Contenidos
- 1 Como cuidar de las hayas
- 1.1 Haya. Características
- 1.2 Principales variedades de haya:
- 1.3 Haya. Riego y humedad
- 1.4 Haya. Ambiente y exposición
- 1.5 Haya. Usos
- 1.6 Haya. Reproducción y cuidados
- 1.7 Haya. Suelo y abonado
- 1.8 Haya. Plagas y enfermedades
- 1.9 El chancro del haya
- 1.10 «Beech leaf disease» (La enfermedad de la hoja de la haya)
Como cuidar de las hayas
Haya. Características
Árbol de hojas caducas de la familia de las fagáceas de hasta 30 m de altura, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar los 40. Tallos erectos con corteza lisa de color gris. Yemas puntiagudas y estrechas de color marrón rojizo.
Foto de árbol de haya (Fagus sylvatica) |
Hojas alternas, ovaladas, de hasta 9 cm de longitud, de margen ondulado, sin dientes, con una característica vellosidad en los márgenes, especialmente cuando son jóvenes y, a veces inexistentes al madurar. Las hojas muestran un nervio central bien marcado del que nacen nervios laterales paralelos. Son de color verde brillante por el haz, sin pilosidad; de color más claro por el envés con los nervios donde los nervios poseen una abundante pilosidad de color blanco plateado.
Flores separadas en el mismo árbol (árbol monoico). Las flores masculinas largamente pecioladas y reunidas en globos con numerosos estambres provistos de anteras amarillas. Flores femeninas reunidas en grupos de 1 a 3 en espigas sobre pedúnculos más cortos. La floración se produce al final de primavera y son polinizadas por el viento. (Polinización anemófila)
Frutos en nuez (hayucos) de entre 1 y 2 cm de diámetro. Reunidos en grupos de 1-3 dentro de La parte externa esta cubierta por una cúpula de textura papirácea y dotada de unos filamentos endurecidos parecidos a espinas no puntiagudas. La cúpula dispone de 4 valvas que, al abrirse liberan los frutos
Zona de distribución del haya (Fagus sylvatica)
Principales variedades de haya:
Las principales variedades de haya son las siguientes:
- Fagus sylvatica F. purpurea: de forma redondeada y con hojas verde-purpúreas que se vuelven de color cobre en otoño. Especie que prefiere lugares soleados. Se planta en grandes parques o como seto.
- Fagus sylvatica «Tricolor«: de tamaño menor que la anterior, presenta hojas de color amoratado con bordes rayados de tonos crema y rosa.
- Fagus sylvatica «Dawyck»: Otra especie que presenta hojas purpúreas más oscuras. La copa presenta un aspecto más estilizado.
- Fagus sylvatica «Riversii»: Es la que presenta hojas purpúreas más oscuras.
- Fagus sylvatica «Pendula»: Presenta una copa en forma de paraguas de la cual cuelgan las ramas que llegan a tapar el tronco y alcanzar el suelo. Se le conoce como haya llorona.
- Fagus sylvatica «Aspleniifolia»: Sus hojas verde brillantes recuerdan a los de los helechos.
- Fagus sylvatica «Rotundifolia»: Con hojas verde brillantes pequeñas y redondeadas.
- Fagus sylvatica «Tricolor»: Hojas purpúreo-rosáceo con márgenes blanco-rosáceo.
- Fagus sylvatica «Pyramidalis»: Con la copa en forma piramidal.
- Fagus sylvatica «Tortuosa»: Variedad que cuenta con muy pocos ejemplares. Existen solamente unos 1500 repartidos en Francia, Alemania y Dinamarca. Son árboles mutantes con ramas tortuosas y colgantes que le proporcionan un aspecto misterioso, especialmente cuando se queda desnudo. Muy conocido son los especímenes «Faux de Verzy» en Reims.
Haya. Riego y humedad
El haya es el un árbol propio de los bosques caducifolios de hoja plana de clima templado. Dentro de este tipo de bosques nos encontramos con árboles tan característicos como las hayas (Fagus), robles (Quercus), Abedules (Betula) arces (Acer) etc.
Crece en terrenos húmedos, con precipitaciones anuales medias alrededor de los 1000 a 1200 litros. Necesita por lo menos unos 900 litros de precipitación anual para poder desarrollarse, excepto en los países nórdicos donde las temperaturas son menos elevadas y puede hacerlo con unos 500 litros. En otros enclaves situadas más al sur, con características de humedad y lluvia particulares, puede vivir con precipitaciones entre los 550 y 600 litros anuales.
