Contenidos
- 1 ¿Qué se puede comer para evitar tener cáncer?
- 1.1 ¿Qué es una dieta anticancerígena?
- 1.2 ¿Dieta para curar el cáncer?
- 1.3 ¿Qué factores que influyen en que aparezca cáncer?
- 1.4 Dieta anticancerígena para evitar la aparición del cáncer
- 1.5 Vegetales anti-cáncer
- 1.6 Verduras de invierno o crucíferas
- 1.7 Alimentos ricos en vitaminas antioxidantes y polifenoles
- 1.8 Polifenoles contra el cáncer
- 1.9 La cúrcuma contra el cáncer
- 1.10 Ajos y cebollas, los alimentos medicina
- 1.11 La dieta anti-cáncer es rica en fibra y pobre en grasas
- 1.12 Dietas ricas en grasa y cáncer
- 1.13 Un estilo de vida anti-cáncer debe ser activo, no sedentario
- 1.14 Alcoholismo, consumo de alcohol y cáncer
- 1.15 Tabaquismo y cáncer
¿Qué se puede comer para evitar tener cáncer?
¿Qué es una dieta anticancerígena?
Una dieta anticancerígena es aquella que ayuda a prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer.
Esta dieta no solamente debe ser rica en antioxidantes y alimentos protectores, sino que debe considerar las pautas dietéticas y de estilo de vida necesarias para evitar factores de riesgo como el alcohol, el tabaco, relaciones sin protección, medicamentos o suplementos sin consejo médico, la obesidad y el sedentarismo.
¿Dieta para curar el cáncer?
La comunidad científica mundial está conforme en que el consumo de frutas y verduras tienen efectos protectores contra muchos tipos de cáncer, además de otras enfermedades.
No obstante, una vez se ha producido la enfermedad, probablemente la alimentación no es suficiente para vencerla. Es decir, cuando se tiene cáncer, solamente con la dieta no es posible tratar esta enfermedad.
La dieta durante el tratamiento del cáncer puede ayudar a prevenir los efectos secundarios del tratamiento y a mejorar su efectividad.
¿Qué factores que influyen en que aparezca cáncer?
En 1981, los científicos R. Doll y R. Peto publicaron en la revista «Journal of the U.S. National Cancer Insitute» un estudio sobre los factores ambientales causantes del cáncer. Una de las conclusiones más importantes que se puede extraer de este estudio es que la dieta, el tabaco y el alcohol son los responsables de casi el 70% de las muertes por cáncer.
El estudio se acompañaba de una tabla, con la importancia de los carcinógenos según su porcentaje de todas las defunciones por cáncer:
Importancia de los carcinógenos ambientales conocidos | |
---|---|
Factores cancerígenos | Porcentaje de todas las muertes por cáncer |
Dieta | 35 |
Tabaco | 30 |
Infecciones | 10 |
Historia de relaciones y reproductiva | 7 |
Profesión | 4 |
Alcohol | 3 |
Factores geofísicos | 3 |
Contaminación | 2 |
Aditivos alimentarios | 1 |
Medicamentos, intervenciones médico-quirúrgicas | 1 |
Productos industriales | 1 |
Dieta anticancerígena para evitar la aparición del cáncer
Comer abundantes frutas y verduras. Las frutas y las verduras tienen un papel protector frente el cáncer que actúa desde diferentes sistemas:
Por una parte, estos alimentos contienen muchos antioxidantes, que pueden ser vitaminas (vitamina C, vitamina E…), flavonoides (betacarotenos, quercetina…) o otros principios con estos efectos.
Por otro lado, una dieta rica en frutas y verduras también es rica en fibra, que protege contra ciertos tipos de cánceres, especialmente contra los que afectan al aparato digestivo.
Los alimentos con antioxidantes se deben tomar durante todo el día, no es suficiente sólo con «un zumo de naranja por la mañana».
Vegetales anti-cáncer
Entre los vegetales más anticancerígenos tenemos los siguientes:
Verduras de invierno o crucíferas
La col, el brócoli, y muchas verduras de la familia de las crucíferas están estrechamente relacionadas con la prevención del cáncer. El papel protector de estas verduras contra el cáncer es debido unos componentes que contienen, llamados glucosinolatos. Durante la digestión, los glucosinolatos se descomponen en isotiocianatos, tiocianatos o indoles.
Estas sustancias tienen sabor picante (característico de la col, la mostaza, los rabanitos, y todas las verduras de esta familia).
Los isotiocianatos e indoles nos protegen frente algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, los glucosinolatos del brócoli (glucorafanina y glucobrasicina) se descomponen en sulforafano y en indol-3-carbinol, protectores contra el cáncer de pulmón, de próstata y de colon.
Los indoles intervienen en la regulación de estrógenos, ayudando de esta manera a prevenir el cáncer de mama.
