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¿Qué tipo de problemas pueden tener los rosales?
Las rosas son flores delicadas y aromáticas, muy decorativas de los jardines, y que en general presentan pocas complicaciones de cultivo, cuando las condiciones le son favorables. No obstante, es posible que aparezcan enfermedades y plagas.
Remedios para las enfermedades y plagas
Ante una afectación de la planta, lo primordial es detectar el agente causante, es decir, qué tipo de bacteria, hongo, insecto o animal, está ocasionando daños en la planta. Otras veces, los cambios de coloración o el marchitamiento de la planta pueden ser ocasionados por déficits de nutrientes.
En caso de un ataque biológico, se recomienda utilizar tratamientos ecológicos contra plagas. Si faltasen nutrientes en el suelo, un buen remedio ecológico sería el purín de ortigas casero.
En cualquier caso, a continuación se detalla el tratamiento para cada tipo de afectación:
Abeja cortadora de hojas
La abeja cortadora de hojas (Megachile centuncularis), de aspecto parecido a la abeja melífera, daña las hojas de los rosales para hacer su nido, recortándolas con gran precisión. Sin embargo, los daños que ocasiona en la planta, en general, no son importantes. Si fuese un problema, como medida de protección se recomienda aplicar barreras físicas (una malla), antes que echar insecticida, que dañaría otros insectos polinizadores (incluso a nosotros mismos, si no los aplicamos con extema precaución).
Hongos que atacan al rosal
La roya es una enfermedad fúngica producida por el hongo Phragmidium mucronatum. Este hongo ataca los rosales ocasionando manchas de color amarillo en el haz de las hojas y abultamientos con esporas amarillentas por el envés que, progresivamente, a medida que avanza el otoño, se van oscureciendo y producen la caída prematura de las mismas. Los tallos afectados contienen callosidades y presentan una falta de vitalidad considerable.
Es importante eliminar las hojas caídas, donde se encuentran invernando la mayoría de las esporas, para evitar la futura infección. Es vital proporcionar un riego adecuado para evitar que las raíces se encuentre sobre un terreno demasiado reseco. (Acolchar adecuadamente los rosales favorece la retención de la humedad del suelo) Igualmente, no debemos permitir que se encharque el suelo.
Proporcionar una buena aireación espaciando bastante los ejemplares es una buena forma de proteger los rosales contra el contagio. Resulta de mucha ayuda la aplicación de un abono foliar en la época de crecimiento para aumentar la vitalidad de las plantas y que puedan resistir mejor la infección.
El tratamiento de la infección supone la utilización de fungicidas, como el thiram, zineb y, principalmente, aquellos que contienen oxicarboxina.
Oídio del rosal
Los rosales pueden estar afectados por el hongo Sphaerotheca pannosa, conocido como oídio, que puede atacar tanto a las hojas como, los brotes jóvenes o las flores. Se produce especialmente en ejemplares que tienen las raíces sobre suelo seco de ahí que afecta mayormente a los rosales plantados junto a los muros dado que la mayor insolación produce una mayor evaporación de la humedad del terreno.
Para evitar esta enfermedad se debería mantener una mayor humedad en el suelo, lo que puede favorecerse con un riego y un acolchado adecuado. Es conveniente plantar especies resistentes como Dorothy Perkins, Frenshan, Simon Fraser, En caso de contagio conviene utilizar cuanto antes un fungicida adecuado (benomyl, metiltiofanato, triforina, dinocap, etc.) Para evitar posibles futuros brotes se debe cortar y eliminar el material infectado.
Negrón del rosal
Costras negras sobre las hojas que producen su caída.
Plagas del rosal: pulgones
Los pulgones que se colocan sobre las hojas, brotes y yemas.
Tratamiento de estas enfermedades: Cortar las partes afectadas y aplicar insecticida (Consultar el insecticida adecuado en una floristería)
21 febrero, 2023