasta el punto de que lo podemos encontrar en muchos productos, por lo que muchas personas, a cualquier edad y con o sin estos problemas de salud, son susceptibles de tomar aspartamo.
Aspartamo: ¿puede provocar cáncer?
Una de las acusaciones populares al aspartamo son que este aditivo provoca cáncer, concretamente parece que aumenta el riesgo de padecer tumores cerebrales en personas vulnerables.
La Fundación Europea Ramazzini, una institución privada especializada en la cancerología ambiental, concluye en dos estudios que el aspartamo aumenta la incidencia de linfomas y leucemia en las ratas, y en las ratas hembra, aumenta el número de casos de cáncer de mama.
Estudio científico sobre el aspartamo y su relación con el cáncer
El primer estudio se realizó en 2005 con 1.800 ratas a las que se les administró una dosis de aspartamo cercana a la IDA (Ingesta Diaria Admitida de aditivo). Se estudió la vida de los animales hasta su muerte natural. El segundo estudio se realizó en 400 hembras embarazadas y se hizo el seguimiento de sus crías.
Los estudios se hicieron con un grupo de control, es decir, un grupo al que no se les administró aspartamo, para comprobar la diferencia de resultados.
Los resultados mostraron una relación del aspartamo con el cáncer. Pero estos estudios fueron rechazados por la EFSA (el organismo de control europeo). El motivo fue que, según la EFSA, los animales experimentados sufrían enfermedades pulmonares y renales que podrían alterar los resultados. En unas declaraciones explican que «la enfermedad respiratoria es el origen de los tumores».
El director del estudio defiende sus resultados explicando que estas enfermedades son naturales en la edad avanzada de estos animales. Los problemas pulmonares y renales estaban presentes en ambos grupos (el grupo de control y el grupo al que se les administraba aspartamo), pero sólo desarrollaron cáncer los que tomaban aspartamo.
Controversia entre estudios científicos
Además de la controversia de resultados, otro de los factores que contribuyen a la desconfianza sobre la seguridad del aspartamo son declaraciones como las que leeremos a continuación:
Según el psiquiatra Ralph Walton, tras analizar la documentación científica sobre el aspartamo, afirma: » Hay una correlación del 100% entre los resultados de los estudios y el origen de la financiación: todos los estudios financiados por la industria del aspartamo concluyen que no provoca ningún problema de salud, y el 100% de los estudios independientes concluye que sí provoca un problema de salud».
Esta correlación directa entre los resultados y la fuente de financiación de los estudios podría suponer que la literatura científica está contaminada por estudios manipulados, mal planteados, o datos malinterpretados.
Reportaje sobre el aspartamo: Nuestro veneno cotidiano
Por otro lado, la periodista de investigación Marie-Monique Robin descubrió que algunos miembros del comité de la EFSA están relacionados con multinacionales del sector de la industria química, agroquímica o incluso uno de los miembros del comité fue el principal fabricante de aspartamo. Según su investigación, de 26 miembros, 21 tendrían relación directa con empresas del sector.
En su reportaje «Nuestro veneno cotidiano» (2010), la periodista entrevista a un miembro de la EFSA que confirma la relación de algunos miembros con la industria alimentaria.
Explica que en estos casos, los miembros del comité no intervienen en la decisión, pues el conflicto de interés que plantearía esta situación podría hacer dudar de la credibilidad de estos organismos de control.
De cualquier manera, para observar los efectos negativos del aspartamo se deben tomar altas dosis de edulcorante, que generalmente no se administran a través de los alimentos con un consumo ocasional o esporádico.
*Más información: Pirámide nutricional de alimentación
Más información sobre el aspartamo
Para más información sobre este tema recomendamos:
Artículos de Botanical-online:
Documental:
- Notre poison quotidien ( Nuestro veneno cotidiano), publicado en 2010 por la periodista de investigación francesa Marie-Monique Robin.
Estudio:
- Direct and indirect cellular effects of aspartame on the brain. Department of Anatomy, University of Pretoria, Gauteng, South Africa. Publicado en: European Journal of Clinical Nutrition (2008) 62, 451–462; doi:10.1038/sj.ejcn.1602866. Disponible por internet desde: 8 August 2007
Más información sobre EL ASPARTAMO.
25 marzo, 2019