- Las verduras anticáncer son: coles (repollo), brécol, rábanos, nabos, coles de Bruselas, coliflores, col lombarda, rúcula, maca, etc.
Alimentos ricos en vitaminas antioxidantes y polifenoles
En general, las frutas y las verduras son los mejores aliados contra el cáncer. En particular, debemos aumentar las que nos aportan más bioflavonoides y vitamina C, uno de los antioxidantes más importante de nuestra alimentación.
Alimentos antioxidantes para el cáncer de estómago
Aunque no se ha podido comprobar que un aporte de nutrientes con poder antioxidante, tenga efectos directos en la no aparición del cáncer gástrico, si es conocido su amplio efecto protector contra agresiones como las de los radicales libres que puedan perjudicar nuestra salud.
Puede ser que esto se deba al tipo de antioxidante al que nos refiramos, es decir, existen varias sustancias o alimentos que pueden aportarnos dichos efectos antioxidantes beneficiosos, pero no todas ellas son iguales, provienen del mismo alimento y nos afectan del mismo modo.
Por ejemplo, los alimentos ricos en vitamina E, como el aceite de oliva virgen, tienen acción antioxidante, además por encontrarse en alimentos con una alta concentración de grasa, también nos confieren su acción hidratante y lubricante. Con lo cual, puede que su efecto antioxidante no sea suficientemente preventivo, pero también tiene otras cualidades que ayudan a mantener la mucosa digestiva en buen estado, disminuyendo una posible irritación gracias a su acción lubrificante.
Los alimentos que son ricos en vitamina C, que también tiene efectos antioxidantes, pero además, estimula tanto la producción de defensas en nuestro organismo, como la cicatrización de los tejidos dañados. Lo cual, más allá de su beneficiosa acción antioxidante contra los radicales libres y sus efectos negativos a diversos niveles, por una parte se traduce en una mejora y aumento de la inmunidad de nuestro cuerpo, en su capacidad para hacer frente a agresiones externas que puedan aparecer y por lo tanto, una mejora beneficiosa frente a las enfermedades, y por otra parte, ayuda a cicatrizar y curar las heridas o ulceraciones que puedan aparecer por diversos motivos.
Los alimentos ricos en vitamina A, más concretamente en betacarotenos (provitamina A), además de compartir con los anteriores ejemplos su capacidad antioxidante, estimula la regeneración de tejidos y mucosas, es decir, si se produce una “herida” (en éste caso a nivel gástrico), nos ayudará a curar los tejidos afectados o al menos ralentizará o nos prevendrá frente a su aparición temprana. Por lo que, aunque sea por su carácter protector y regenerador de tejidos y mucosas, se recomienda que en nuestra alimentación se integre el consumo de frutas, verduras, hortalizas y tubérculos ricos en esta sustancia. Además, también aportaremos sus beneficiosos efectos antioxidantes.
En conclusión, una dieta rica en alimentos que nos aporten estas sustancias y sus correspondientes efectos preventivos, nos ayudan a prevenir la aparición no solo del cáncer sino de un sinfín de enfermedades.
- Los alimentos ricos en vitamina C son: la acerola, el escaramujo, los pimientos, las frutas de la familia de los cítricos (limón, mandarina, naranjas, etc.) y la guayaba, entre otros.
*Más información: Vitaminas contra el cáncer
Polifenoles contra el cáncer
Los polifenoles son otro tipo de componentes que nos aportan las plantas. Algunas de estas sustancias muestran potentes propiedades para inhibir ciertos tipos de cáncer:
- Frutas ricas en ácido elágico, que protege frente al cáncer de pulmón, de hígado, de piel y del esófago. Los alimentos más ricos son: Fresas, frambuesas, granadamoras, arándanos, açaí, guayaba, madroño y en los frutos secos (sobre todo las nueces y las nueces pecanas)
- Resveratrol: Es un flavonoide que se encuentra en altas dosis en los arándanos, en las uvas y las pasas.
- Licopeno, un flavonoide presente en el tomate (más concentración en el cocido), pimientos rojos asados y sandías.
- Té verde: El té verde protege contra el cáncer pulmón, esófago, duodeno, páncreas, hígado, cáncer de mama, colon, y piel.
- El té contiene catequinas, pero en particular, un tipo de catequina (epigalocatequina galata) con potentes efectos neutralizadores de los radicales libres que se generan en el cuerpo. Por este motivo, en una dieta anti-cáncer es recomendable sustituir el café por el té verde.
- Betacarotenos: Los alimentos ricos en carotenos previenen la aparición de ciertos tipos de cáncer.
- Estos alimentos no sólo previenen el cáncer, sino que también para ayudan a reparar el daño por la quimioterapia. Entre los vegetales más ricos tenemos los de color verde oscuro (espinacas, acelgas, algas marinas, coliflor, brécol, etc.) y los de color naranja, como las zanahorias, calabazas, melocotones, albaricoques y papayas.
