Contenidos
- 1 ¿Cómo se planta un árbol y qué cuidados requiere?
- 1.1 Técnicas adecuadas para plantar árboles frutales
- 1.2 Elección de las especies y variedades más adecuadas al jardín o huerto
- 1.3 Características que hay que tener en cuenta al elegir un árbol frutal
- 1.4 Elección de los polinizadores de los frutales
- 1.5 Elección de los patrones de injerto
- 1.6 Preparación del terreno para la plantación de árboles frutales
- 1.7 Compra del material o árbol frutal
- 1.8 Comprar los árboles ya formados
- 1.9 Comprar plantones de árboles frutales
- 1.10 Comprar patrones de injerto
- 1.11 Marcar el lugar de plantación
- 1.12 Realización del «pringue»
- 1.13 Plantación de un árbol frutal a raíz desnuda
- 1.14 Paso a paso para plantar un árbol
- 1.15 Plantación de un árbol frutal de maceta o cepellón
¿Cómo se planta un árbol y qué cuidados requiere?
Técnicas adecuadas para plantar árboles frutales
Antes de plantar un árbol, necesitamos una preparación previa del terreno y del árbol que vamos a comprar. Además, hay tener en cuenta una serie de factores que serán decisivos para el éxito del cultivo.
Comprando un cerezo. Antes de decidirse a plantar un árbol frutal, hay que tener en cuenta una serie de factores que serán decisivos para el éxito del cultivo.
En esta preparación consideraremos algunos aspectos tan importantes como:
- Elección de la especie y variedad
- Elección de los polinizadores
- Elección de los patrones de injerto
- Preparación del terreno
- Compra adecuada del árbol frutal
- Plantar el árbol de forma correcta
Elección de las especies y variedades más adecuadas al jardín o huerto
La elección depende de una serie de factores:
- Clima del lugar: Procuraremos adquirir especies adecuadas a la zona climática. Una manera muy práctica de acertar es tener en cuenta los árboles del entorno. Si el árbol escogido abunda en la zona es una muestra clara de que la especie en cuestión se adaptará bien en nuestro huerto o jardín. Si el ejemplar escogido no se encuentra en la zona es mejor asegurarse recabando información de la web, de un buen libro o acudiendo a un centro especializado.
- Tipo de suelo: Otro factor importante es la composición del suelo. Para que nuestro árbol crezca bien es importante que sea adecuado al tipo de suelo, si bien existen técnicas para cambiar o mejorar la composición del mismo.
- Tamaño del árbol: Otra cuestión que debemos tener en cuenta es el tamaño de las especies o variedades escogidas. No tiene sentido plantar un árbol que tendrá un desarrollo muy grande en un espacio reducido. Todas las especies frutales podrían plantarse en una superficie grande, pero en superficies pequeñas necesitaríamos patrones de injerto débil. En huertos pequeños o jardines particulares, las especies enanas serán en principio más adecuadas.
Características que hay que tener en cuenta al elegir un árbol frutal
A los almendros les gustan los lugares soleados y resguardados.
- Exposición del árbol: Hay que prever, por ejemplo, si será necesario disponer de una zona soleada en nuestro huerto para plantar hortalizas, o si queremos plantar otras plantas que necesiten el sol. Un árbol que produzca demasiada sombra podría resultar un inconveniente. Este mismo árbol podría ser de mucha ayuda si lo que pretendemos es plantar especies de sombra.
- Competencia entre especies: Hay árboles que poseen raíces muy poderosas y podrían afectar a otros cultivos al sustraerles la humedad, o los minerales, o incluso eliminar las otras plantas por la emisión de toxinas a través de sus raíces. Este fenómeno, conocido como alelopatía, se da en algunos árboles frutales como el nogal, que produce juglona, un componente que inhibe el crecimiento de otras plantas a su alrededor. (Véase toxicidad del nogal)
- Orientación del árbol: Calcular la orientación que nuestro árbol frutal debe tener es muy importante. En general, los frutales prefieren los lugares soleados y resguardados. En estas condiciones los árboles producen más frutos y de mejor calidad.
- Tipo de crecimiento del árbol: Si disponemos de un muro, una verja o un arco, podemos plantar sobre ellos árboles guiados. Es necesario asegurarse antes de escoger el árbol adecuado, dado que el crecimiento de este tipo de plantas es bastante lento comparado con otros vegetales y no resulta demasiado adecuado cambiarlos una vez crecidos porque nos hemos equivocado de emplazamiento. Esto conllevaría muchos gastos y un retraso considerable en la producción de frutos.
Elección de los polinizadores de los frutales
Precioso campo de almendros en el levante español. La mayoría de almendros necesitan de otros almendros para ser polinizados y producir frutos (almendras) (polinización cruzada)
La mayoría de árboles frutales necesitan ser polinizados para que produzcan frutos. La polinización en los árboles frutales es mayoritariamente entomófila, es decir la realizan los animales, especialmente los insectos y, entre éstos, destacan las abejas.
