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CARACTERÍSTICAS DE LOS CARACOLES
Los caracoles agrupan unas 4000 especies. Tienen un tamaño que varia entre 1,5 a 7,5 centímetros de largo y tienen concha en forma de espiral.
Viven hasta 12 años y se reproducen rápidamente, pueden producir hasta 100 huevos blancos, pequeños y redondos que depositan en masa no muy profundamente en la tierra, los cuales no maduran sino hasta cuando se ponen en contacto con un poco de humedad.
La familia Helicidae es una de las más importantes porque se encuentran en los jardines y zonas de cultivos, se alimenta de las partes tiernas de las plantas, pudiendo convertirse en plaga de importancia económica (Mioulane 1988).
Caracoles: voraces enemigos de jardín
El caracol terrestre es un gasterópodo invertebrado de sangre fría. Este animal es considerado un hermafrodita, desde el punto de vista anatómico, el caracol está conformado por dos partes: la concha y el cuerpo.
La concha tiene una forma de espiral que está compuesta por tres capas: La parte externa se denomina periostraco, la parte media llamada mesostraco y la parte interna se llama endostraco.
La concha, tiene como función primordial la defensa tanto de factores ambientales como de los depredadores. El caracol en el caso de que se presenten estas condiciones se refugia dentro de su concha. Es muy sensible ante los cambios ambientales y estos afectan incluso la coloración de la concha.
El cuerpo del caracol está constituido por tres partes: cabeza, pie y masa visceral. La cabeza consta de 4 tentáculos retractiles (dos de ellos más largos en cuyos extremos se ubican los ojos) que cumple con las funciones de los sentidos. El pie, está estructurado por fibras lisas que segregan sustancias mucosas (mucina) que permiten el desplazamiento ágil del molusco. Y la masa visceral, está incluida dentro de lo que se denomina el saco visceral, el cual reposa sobre el pie del caracol.
El cuerpo podría considerarse que está constituido por una doble bolsa. La interior es musculosa mientras que la exterior es de revestimiento o cutánea que recibe el nombre de manto. La capa cutánea contiene glándulas que segregan un moco, comúnmente llamado «baba», que tiene funciones lubricantes protectoras y de poder hidrófilo. Esta baba brillante que segrega de su cuerpo facilita el movimiento y nos sirve para detectar su presencia.
Ciclo biológico
Los huevos los depositan en un «nido», que hacen en un lugar protegido, que suele ser excavado con el pie o la rádula. Puede depositar aproximadamente de 80 a 160 huevos, en pequeñas oquedades de 5 a 6 cm de profundidad realizadas en la tierra.
Una vez transcurridos 15 días, empiezan a eclosionar los huevos (entre 15-30 días). Los jóvenes caracoles se alimentan, y a los 6-12 meses alcanzan la madurez sexual y se transforman en individuos adultos.
Hibernación
El caracol por ser originario de Europa y Asia soporta una vida en las cuatro estaciones; donde la mayor parte del año pasa en descanso ya que debe hibernar obligatoriamente en las estaciones frías y de igual forma cuando el calor es intenso en la llamada estibación, por lo tanto su vida activa es muy corta durante el año.
Sin embargo, en nuestro medio, el caracol se ha visto forzado a un régimen de vida contrario; la hibernación y estibación son mínimas y en ciertos casos hasta nula, mientras que su vida activa la realiza casi todo el año, por lo tanto su vida reproductiva es más corta.
Estibación.- Se desarrolla en las épocas de máximo calor y menor humedad, es decir 30° C, ya que si el calor es menor puede acelerar el ritmo cardiaco del
caracol y causar la muerte del mismo.
Hibernación.- Es un estado que se presenta cuando hay temperaturas bajas o no existe alimento suficiente. En esta etapa el caracol vive de sus reservas y sus funciones, como por ejemplo el aparato digestivo, se paralizan totalmente.
Al llegar el invierno, buscan un lugar protegido que les sirva de refugio (bajo piedras, ramas, grietas, árboles,…). una vez que lo han encontrado, se sitúa con la parte abierta de la concha hacia el exterior del refugio. Elimina todo el contenido de tubo digestivo, se recoge en el interior de la concha y crea una capa mucilaginosa rica en calcio con la que tapa la abertura y que se endurece con el aire y que protege al caracol y lo impermeabiliza. Esta capa es el opérculo.
Allí pasan 6 meses, desde octubre hasta marzo y una vez que la temperatura que necesitan es de 12º C, rompen el opérculo, salen de su letargo y comienzan a alimentarse. Buscan plantas tiernas para poder seguir viviendo de forma activa y voraz. Con la estivación hacen lo mismo.
La presencia de estas fases en el desarrollo fisiológico del helícido depende mucho de las condiciones climáticas. Cuando el gasterópodo está en hibernación o estivación se introduce en el interior de la concha y permanece ahí el tiempo que sea necesario.
