Contenidos
Ciprés. Plagas y enfermedades:
Principales plagas del ciprés
Las principales enfermedades son de carácter fúngico. Entre ellas tenemos:
- Cáncer del ciprés (Cancrosis): Esta causada por el hongo Seridium cardinale. Infectó los cipreses a partir de la II Guerra Mundial y constituye la plaga más importante en todo el mundo que puede afectar a este árbol o a otras cupresáceas como tuyas, Juniperus, etc. La enfermedad es transmitida por insectos que perforan la corteza e introducen este hongo o por pájaros que depositan las esporas sobre el mismo. Su nivel de dispersión es mayor cuando mayor sea la humedad ambiental, lo que se produce en época de lluvias.
Produce la sequía de las ramas y la caída de las hojas, junto con la aparición de una serie de cancros en la corteza que exudan resina de color marrón rojizo oscuro. Los tratamientos principales se centran en la prevención y en el tratamiento químico en las primeras fases de la enfermedad. Como prevención se insiste mucho en la compra de semillas o de árboles genéticamente resistentes a la enfermedad.
En árboles adultos las mejores soluciones llevadas a cabo pasan por cortar las partes afectadas de la copa y extirpar los cancros cubriéndolos posteriormente con algún apósito desinfectante.
- Phomopsis: Es una enfermedad producida por un hongo parásito (Phomosys oculta) que ataca a muchas gimnospermas, entre las que se encuentran los pinos o los cipreses. Al igual que el Cáncer del ciprés hace que se sequen las ramas, especialmente las ramitas más finas situadas en la parte exterior del árbol. A diferencia de la enfermedad anterior no afecta al tronco por lo que no produce chancros en los mismos. La extensión de la enfermedad es mayor con climas húmedos y frescos. Los tratamientos químicos adecuados pueden detener el avance de esta enfermedad.
- Hongo de la pudrición = mal blanco de las raíces (Armillaria mellea) Es un hongo que causa la muerte de muchos arbustos y árboles (mangos, cerezos, melocotoneros, pistachos, almendros, albaricoqueros, ciruelos, papayos, coscoja, rosales, vides, etc. (Constituye uno de los principales parásitos de muchas plantas ya que el micelio se instala en sus raíces y causa la putrefacción de las mismas. Un exceso de humedad y la retención de agua en el suelo son los principales responsables de la aparición de esta enfermedad que suele atacar a los ejemplares con menos fuerza.
El hongo se sigue reproduciendo aunque se pudra o se arranquen el árbol afectado dado que el micelio se extiende subterráneamente. A partir de él crecen las setas de este hongo al llegar el otoño. Las esporas de estas setas pueden ser arrastradas por el viento y puestas en contacto con otros árboles, por lo que también pueden infectarlos al penetrar en sus tejidos.
No hay tratamiento para esta enfermedad. Los árboles afectados por Armillaria deben cortarse. La mejor estrategia es la prevención. Por ello, no se deben plantar cipreses en lugares infectados por este hongo. Un suelo demasiado regado o con un mal drenaje puede favorecer la aparición de la enfermedad.
Una buena manera de prevenir que los cipreses se infecten es rodearlos de árboles resistentes a la enfermedad. Las raíces de los mismos emiten compuestos que neutralizan el avance del micelio. Entre estos árboles tenemos, por ejemplo: El boj, el fresno, el mirto, el pino carrasco, o el algarrobo.
- Seca del ciprés (Pestalotiopsis funerea): Es un hongo que ataca los cipreses jóvenes cultivados en maceta produciendo el amarillamiento de las hojas y su posterior caída.
No existe un tratamiento químico para la Pestalotiopsis funerea. Lo que se debe procurar es realizar una prevención de este tipo de hongo, lo cual se basa en las siguientes premisas:
- Prevenir o controlar plagas que afecten al ciprés.
- Conseguir que sus nuevos ejemplares arraiguen y crezcan adecuadamente.
- Regarlos cuando existan sequías prolongadas
- Procurar que no sufran daños físicos, por cuyas heridas pueden penetrar las esporas de los hongos. Por ejemplo, romper ramas y dejar la herida abierta.
- Realizar la poda en la época correcta: No podar cuando el tiempo es muy húmedo o muy seco.
En caso de que un ejemplar este infectado. deberá podar la parte dañada, para que la infección no se extienda. Esto puede crear problemas de falta de crecimiento, cuando lo que se necesita eliminar es madera vieja.
Plagas que afectan a los cipreses
Entre las principales plagas tenemos:
- Pulgones negros: (Cinara cupressi) Son un tipo de pulgones que se alimentan de la savia de esta planta determinando que se sequen muchas ramas o constituyendo el vector de transmisión de otras enfermedades. Se puede realizar un tratamiento químico con el insecticida adecuado a finales de invierno o principios de primavera. Se puede optar con un tratamiento previo no tan agresivo fumigando todo el árbol con agua en la que se dejan reposar un par de días unas cuantas hojas de tabaco. El tabaco tiene propiedades insecticidas y puede ser capaz de eliminar esta plaga. En caso de no funcionar, deberá recurrirse al tratamiento químico.
- Escarabajo de la corteza (Phloeosinus aubei): Este escarabajo es responsable de realizar una serie de túneles en la corteza que pueden debilitar los árboles produciendo incluso su muerte. Es al mismo tiempo un vector de transmisión del cáncer del ciprés al propagar sus esporas desde otros árboles infectados.
Otros coleópteros que pueden atacarlo desde el interior causando daños en el tronco son, por ejemplo, el Semanotus Laurasi o Phloeosinus spp.
Caída de las hojas de los cipreses
Es normal que se produzca una amarillamiento y perdida de algunas hojas durante un periodo del año. Si esta pérdida se produce a lo largo de la mayoría año es el síntoma más claro de que el ejemplar está enfermo.
En este caso es mejor consultar con un especialista para que examine cual es la causa real de esta pérdida y aplique el tratamiento correcto.
Más información sobre el ciprés.
21 agosto, 2024