El cultivo de la zarzamora

Cultivo de Rubus fruticosus

	Arbusto caduco provisto de tallos leñosos, angulares y con fuertes espinas, tiernos en la juventud. A medida que crecen, por su propio peso, se van doblando hacia la tierra. Hojas compuestas de 5 foliolos ovados con dientes con nervios bien marcados. Haz brillante y sésil; envés con pilosidad blanquecina. Flores de hasta unos 3 cm de color blanco o rosado, con 5 pétalos y 5 sépalos, reunidas en racimos al final de las ramas. Frutos carnosos negros constituido por pequeñas drupas reunidas alrededor de un eje común (polidrupas). Florece desde el mes de mayor hasta bien entrado el octubre.
	Aunque puede crecer solamente con el agua de la lluvia, para un crecimiento óptimo prefiere un riego regular en el que el suelo se mantenga siempre fresco.
	Por sus frutos
	Directamente al sol.
	Reproducir mediante esquejes o chupones en invierno o semillas en primavera. Es mejor cortar las ramas a ras de suelo después de la fructificación para incentivar el crecimiento de ramas jóvenes, más productivas y evitar que la planta se extienda demasiado mediante el desarrollo de chupones a partir de las ramas que tocan el suelo. En muchos casos, de no existir un control adecuado, se convierte en una planta invasora.
	Suelos bastante ricos con un buen drenaje.
	Planta alimentaria (Más información)