Unos pocos árboles son polinizados por el viento, por lo que disponen de lo que se llama una polinización anemófila. Los organismos que transportan el polen se denominan agentes polinizadores.
Además del agente polinizador, también se consideran árboles polinizadores aquellos variedades de árboles que suministran el polen adecuado para que otras variedades de la misma especie puedan ser polinizadas.
Si solamente vamos a utilizar un solo árbol, es mejor escoger aquellos que sean autofértiles. Los árboles que necesitan un polinización cruzada deberán plantarse junto a otras variedades que aseguren su polinización. Esto se hace particularmente necesario cuando plantamos manzanos, cerezos, ciruelos, almendros o perales.
Elección de los patrones de injerto
Antes de realizar la plantación es necesario elegir los patrones de injerto. Los patrones de injerto son la base sobre los que se fijarán los injertos, que son las yemas o tallos que, unidos al patrón, desarrollarán el nuevo árbol frutal.
A la hora de elegir los patrones de injerto hemos de tener en cuenta que estos pueden ser de dos tipos:
- Patrón de injerto vigoroso, que es utilizado para conseguir formas de árbol libres. Por ejemplo, en el caso de los manzanos se pueden utilizar los patrones M25 si queremos desarrollar un árbol grande o el M7, EL M9 o M27, para árboles pequeños.
- Patrón de injerto débil, que se utilizada para conseguir formas tutoradas o empalizadas. Por ejemplo, en el caso de los manzanos, se utilizan los patrones M9 o M27.
Preparación del terreno para la plantación de árboles frutales
- Antes de la plantación resulta necesario preparar el terreno adecuadamente. Esta faena se llevará a cabo un año antes, durante la primavera u otoño.
- Es importante realizar un análisis de la composición de suelo para saber si este cumple los requisitos para el cultivo escogido. Este resulta determinante en principio, aunque se puede corregir mejorando la composición del mismo.
- La preparación del terreno conlleva la aireación del mismo a través de la arada, que debería ser superficial para no alterar demasiado la composición del mismo.
- Es también durante esta época cuando deben añadirse aquellos fertilizantes adecuados. Un abono de fondo, rico en fósforo y potasio o la adición de estiércol puede mejorar su composición y fomentar una mayor riqueza biológica.
Tareas del huerto: Preparación del terreno
Compra del material o árbol frutal
Antes de la plantación deberemos comprar el material adecuado que se va a plantar. Para ello podemos optar por alguna de estas soluciones:
Venta de árboles.
- Comprar los árboles ya formados
- Comprar plantones
- Comprar patrones de injerto
Comprar los árboles ya formados
Podemos escoger ya árboles crecidos de 3 años o más, con lo cual avanzaremos el tiempo de producción y nos ahorraremos la faena de injertarlos.
El problema de escoger esta solución es que los árboles formados resultan más difíciles de guiar, en el caso de que sea necesario, y, además, resultan muy caros.
Una solución intermedia es comprar árboles de un par de años que pueden producir frutos pronto pero todavía están a tiempo de ser formados o guiados.
Comprar plantones de árboles frutales
Se denomina plantón a aquel árbol joven que ha sido dispuesto para ser plantado. Es un árbol virgen que todavía no ha sido podado. Suele tener una altura aproximada de 1 metro y un año de edad. La mayoría de los plantones de los árboles frutales ya están injertados, aunque son muchos más baratos que los árboles ya formados y podemos guiarlas o formarlas tal como queramos.
Venta de plantones a raíz desnuda
Tanto si compramos un árbol o un plantón, hemos de acudir a algún centro de confianza para adquirir ejemplares fuertes y que estén sanitariamente certificados, es decir que tengan la garantía de estar libres de enfermedades. Deberemos fijarnos bien que correspondan a la variedad escogida.
Independientemente de nuestra elección, a la hora de comprar árboles o plantones debemos tener en cuenta que estos pueden ser comprados en contenedor o a raíz desnuda. Los árboles de contenedor están disponibles todo el año.
En los de raíz desnuda debemos comprobar que las raíces no estén resecas o rotas y que su crecimiento sea uniforme. En caso de comprar ejemplares en contenedor o en cepellón, tendremos en cuenta que las raíces no sobresalgan por debajo o que estén demasiado apretujadas, que la tierra no esté reseca o llena de hierbas.
Comprar patrones de injerto
Los patrones de injerto resultan todavía más baratos y nos permiten injertarlos con la variedad del árbol frutal que deseemos. Es importarte comprar patrones de injerto en tiendas especializadas para producir árboles de calidad y libres de plagas y enfermedades.
Las tiendas especializadas pueden aconsejar que patrón nos resulta más adecuado en cada caso. El patrón es el que proporciona el tamaño, la velocidad de crecimiento o la resistencia a ciertas enfermedades. Sobre el patrón se injerta la púa, que es la que determinará el tipo de frutos producidos.