Hábitos
Estos animales tienen hábitos nocturnos y prefieren los sitios húmedos y sombríos, debajo de piedras, bloques, restos de cosechas, arbustos y hojas secas en descomposición, entre otros (Thomé et al., 2001).
La actividad de estos animales comienza al atardecer y gradualmente se incrementa hasta alcanzar un pico a las 4-6 horas después de oscurecer (Barry, 1969).
En condiciones severas de sequía, cuando la humedad del suelo en los primeros 5cm del perfil baja hasta 6%, se entierran profundamente en el suelo, hasta que las condiciones de humedad sean favorables (Barrat et al., 1993).
Especies
Las especies más comunes de caracoles son Helix sp.
Helix Aspersa vulgarmente conocido como «caracol marrón común de jardín» es el más conocido a nivel doméstico y comercializado en el mundo entero. También se lo conoce como «caracol gordo común». En Francia se lo llama «petit gris», «escargot chagrine» o «la zigrinata».
Es muy común. Tiene gran polimorfismo en cuanto al tamaño, a la forma, espesor y escultura de la concha. Amplia distribución en el ámbito mundial, ya que donde no estaba presente, se ha introducido. La concha es de 45mm de diámetro y tiene 4 o 5 espinas en la misma. Hiberna enterrado en tierra blanda a 5-10 cm de profundidad; y suele salir de ese letargo a partir de marzo, reproduciéndose a principios de la primavera o en el otoño.
Diferencias con las babosas
Los Caracoles se distinguen de las babosas solo en el aspecto ya que llevan un caparazón en su espalda. Causan el mismo daño a las plantas, tienen los mismos enemigos naturales, las mismas consecuencias de la afección y la actuación recomendada es la misma.
Las babosas suelen vivir menos: sólo hasta 2 años.
Daños
El ataque de los moluscos ocasiona grandes pérdidas no sólo en la jardinería sino también en la agricultura y en pisciculturas. Estos daños varían según la época del año, la humedad y las lluvias. Sin embargo, en Europa son criados en cautiverio (Helicicultura) y muy utilizados para consumo humano (Escargot).
Estos moluscos raspan con la rádula la epidermis de hojas, flores, frutos, semillas, plántulas, ramas jóvenes y partes subterráneas. Cuando el ataque se hace más severo se presentan perforaciones de tamaño y bordes irregulares. Este daño es muy parecido al que causan muchas larvas de insectos; sin embargo, se puede diferenciar mediante la observación directa del animal o por el rastro de mucus que dejan principalmente las babosas, lo cual en muchos casos mancha la hoja, desmejorando la calidad del producto que va al mercado (Briceño, 1971).
Daña los brotes vegetativos, flores y frutos en desarrollo. Esta plaga generalmente ataca inmediatamente después de una lluvia y al atardecer o en la noche.
Control de la Plagas: claves para el éxito.
Durante los meses calientes y secos los caracoles y las babosas no causan problemas en las zonas del jardín que no son irrigadas.. Se debe prestar atención a los meses más húmedos y frescos.
Control cultural
Se pueden recoger los caracoles con la mano. Otra opción es limpiar los lugares húmedos y sombreados de su jardín. Ello elimina el medio ambiente de los y se reduce su presencia.
Trampas
Las trampas son muy útiles para vigilar las zonas de reproducción y para capturar caracoles. Estos moluscos son atraidos por los productos fermentados que hay en la cerveza. Tome una tapa de mayonesa, entiérrela a nivel del suelo, llénela de cerveza, tápela y cámbiela cada dos o tres días. El éxito es rotundo.
Barreras de cobre
Las plantaciones de más riesgo como los vegetales se pueden proteger con tiras o bandas de cobre pegadas a tablas de madera puestas alrededor del jardín. El cobre, al ponerse en contacto con la capa mucosa de los caracoles, les dará un choque eléctrico que los alejara. El papel cobrizado se vende comercialmente o usted puede hacer el suyo con hojas de cobre de 5 centímetros de ancho. Asegúrese de que el área protegida no tenga ya caracoles y babosas.
Depredadores naturales
Entre los animales que de manera natural se comen a los caracoles están: los escarabajos terrestres, los patos y los gansos, las culebras de jardín, las tortugas, los mapaches, las salamandras y algunos sapos. Procure llevar estos animales a su jardín para que haya un control natural.
Control químico
El Metaldehido es el principio activo más usado en el control de caracoles. Tiene una eficacia comprobada. Produce pérdida de coordinación muscular y deshidratación en el molusco (Baccetti et al., 2000).
Existen formulaciones líquidas, en polvo, gránulos (minipellets) y en gel en base a metaldehido.
Los minipellets (granulados) se están usando con mucho éxito debido a que son más resistentes a la humedad que otras formulaciones y a que no mata lombrices de tierra ni insectos beneficiosos. Actúan por ingestión y contacto.
Agradecimientos:
Caracoles, pulgones, grillos y otros insectos del jardin
Texto: Martín Carlos Ramírez Peirano
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17 agosto, 2024