Contenidos
- 1 CÓMO CULTIVAR EL CIPRÉS
- 1.1 Ciprés. Características del ciprés:
- 1.2 Ciprés. Riego:
- 1.3 Ciprés. Usos:
- 1.4 Ciprés. Ambiente y exposición:
- 1.5 Ciprés. Propagación y cuidados:
- 1.6 Propagación del ciprés mediante esquejes:
- 1.7 Propagación del ciprés mediante injerto:
- 1.8 ¿Cuándo deben podarse los cipreses?
- 1.9 Limpieza del suelo
- 1.10 Cuidado de los setos de ciprés
- 1.11 Ciprés. Suelo y abonado:
CÓMO CULTIVAR EL CIPRÉS
Ciprés. Características del ciprés:
Árbol perenne de la familia de las Cupresáceas de hasta 30 m de forma cónica o ahusada. Tallos erectos de corteza delgada, lisa, de color gris-rojizo. Hojas imbricadas, escamosas, verde oscuras y triangulares. Flores masculinas y femeninas en el mismo árbol. Las primeras presentan forma cilíndrica y alcanzan medio centímetro como máximo. Están formadas por un eje alrededor del cual se organizan los esporofilos u hojas estaminíferas cada una de las cuales lleva tres sacos polínicos cuya polinización se lleva a cabo durante el invierno (entre febrero y marzo).
Las flores femeninas tienen forma de cono o piña y están formadas por escamas poligonales en número de 8 a 12. Al madurar, formar los frutos femeninos o » gálbulos», de unos 2 o 3 cm de diámetro, muy redondeados y de textura leñosa. Son verdes y muy compactos en su juventud; marrón grisáceos al madurar y se van abriendo para poder expulsar las semillas.
*Más información: Descripción de los cipreses
Ciprés. Riego:
Es muy resistente a la sequía. No hace falta regar una vez establecido ya que tiene suficiente con el agua de lluvia. Prefiere unas medias anuales de precipitación de unos 500 litros aunque puede vivir con bastante menos. Puede regarse un par de veces al mes durante los dos primeros años de la plantación durante el verano y una vez al mes en primavera.
Es una planta muy sensible al riego pues se pudre fácilmente, por ello debemos regar con moderación incluso en épocas de calor o cuando es muy pequeño. Para evitar la aparición de hongos y otras enfermedades no puede regarse con sistema de riego por aspersión ni mojar la parte aérea. El mejor riego es el que se hace desde tierra. Se debe regar fuera de las horas de sol.
Muchas veces se planta debajo de los cipreses césped. En este caso hay que tener especial precaución de que los cipreses no se mojen al regarlos.
Ciprés. Usos:
El ciprés común o ciprés italiano (Cupressus sempervirens) es el más utilizado como árbol de jardinería. En la actualidad el ciprés común se utiliza fundamentalmente como árbol de cementerio y para adornar villas y casas rurales. Puede encontrarse también en algunos jardines especialmente para formar setos que pueden recortarse a voluntad. En algunas zonas ventosas la flexibilidad y resistencia de este árbol ha sido aprovechado para formar barreras contra el viento.
La madera del ciprés se utiliza en la actualidad principalmente para la elaboración de cajas o en tornería. También se utiliza para la confección de láminas con las que se forran las guitarras.
En cosmética el aceite esencial del ciprés se utiliza abundantemente por sus numerosas propiedades. Es un buen antiséptico y un estupendo vulnerario para la piel por lo que aparece en la composición de colonias, perfumes o lociones para el afeitado. Como planta medicinal se utilizan sus frutos secos no maduros y sus hojas, así como el aceite esencial, para el tratamiento de problemas circulatorios, respiratorios o como vulnerario. (Véase más detalles sobre sus propiedades en el listado inferior)
El ciprés de Monterrey (Cupressus macrocarpa) es probablemente el segundo ciprés más abundantemente cultivado por su rapidez de crecimiento y por su densa copa formada de hojas verdes muy lustrosas. Se suele plantar junto a los edificios, como cortavientos o junto a las carreteras.
