Contenidos
- 1 Cultivo y cuidados del roble
- 1.1 Roble: Utilización, variedades y especies
- 1.2 Usos del roble en jardinería
- 1.3 Características del roble
- 1.4 Floración del roble
- 1.5 El roble: Riego y humedad
- 1.6 Temperatura y exposición de los robles
- 1.7 Reproducción: plantación y poda del roble
- 1.8 ¿Se puede trasplantar el roble?
- 1.9 Riego durante los primeros meses
- 1.10 Tipos de terreno y abonos del roble
Cultivo y cuidados del roble
Roble: Utilización, variedades y especies
Los robles son árboles que se utilizan principalmente por su madera. El roble carballo presenta una madera de mucha calidad apta para trabajos de carpintería y para realizar muebles.
Igualmente, el roble se ha utilizado tradicionalmente para confeccionar herramientas. Su corteza y sus hojas poseen propiedades medicinales. Para más información sobre estos aspectos consultar el listado inferior, donde se ofrece un estudio detallado sobre su utilización, especies de robles y usos terapéuticos de esta planta.
Majestuoso roble (Quercus robur) en el jardín botánico de Kew.
Usos del roble en jardinería
En jardinería se utiliza esta planta como árbol de plazas o jardines de grandes dimensiones. Es un árbol que tiene un porte muy grande que puede llegar a los 40 metros y produce una copa muy amplia por lo que necesita espacio. El conjunto de sus raíces es muy alargado y muy potente y puede estropear las construcciones cuando se planta junto a éstas.
Características del roble
Árbol perenne de la familia de las Fagáceas de hasta 45 m de altura. Tallos erectos con corteza llena de fisuras y arrugas, gris clara en la juventud y más oscura a medida que el árbol se hace mayor. Hojas alternas, lobuladas, sésiles, con lóbulos redondeados y peciolo muy corto, provistas de 2 aurículas a la base mas grandes que el peciolo de hasta unos 12 cm. Frutos en amento, de color amarillo-verdoso. Frutos secos en núcula (bellotas), reunidas en grupos de 1 a 3 sobre el mismo pedúnculo.
Floración del roble
El árbol empieza a florece a principios de primavera y esta completamente florecido el mes de mayo. Las bellotas maduran a finales de verano y se recogen a principios de otoño.
El roble: Riego y humedad
El roble carballo necesita disponer de una adecuada humedad en el suelo. Prefiere los lugares donde se producen precipitaciones entre los 600 y los 1000 litros anuales. Sin embargo, no soporta que los suelos estén inundados.
Ilustración de la planta
No gusta los veranos demasiado secos y los ambientes donde exista poca humedad ambiental, aunque resiste la sequía si esta bien adaptado.
Prefiere las tierras húmedas y los lugares donde exista humedad en el ambiente, por este motivo lo podemos encontrar en las laderas de los bosques junto con otros árboles que puedan retener la humedad del suelo. Es habitual verlo crecer en hondonadas junto a los cauces fluviales.
Temperatura y exposición de los robles
El roble es un árbol que prefiere una exposición soleada cuando se ha desarrollado, aunque cuando es muy joven un poco de sombra le puede ir bien. No le gusta las zonas demasiado calurosas en verano porque le molestan las temperaturas superiores a los 25ºC.
Es bastante resistente al frío pudiendo aguantar hasta los -15 ºC., si bien su temperatura ideal se sitúa entre los 18 y 20 ºC. Puede ser plantado en lugares donde se produzcan fuertes vientos, aunque no soporta los vientos marinos salinos.
Reproducción: plantación y poda del roble
Los robles se pueden obtener a partir de semillas a finales de invierno. Las semillas de estos árboles no deben dejar secarse pues pierden rápidamente su capacidad germinativa. Lo mejor es plantarla fresca directamente en el lugar donde va a estar su emplazamiento definitivo.
Aunque puede plantarse en semillero, su raíz principal es tan profunda que prefiere ser trasplantada prontamente. No debería dejarse crecer fuera de su emplazamiento final más de dos años.
Las bellotas son las semillas del roble.
¿Se puede trasplantar el roble?
Es un tipo de árbol que no debería trasplantarse, pues es muy difícil hacerlo sin dañarle sus largas raíces lo que determina que, en la mayoría de los casos, se adapta muy mal a los nuevos emplazamientos.
Si se prefiere plantar inicialmente en un contenedor, es mejor escoger macetas hondas, como mínimo de 10 cm de profundidad. La tierra debe estar bien suelta para que la semilla se pueda introducir unos centímetros, después se debe tapar con tierra y un poco de abono.
Riego durante los primeros meses
Se regará bien la planta y se dejará en un lugar donde la temperatura se mueva entre los 12 y los 15 ºC, para ello deberá introducirse el contenedor en el invernadero o en una caja de jardinería tapada con un cristal.
Con la finalidad que puedan germinar mejor las semillas de los robles deben escarificarse. La escarificación en este caso consiste en realizar una pequeña incisión con una hoja de afeitar o una navaja para que la humedad penetre en el interior de la misma y comience el proceso de germinación.
Los robles no deben podarse más que lo justo para quitar aquellas ramas que se encuentren dañadas.
Tipos de terreno y abonos del roble
Prefieren los suelos profundos, húmedos y con un buen drenaje. No deberían plantarse en suelos poco profundos.
Prefiere los suelos arcillosos y no le gustan los suelos ácidos ricos en turba o los calcáreos.
Más información sobre el roble.
31 enero, 2022