Contenidos
- 1 Cómo cultivar verduras y hortalizas en el jardín, terraza o huerto
- 1.1 ¿Qué es la asociación de cultivos y qué beneficios tiene?
- 1.2 Origen de la asociación de cultivos
- 1.3 Beneficios principales y objetivos de la asociación de cultivos
- 1.4 Mejorar el aprovechamiento del suelo
- 1.5 Ejemplos de asociaciones de cultivo
- 1.6 Disminuir el nacimiento de malezas
- 1.7 Asociación de cultivos para mejorar las condiciones del terreno
- 1.8 La asociación de cultivos beneficia las especies y ahuyenta las plagas
- 1.9 Rotación de cultivos
Cómo cultivar verduras y hortalizas en el jardín, terraza o huerto
¿Qué es la asociación de cultivos y qué beneficios tiene?
La asociación de cultivos es una técnica que se utiliza en horticultura para mejorar el aprovechamiento del huerto, embellecerlo, y disminuir el uso de productos químicos en exceso, como fertilizantes o plaguicidas.
Huerto-jardín familiar. Se intercalan plantas con flores y aromáticas entre las hortalizas y los árboles frutales.
Origen de la asociación de cultivos
Frente a los cultivos intensivos, que presentan un solo cultivo o monocultivo, cultivar las verduras u hortalizas en un huerto familiar permite asociar diferentes cultivos de forma más inteligente. Es decir, podemos plantar diferentes especies juntas que se beneficien mutuamente.
La agricultura intensiva, basada en obtener un máximo rendimiento del terreno, requiere del uso de gran cantidad de productos necesarios: herbicidas, insecticidas, fertilizantes químicos, etc.
Indudablemente, el cultivo intensivo tiene un beneficio económico importante a gran escala (a expensas del agotamiento del terreno y empeorar el ecosistema), pero aplicado en un huerto familiar, resulta innecesario e incluso poco recomendable.
Beneficios principales y objetivos de la asociación de cultivos
La idea principal de la asociación de cultivos es conseguir que el terreno sea fértil y se autoregenere, que no tenga plagas, y que no exista la necesidad de utilizar continuamente productos químicos para mantenerlo.
Para ello, un cultivo asociado es una buena idea ya que presenta muchas ventajas en el huerto-jardín. Entre todas las ventajas, podemos mencionar las siguientes:
Mejorar el aprovechamiento del suelo
Desde un punto de vista productivo, las asociaciones permiten aprovechar mejor el suelo y sus nutrientes. Por este motivo, se plantan especies que crecen verticalmente junto a otras especies que crecen horizontalmente.
Por ejemplo, cultivar puerros junto a lechugas. Los puerros ocupan poco espacio horizontal, mientras que las lechugas ocupan el espacio inferior que dejan los puerros y no compiten por el espacio superior. Puede decirse simplemente que entre ellas no se molestan y no se roban el espacio ni luz.
Ejemplos de asociaciones de cultivo
En Sudamérica es muy normal plantar las alubias en los campos de maíz, una vez ésta planta alcance un par de palmos. De esta manera, las alubias, que son plantas con tallos volubles, se enroscan en los tallos del maíz y pueden crecer adecuadamente, lo que evita tener que colocar cañas para entutorarlas tal como ocurre en la mayoría de países del mundo. Para aprovechar al máximo el terreno, dado que las dos plantas, tienen crecimiento vertical, se plantan debajo de ellas calabazas, que aprovechan el espacio horizontal.
Huerto de calabazas, a finales de verano, en Chamonix (Francia)
Igualmente, suelen plantarse las verduras de hoja, que poseen raíces superficiales, junto a las hortalizas de raíz que tienen las raíces más profundas para que no compitan por algunos nutrientes.
Así, por ejemplo, las zanahorias necesitan absorber mucho más potasio que se encuentra en las capas más profundas, mientras que las lechugas necesitan más nitrógeno que abunda más en las capas superficiales. Por lo tanto las zanahorias combinan muy bien con las lechugas.
Otras veces, se plantan en el mismo lugar especies que crecen en épocas diferentes.
Disminuir el nacimiento de malezas
Combinar diferentes plantas permite una ocupación más completa del terreno, lo que incide en una menor disponibilidad de luz y nutrientes. Todo ello disminuye la producción de malas hierbas.
Asociación de cultivos para mejorar las condiciones del terreno
Algunas especies son capaces de cambiar las condiciones del suelo, permitiendo que otras especies puedan aprovecharse. Así, por ejemplo, si plantamos legumbres, como la soja o las judías junto con ciertas verduras u hortalizas, las legumbres proporcionan nitrógeno al suelo, del cual se pueden beneficiar algunas hortalizas como los tomates.
La asociación de cultivos beneficia las especies y ahuyenta las plagas
No debemos olvidar tampoco el papel que algunas verduras u hortalizas desempeñan en el control de plagas y enfermedades de las plantas. Así, por ejemplo, rodear nuestras rosas con ajos, además de incrementar el olor de las flores, les ayuda a prevenir la aparición de pulgones.
Esta capacidad para producir substancias que actúan sobre otras plantas o sobre el medio se conoce como alelopatía vegetal. Se debe conocer de qué manera puede influir una planta sobre las que le rodean para saber si estas influencias pueden favorecerle o perjudicarle.
En el caso de la relación del ajo con las rosas resulta positiva, sin embargo, en algunas otras ocasiones, resulta perjudicial. Plantar ruda al lado de un rosal también le protege de enfermedades. El tabaco también es una planta muy utilizada para ahuyentar insectos.
Rotación de cultivos
La rotación de cultivos supone que las verduras y hortalizas no deben plantarse siempre en los mismos lugares. Se ha comprobado que, si se plantan estos alimentos en el mismo sitio, se suele fomentar la aparición de enfermedades…
Rotación de cultivos
Más información sobre cultivos del huerto, tareas y cuidados.
5 septiembre, 2022