*Información relacionada: Usos del ciprés
Ciprés. Ambiente y exposición:
Exposición soleada aunque puede plantarse a semisombra. Su resistencia al viento es elevada y es muy resistente al calor y a la sequía. Resiste muy bien la contaminación. Es moderadamente tolerante a la salinidad ambiental aunque tolera bien la salinidad del terreno. Puede plantarse en suelos con un pH entre 5.5 y 8.5. Prefiere suelos pobres y es
El mejor clima para su desarrollo es el clima mediterráneo entre los 0 y los 800 metros sobres el nivel del mar. Puede vivir en lugares más fríos, así que se ha adaptado en otros lugares como el Reino Unido, incluso en Escocia, aunque su crecimiento con menos calor es más lento. Se calcula que puede aguantar heladas hasta de -18 ºC.
La variedad común más conocida es la Cupressus sempervirens «stricta»= Cupressus sempervirens «pyramidalis» que presenta forma columnar o cónica. Durante los 10 primeros años crece en forma vertical unos 4 o 6 metros. Es una de las variedades más adecuadas para recortar.
La variedad Cupressus sempervirens » Glauca» también tiene la misma forma aunque sus hojas presentan un colorido más azulado. Otra forma columnar es la variedad Cupressus sempervirens » Gracilis» procedente de Nueva Zelanda. Alcanza una altura de unos 4,5 metros y presenta un follaje verde
Dentro del ciprés común, si se prefiere una variedad muy resistente a la calor se elegirá la variedad Cupressus sempervirens «Horizontalis», que presenta una forma más amplia al desarrollarse las ramas horizontalmente.
Si se prefiere una variedad para lugares más fríos es mejor escoger la variedad Cupressus sempervirens » Swane’s Golden». Procede de Australia. Es una especie de crecimiento muy lento que suele sobrepasar los 6 metros. Presenta un follaje con hojas doradas especialmente las del extremo de las ramitas que tienen un color dorado brillante.
Ciprés. Propagación y cuidados:
Propagación mediante semillas:
Los cipreses puede obtenerse a partir de semillas plantadas en invierno. Las semillas se obtienen de las piñas (conos) Las piñas de los cipreses se recogen cortándolas manualmente con tijeras de podar bien afiladas antes de que se abran cuando hayan alcanzado una coloración gris, que nos indica que están bien maduras. Para que puedan extraerse las semillas los conos deben secarse.
Expuestos al sol en lugares calurosos (entre 32-35 ºC), las piñas tardan un par de semanas a abrirse y madurar. Si se secan a la sombra (22ºC), pueden tardar un par de meses a madurar. El proceso de maduración puede acelerarse si se introducen en agua hirviendo durante 30 o 60 segundo. Otra forma de que maduren más rápido es partir las piñas por la mitad.
Una vez bien maduras, las semillas se obtienen fácilmente de las piñas. Basta con darles un poco la vuelta y se desprenden fácilmente. Una vez obtenidas, pueden guardarse durante mucho tiempo si se conservan en un lugar fresco y seco. Hay experiencias realizadas con semillas que han aguantado hasta 20 años conservándolas en una temperatura de 1 a 5 ºC. Por lo tanto el tiempo de la recolección de las mismas depende más del estado de las piñas que de la época del año. Una vez recogidas es importante tratarlas con algún producto bactericida y fungicida pues suelen tener muchas bacterias y hongos.
Las semillas deben plantarse en un semillero frío. Es conveniente estratificarlas en frío entre 2 y 4ºC durante unos 15 días. Antes de colocarlas al frío se pueden remojar con una solución de agua con ácido cítrico al 0,1 % durante 24 o 72 horas. Con ello se consigue acelerar la estratificación.
Las semillas estratificadas se echan sobre la tierra del semillero y se cubren con una capa fina de tierra de unos 4 0 5 mm. Posteriormente, se las cubre con una capa de mulch delgada. Una vez plantadas, tardarán unas 4 u 8 semanas en germinar, siempre que estén a una temperatura de unos 20ºC.