A pesar de que es un árbol que necesita mucha humedad para desarrollarse, puede aguantar periodos secos cuando se encuentra bien arraigado, dado que sus raíces pueden buscar la humedad retenida en las capas más profundas del suelo. En zonas donde las precipitaciones son menores suele desarrollar raíces superficiales, muy destacadas especialmente en los ejemplares más viejos, para captar la humedad ambiental que se deposita sobre el suelo.
El suelo donde se plantan las hayas debe mantener una cierta humedad, aunque no resulta adecuados aquellos suelos que quedan anegados lo que conlleva la podredumbre de las raíces y la aparición de hongos.
Plantado en el jardín, necesitará ser regado abundantemente durante las épocas de crecimiento cuando es joven, especialmente durante el verano. A medida que vaya creciendo los riegos se irán disminuyendo. Los ejemplares adultos no necesitan ser regados cuando el régimen de lluvias sea adecuado.
Haya. Ambiente y exposición
Las hayas crecen a pleno sol o en semisombra, siendo capaces de adaptarse en lugares más umbríos cuando son jóvenes. Las variedades de hoja verde prefieren lugares más sombreados, mientras que las variedades de hoja rojiza prefieren los soleados.
Como árbol de clima templado, crece en aquellos lugares en que los veranos no sean muy calurosos y los inviernos muy fríos. No puede ser plantado en zonas con climas cálidos o en regiones con veranos muy fríos.
Los bosques de hayas crecen en estado natural en zonas de influencia de los vientos atlánticos que proporcionan abundantes lluvias bien repartidas a lo largo de todo el año. Puede crecer en lugares elevados de clima mediterráneo entre los 450 y 1800 metros de altitud. Para ello busca las laderas de las montañas orientadas al norte, donde el calor es menor y se mantiene la humedad durante más tiempo.
No pueden vivir con la falta de lluvias y el calor excesivo que caracteriza los periodos estivales del clima mediterráneo o con la falta de estacionalidad de climas más calurosos. Tampoco se adapta a los veranos tan fríos de latitudes boreales. Son tolerantes para los vientos, aunque, debido a que poseen raíces superficiales, pueden desarraigarlos con facilidad si no se encuentran bien establecidos, por ello es conveniente plantarlos debajo de algún árbol que los proteja cuando son jóvenes.
Las hayas no no soportan la salinidad del suelo o la salinidad ambiental, por ello es difícil encontrarlos al lado mismo de la zona costera.
Geográficamente, se suelen situar entre los 40º y los 55º de latitud norte. El dibujo de la columna de la derecha se muestra en color verde la zona de distribución de este árbol.
Haya. Usos
Puede utilizarse como árbol de sombra en grandes parques o jardines. Los bosques de hayas se explotan principalmente por su madera (Véase más información sobre madera de haya)
Como planta medicinal y alimentaria, fue muy utilizada en el pasado. (Véase más información de sus propiedades alimentarias y medicinales en el listado inferior)
Cultivo de hayas en maceta: Las hayas pueden cultivarse en maceta con la técnica del bonsái.
Haya. Reproducción y cuidados
Semillas de haya:
La reproducción puede llevarse a cabo mediante semillas y mediante injertos. En el caso de las semillas antes de sembrarse deben prepararse bien. Las semillas se recogen cuando estén bien maduras y se hayan abierto los frutos. Se almacenan en un lugar fresco y seco una vez eliminada la corteza.
Antes de sembrarlas es conveniente estratificarlas unos tres meses en frío y, posteriormente, estratificarlas unos días con calor. Para ello, se pueden guardar en la nevera envueltas en una mezcla de turba y perlita dentro de una bolsa de plástico bien húmeda. Es conveniente mantener la humedad constante por lo que deberá revisarse de tanto en tanto para comprobar que no falte agua. Pasado este tiempo, se colocaran un par de semanas en un lugar cálido para comenzar a activar la germinación.
Aunque pueden plantarse en semillero, y trasplantarse posteriormente, es conveniente sembrar las semillas estratificadas en su emplazamiento definitivo, una vez se haya preparado el suelo adecuadamente.
Las semillas también pueden plantarse sin estratificar en semillero o en su emplazamiento definitivo, aunque las posibilidades de germinación son menores.
En caso de plantaciones extensivas deberá mantenerse una distancia aproximada de unos 15 metros unas de otras. La germinación se producirá en primavera. Para evitar que el sol directo pueda estropear las plántulas pueden plantarse debajo de otros árboles. Cuando crezcan los irán eliminando al robarles la luz y atacarles con componentes tóxicos.