La cúrcuma contra el cáncer
La cúrcuma es una de las especias con más poder anticancerígeno. Sus propiedades son debidas a que contiene curcumina y curcuminoides, pigmentos de color amarillo con efectos antioxidantes, antiinflamatorios y hepatoprotectores.
La cúrcuma no solamente es adecuada en la dieta anticáncer, sino que también se recomienda durante el tratamiento de éste porque mejora el estado de salud del organismo y repara los daños ocasionados por la quimioterapia.
Ajos y cebollas, los alimentos medicina
Los componentes azufrados del ajo y la cebolla mejoran la circulación y la nutrición de los tejidos, fortalecen la salud, aumentan el sistema inmunitario y ayudan a eliminar los tóxicos del organismo.
Estudios recientes parecen asociar el consumo del ajo con la inhibición del cáncer de estómago, hígado y mama. El flavonoide quercetina, por sus efectos antioxidantes, también parece jugar jugar el mismo papel en este sentido (El vegetal más rico en quercetina es la cebolla).
Los puerros y otras plantas de la misma familia también tienen estas propiedades.
La dieta anti-cáncer es rica en fibra y pobre en grasas
Las dietas muy ricas en grasas y pobres en fibra son una de las principales causas de cáncer de colon.
Una dieta rica en vegetales, que son naturalmente ricos en fibra, es un factor protector frente al cáncer. Consumir abundantes cereales, verduras, frutas, poca carne y poco pescado, configura una flora intestinal muy saludable, porque principalmente se compone de bacterias saludables (Lactobacilos y bifidobacterias).
Estas bacterias fermentan la fibra de los alimentos y generan gases, que son necesarios para el buen estado de los intestinos y para aumentar la inmunidad.
Dietas ricas en grasa y cáncer
Las dietas ricas en grasas de mala calidad son un factor de riesgo de cáncer. Comer mucha grasa aumenta la secreción de bilis, que en el intestino, favorece el crecimiento de bacterias no saludables (este tipo de flora no tiene los beneficios de las bacterias comentadas anteriormente). Los ácidos biliares también podrían aumentar la solubilidad de algunos componentes cancerígenos.
Si esta dieta va acompañada de problemas de estreñimiento, el factor de riesgo es mayor debido a que los tóxicos permanecen más tiempo en el intestino. Por estos motivos, se debe evitar comer alimentos con mucha grasa, como hamburguesas, carnes grasas, embutidos, quesos grasos, frituras, helados o bollería.
En caso de tomar estos alimentos, se deben acompañar de vegetales, porque previenen el estreñimiento y equilibran la dieta. El mejor postre para acompañarlo será una pieza de fruta rica en vitamina C y fibra, como una naranja.
- Las grasas anticáncer son las nueces, el aguacate (palta) o el aceite de oliva. Estos alimentos, además de vitamina E (antioxidante), aportan grasas esenciales que ayudan al organismo a prevenir y luchar contra enfermedades.
- Comer yogur ayuda a aumentar las bacterias saludables en nuestro intestino. El yogur con bífidus, además, previene el estreñimiento. Receta: Yogur con papaya.
Un estilo de vida anti-cáncer debe ser activo, no sedentario
Caminar una hora al día aporta muchos beneficios a corto y a largo plazo, entre los que podemos citar: mejoría del estado de ánimo, reduce el estrés, previene la depresión, reduce el apetito, ayuda a perder peso, reduce el colesterol, protege de la obesidad y de enfermedades cardiovasculares, etc.
Además, dar un paseo por el sol nos hace fabricar vitamina D o vitamina solar, que también es antioxidante y protege frente la osteoporosis. Basta con 15 minutos al sol para generar toda la vitamina D que necesitamos.
Alcoholismo, consumo de alcohol y cáncer
El alcoholismo es un factor de riesgo de cáncer de hígado y de enfermedades hepáticas. A mayor graduación, mayor riesgo de cáncer. Es un hábito preocupante la creciente moda entre los más jóvenes de tomar altas dosis de alcohol habitualmente.
A mayor graduación alcohólica, mayor es el factor de riesgo de cáncer de hígado.
- Una persona que no bebe alcohol tiene un factor de riesgo de valor 1.
- Los bebedores de cerveza tienen un factor de riesgo de 10.
- Los bebedores de vino tienen un factor de riesgo de 15.
- Los bebedores de whisky tienen un factor de riesgo de 25.
- Los bebedores de coñac y licor tienen un factor de riesgo de 50.
Tabaquismo y cáncer
El tabaquismo es el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón, y la primera causa de enfermedades respiratorias graves. El tabaco causa el 30% de cánceres. Se debe evitar su consumo o procurar reducirlo lo más posible. Las personas que fuman deben tomar alimentos ricos en vitamina C y betacarotenos.
Más información sobre alimentación para el cáncer.
9 diciembre, 2020