Dado que las plántulas son muy propensas a los hongos es mejor utilizar un fungicida con el que se rocía la tierra y las plántulas hasta que estas alcancen un mes de edad.
Las plántulas deben trasplantarse en una maceta pequeña y guardarse al interior durante el primer invierno, en un lugar cálido y bien ventilado. No conviene regarlas demasiado para que no se pudran. Posteriormente, cuando las plántulas tengan un par de años de edad, pueden trasplantarse en su lugar definitivo durante la primavera en lugares cálidos o a principios de verano en lugares más fríos. En este momento hay que tener en cuenta que no deben dañarse las raíces puesto que el ciprés reacciona muy mal cuando se le hiere esta parte de la planta.
Propagación del ciprés mediante esquejes:
Otra forma de propagarlos es mediante esquejes. Los cipreses italianos producen raíces sin ningún tratamiento. Otros cipreses, como los de Monterrey, se les suele aplicar a los esquejes un tratamiento con ácido indolebutírico para que desarrollen raíces.
Propagación del ciprés mediante injerto:
La propagación mediante semillas no garantiza la pureza del nuevo ejemplar. Por ello, si se desea obtener una variedad determinada es mejor comprar árboles de vivero ya injertados o utilizar la técnica de propagación por injerto.
¿Cuándo deben podarse los cipreses?
El ciprés es un árbol que soporta muy bien la poda. De hecho, se utiliza como material para topiario, que es el arte que consiste en realizar formas escultóricas con plantas leñosas. Sin pretender crear formas vegetales, podemos podar los cipreses para realizar una poda formativa o una poda de saneamiento para eliminar el material enfermo o muerto. Estas dos podas deben llevarse a cabo durante la época de reposo del árbol, es decir a finales de otoño o durante el invierno. Ésta no es estrictamente necesaria durante los dos o tres años primeros de formación.
La poda, en caso de que el ejemplar este enfermo, debe realizarse después de la aplicación del producto fitosanitario adecuado y después que que se haya erradicado la enfermedad. No se podarán los cipreses mientras se encuentren enfermos. En todo caso no debe podarse o recortarse hasta después de 15 días de haber aplicado un determinado tratamiento fúngico.
Después de podar o recortar los cipreses, se debe aplicar un fungicida adecuado dentro de la hora siguiente a la realización de esta tarea. Las herramientas de poda deben estar perfectamente afiladas. Cada propietario debe tener las suyas y no debe utilizar las que fueron utilizadas por otro propietario en otra plantación. Compartir las herramientas puede ser uno de los motivos más frecuentes de infección.
Limpieza del suelo
Si se limpia la hierba que rodea a los cipreses hay que tener un cuidado especial para no dañar la parte baja de los troncos porque estas heridas más o menos superficiales constituyen la puerta de entrada de numerosas enfermedades. Esto se hace particularmente importante cuando se siega el césped que rodea estos árboles en muchos jardines.
Cuidado de los setos de ciprés
Los setos deben mantenerse en condiciones para evitar infecciones. Para ello, los pies que lo componen deben mantener una distancia prudencial mínima de 60 cm. Deberá mantenerse el interior de los mismos despejado para facilitar la aireación y se deben eliminar las partes muertas.
Ciprés. Suelo y abonado:
Puede vivir prácticamente en todo tipo de suelos, incluso los más pobres. Prefiere los terrenos margosos o turbosos con un buen drenaje. Tolera los suelos pobres y arenosos. Prospera bien sobre suelos calizos. Necesita suelos con muy buen drenaje para evitar la aparición de numerosas enfermedades.
Para evitar la aparición de enfermedades es importante tener en cuenta la composición del suelo. Se ha demostrado que los suelos silíceos ácidos mejoran al añadirse cal. Para ello es conveniente echar 1 k de yeso muerto por metro cuadrado y posteriormente enterrarlo con el rastrillo.
Más información sobre el ciprés.
21 agosto, 2024