A medida que la plántula vaya creciendo, deberá regarse regularmente hasta que se encuentre bien establecida. El acolchado del suelo con mantillo permite mantener la humedad con mayor regularidad al mismo tiempo que evita la aparición de malas hierbas, mantiene el calor y facilita una mejor absorción de los nutrientes. Cualquier tipo de materia orgánica descompuesta o incluso las propias hojas de otras hayas pueden servir para esta finalidad.
Injertos de haya:
Los injertos de haya, en forma de injerto ingles de hendidura o enchapado, realizados sobre pies de haya previamente reproducidos con semillas, pueden comprarse en viveros especializados. Este tipo de reproducción consigue ejemplares que crecen con mayor rapidez al mismo tiempo que garantiza una mayor calidad genética de los mismos.
Tareas de mantenimiento:
Las hayas no toleran bien el trasplante, por lo que es mejor reproducirlos con los métodos anteriores. Reproducidas de una u otra manera, las hayas requieren poco mantenimiento. Durante los primeros años deberán eliminarse manualmente las hierbas que crezcan a su alrededor y mantener un riego adecuado. Debido a que este árbol desarrolla muchas raíces superficiales, se deberá evitar el laboreo con máquinas.
Las hayas, a diferencia de otras frondosas, como robles, sauces, fresnos o castaños, no rebrotan muy bien una vez cortados los troncos principales a ras de suelo o cerca de el para que rebroten nuevos vástagos y se consiga producir muchos troncos delgados y juntos a partir de un tronco principal.
Esta es la razón por la cual no se haya aplicado en los bosques de hayas la técnica de producción de vástagos, tan habitual en los otros árboles mencionados. Por ello la mayoría de hayas en los bosques actuales son ejemplares adultos con un tronco principal bien definido y bastante separados uno del otro.
Las hayas pueden podarse si se desea un crecimiento vertical. Para ello se eliminarán ramas laterales e inferiores y se dejará el tallo principal. Dado que admiten ser podadas, muchas veces se utilizan en algunos países en la construcción de setos, especialmente las variedades purpúreas.
Haya. Suelo y abonado
Las hayas prefieren los suelos con una ligera acidez aunque soportan los terrenos alcalinos. Necesitan suelos ricos, profundos, bien disgregados y frescos tales como los arenosos y margosos. No se adaptan en terrenos muy compactos, sean arcillosos o limosos.
Estos árboles tienen una gran capacidad para extraer los nutrientes del suelo y del ambiente, de manera que, los ejemplares adultos prácticamente no necesitarán ser abonados. Los ejemplares más jóvenes resultan favorecidos con la adición de abonos nitrogenados como el estiércol bien hecho.
Haya. Plagas y enfermedades
Las hayas son árboles muy resistentes que no presentan muchos problemas con respecto a las plagas y enfermedades. Pueden ser atacados por pulgones que chupan su savia perforando sus hojas y por escarabajos que se comen sus hojas. Entre las principales enfermedades que le afectan se encuentra el oídio.
El haya americana es más propensa a sufrir plagas y enfermedades. Esta es la razón por la cual este árbol está siendo reemplazado por el europeo como árbol ornamental en parques o jardines.
El chancro del haya
El chancro del haya es una enfermedad fúngica que ocasiona el insecto Cryptococcus fagisuga. Las heridas producidas por este insecto producen el desarrollo de los hongos Neonectria faginata y Neonectria ditissima. Los hongos, a su vez, ocasionan la aparición de chancros en las ramas de los árboles que llegan a producir circulos de corteza muerta alrededor de toda la rama, lo que ocasiona la muerte de la parte de la rama situada por encima del circulo.
Esta enfermedad afecta tanto al haya americana como a la europea, aunque esta última es más resistente que la primera.
Se aconseja como tratamiento evitar el contacto de material infectado con árboles sanos, eliminar todo el material contagiado y seleccionar aquellos ejemplares más resistentes a la misma
«Beech leaf disease» (La enfermedad de la hoja de la haya)
Una nueva enfermedad, conocida en inglés como Beech leaf disease, ha aparecido recientemente principalmente en los bosques de haya americana.
Esta enfermedad, que no tiene cura, consigue evitar el nacimiento de las hojas en las hayas por lo que produce la muerte del árbol afectado. Es una plaga que afecta tanto a la especie americana de haya (Fagus grandiflora) como a la europea (Fagus sylvatica). De momento se ha extendido principalmente por algunos estados de Estados Unidos y Canada, pero, de no encontrar una solución, podría poner en peligro ambas especies.
Más información sobre el haya
21 agosto, 2024