El cultivo de los ficus

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1 CARACTERÍSTICAS Y CULTIVO DE LOS FICUS

CARACTERÍSTICAS Y CULTIVO DE LOS FICUS

Cómo cuidar los ficus: Características

El género Ficus comprende unas 800 especies dentro de la familia de las Moráceas. Son plantas perennes o caducas de diferente porte ya que dentro de este género aparecen tanto árboles, como arbustos o plantas trepadoras.

Se encuentran fundamentalmente en las regiones tropicales o subtropicales del mundo.

Los ficus: Flores y frutos

La flores son muy pequeñas y aparecen dentro del receptáculo y no presentan ningún valor como ornamento. Los frutos son grandes, en forma de pera y se conocen con el nombre de higos.

Los ficus: Exposición

Toleran grandes márgenes de temperatura, entre los 24 Cº del Ficus elastica, que es el menos tolerante, hasta los 30 Cº del resto. En general, disfrutan de un ambiente cálido y son bastante sensibles a las corrientes de aire.

En invierno deben resguardarse en el interior. Es importante que durante esta época reciban bastante luz, por lo que no deben dejarse en lugares oscuros, sino cerca de las ventanas más iluminadas.

Durante el verano, se pueden sacar al exterior buscando una posición de semisombra para que no les dañe el sol. En otoño, si las temperaturas son frescas, deben guardarse de nuevo en el interior.

En cuanto a las condiciones lumínicas, el que necesita menos luz es el Ficus elastica, mientras que el Ficus lyrata necesita una luz intensa y el Ficus benjamina puede estar expuesto directamente a sol, siempre y cuando este no sea de verano. En general podemos decir que prefieren una iluminación abundante a que les de el sol directamente.

Los ficus: Riego

Son plantas que pueden adaptarse perfectamente a las condiciones de sequedad del interior de una casa, causada muchas veces por la calefacción, aunque, para poder resistir estas condiciones requieren un riego adecuado.

Entre los más exigentes se encuentra el Ficus benjamina, que debe regarse 2 veces por semana, mientras que el Ficus elástica tiene bastante con un riego semanal. El menos exigente es el Ficus lyrata que debe regarse cada 15 días.

En general podemos decir que en invierno debemos dejar secar el terreno entre riego y riego. Cuando haga calor o en ambiente muy cálido por la presencia de la calefacción es conveniente realizar de una a dos pulverizaciones diarias sobre las hojas para mantener la humedad y limpiar las hojas con un paño mojado para que esta pueda respirar bien. Este último cuidado deberá realizarse en ficus que tengan las hojas grandes.

*Véase: Humedad en las plantas de interior

Foto hojas de ficus benjamina

Los ficus: Reproducción

La multiplicación puede llevarse a cabo mediante esqueje o acodo aéreo:

El esqueje se llevará a cabo cortando una rama joven de unos 12 cm. Le quitaremos las hojas inferiores, dejando un fragmento deshojado de unos 5 cm. Introduciremos este segmento en tierra de jardín. Apretaremos la tierra y taparemos bien el esqueje hasta la altura de las primeras hojas, luego regaremos bien.
El acodo aéreo se realiza practicando una incisión en un tallo, a la que aplicaremos hormonas de crecimiento. Colocaremos un poco de musgo debajo del corte y lo taparemos con una bolsa de plástico hasta que produzca raíces. Cortaremos y plantaremos en una maceta.

Los ficus beberán trasplantarse cada dos años en primavera. Durante esta época deberá también realizarse la faena de poda. En ejemplares que puedan crecer muy alto, como en el Ficus elastica, puede cortarse la yema principal para detener el crecimiento vertical, de manera que la planta producirá ramas laterales. Los Ficus benjamina requieren una poda más constante para que la planta consiga tener una forma armónica. En genera, para todos ellos, cortaremos aquellas ramas que se encuentren en mal estado para renovar el ejemplar o aquellas ramas que han tenido un crecimiento irregular. La poda de ejemplares demasiado poblados favorece la aireación de las plantas y evita la caída de las hojas.

Los ficus: Usos y tipos

higos

Fruto de la higuera (Ficus carica)

Los ficus se caracterizan por su frutos carnosos, abombados, que contienen semillas en forma de núcula.

Algunos de ellos, como en el caso de la especie Ficus carica – higuera – o el Ficus sycomorus – sicómoro- son comestibles. Los frutos de otras especies no son aprovechados por el hombre, pero constituyen un buen alimento para los pájaros o los murciélagos.

Otros como el Ficus elastica – planta del caucho- se utilizaron industrialmente. Algunas especies, como el Ficus virens germinan sobre los troncos de los árboles y producen raíces hacia el suelo que terminan por estrangular a la especie huésped.

Todos ellos producen látex que resulta tóxico, puesto que tiene una acción irritante sobre la piel, por acción de las furocomarinas.

También el simple contacto con estas plantas puede producir fotosensibilidad, que se muestra en forma de ampollas (Véase más información), por lo que debemos ir con cuidado a la hora de manipular estas plantas y en ningún caso ingerir sus hojas o ramas.

Algunos, como el Ficus palmeri – higuera religiosa de la India – son considerados sagrados. En general están muy aprovechadas en jardinería, especialmente en su época juvenil como plantas de maceta en interior. Plantados sobre el suelo, con el tiempo, la mayoría de ellos, si las condiciones son propicias, alcanzan un crecimiento natural convirtiéndose en verdaderos árboles con grandes sistemas radicales, por lo que sus prolongadas raíces pueden dañar las construcciones humanas.

Los ficus: Terreno y abonado

Cualquier tipo de tierra de jardín puede ir bien para el cultivo de los ficus, siempre que tenga un buen drenaje, aunque prefieren la que tiene un componente turboso 3/6, con gran cantidad de materia orgánica – 2/6 -. Para mejorar el drenaje, es conveniente añadir 1/6 de arena.

Un abono universal puede funcionar bien con estas plantas, siempre que el pH se mantenga entre el 6 0 7.

Es conveniente fertilizar los ficus cada 2 semanas mientras se encuentren en época de crecimiento. Se puede aplicar un fertilizante líquido específico, que resulta rico en calcio, magnesio y boro. En época fría conviene espaciar el abonado cada 40 días, más o menos. Con ejemplares adultos bastará con cambiar unos centímetros de la capa superficial.

Con los ejemplares recientemente trasplantados no hará falta abonarlos de inmediato, porque durante un mes o mes y medio pueden alimentarse adecuadamente con el nuevo suelo.

Resulta interesante replantar los ficus cuando se encuentren demasiado apelmazados en la maceta, lo que generalmente ocurre cuando la planta es joven y tiene un crecimiento muy rápido (En general a las raíces de estas plantas no les gusta estar demasiado sueltas).

Por ello se buscará un recipiente que tenga una medida superior a la primitiva Esta tarea se realizará fundamentalmente durante la primavera o el verano, cuando los ejemplares se encuentren en periodo de crecimiento vegetativo.