Marcar el lugar de plantación
Antes de la plantación deberemos marcar el lugar donde deberán ser plantados los árboles. Esta planificación deberá tener en cuenta qué condiciones necesita cada árbol para desarrollarse y cuánto espacio necesita para convertirse en un árbol adulto.
Realización del «pringue»
El pringue es una mezcla caldosa de agua y tierra. Se utiliza como líquido humedecedor que favorece el desarrollo de las raíces en los árboles frutales que se plantan «a raíz desnuda».
Para llevarlo a cabo, se llena medio recipiente de agua y se le va echando tierra hasta que se obtenga una pasta cremosa en la que se introducen las raíces de los plantones. No es necesario este proceso aunque, si se lleva a cabo, favorece el enraizamiento de los nuevos árboles, sobre todo aquellos que se plantan tarde.
Plantación de un árbol frutal a raíz desnuda
Se denomina «a raíz desnuda» cuando los árboles preparados para plantar no contienen la masa de tierra adherida a las raíces. Aunque puedan tener un poco de tierra adherida, sus raíces destacan en el conjunto ofreciendo el aspecto de una maraña o cabellera.
Venta de plantones a raíz desnuda
Los árboles de raíz desnuda solamente pueden ser plantados a partir de finales de otoño y durante todo el invierno, siempre que no hayan heladas.
Antes de plantarlos deberán limpiarse las raíces, cortando un poco la raíz principal y las secundarias. Se eliminaran las raíces que pudieran estar rotas. No deben podarse las ramas.
Los árboles cultivados en maceta o en cepellón pueden plantarse a lo largo de todo el año, menos cuando el terreno esta congelado, inundado o en periodos de sequía o de mucha calor, mientras que los árboles de raíz desnuda solamente pueden ser plantados a partir de finales de otoño y durante todo el invierno, siempre que no hayan heladas.
Paso a paso para plantar un árbol
Una vez marcados los lugares de plantación y preparados los árboles o plantones, iniciamos el proceso mismo de plantación. Para ellos seguiremos los pasos siguientes:
- Excavar un agujero del diámetro de ⅓ superior al tamaño de las raíces. Mezclar la tierra extraída con abono orgánico, como estiércol bien descompuesto. Normalmente entre dos y cuatro kilos del mismo serán suficientes, aunque, dependiendo del tamaño del hoyo, y de la riqueza o pobreza del terreno, se pueden utilizar hasta ocho o diez kilos por agujero.
- Algunos horticultores aconsejan abrir los hoyos un par de semanas antes de la plantación y realizar la mezcla en este momento. Posteriormente cubrirían los hoyos con la mezcla y los volverían a abrir en el momento de la plantación.
Excavar un agujero suficientemente ancho y profundo
- Clavar una estaca a unos 50 cm de profundidad y a unos 8 cm del centro. Esta estaca se utilizará como tutor para dirigir el crecimiento del árbol y protegerlo de la fuerza del viento.
- Extender sobre el agujero una caña con una longitud superior al diámetro del mismo. Hacer coincidir el centro de la caña aproximadamente a unos 8 cm del centro del agujero.
- Tomando la caña como guía, colocar el árbol en el centro intentando que la la marca del suelo del tallo, es decir el lugar donde empiezan a crecer las raíces, quede a la altura de la caña, es decir a ras del suelo. Se debe tener en cuenta que la marca del injerto debe quedar como mínimo unos 10 cm por encima de la caña.
Utilizar una caña como guía y colocar el árbol en el centro, al lado de la estaca
- Atar el árbol a la estaca. Hay que comprobar que la atadura no apriete demasiado y tenga la holgura suficiente para permitir el crecimiento adecuado del tallo. Una atadura demasiado fuerte puede producir marcas o incluso un estrangulamiento del ejemplar. Por este motivo, se irá revisando durante el crecimiento especialmente el primer año. En cuanto al tipo de ligadura disponemos en el mercado de una variedad muy grande (cuerdas, cintas, anillas, etc)
- En el caso de que el árbol haya sido sometido al «pringue» no hace falta regar inmediatamente después de la plantación para que el agua de lluvia no arrastre el lodo adherido a las raíces con el pringue. En caso de que no hayamos pringado las raíces, se regará llenando la depresión que hemos dejado alrededor del tallo.
Árbol atado a la estaca
- Cubrir con la tierra preparada previamente colocándola sobre las raíces, ir apretándola para eliminar el aire, sin presionar demasiado fuerte.
- Procurar que quede un círculo alrededor de todo el árbol de unos 40 o 50 cm de radio y unos 4 dedos de profundidad. En esta pequeña depresión se acumulará el agua de lluvia o riego y permitirá que el ejemplar tenga una mayor humedad.
- No presionar fuerte con los pies. La costumbre de presionar muy fuerte con los pies es responsable algunas veces de una mala producción de raíces.
Proteger la base del tallo.
- Finalmente, será conveniente proteger la base del tallo, con alguna red, malla u otro de los numerosos dispositivos que existen en el mercado. Esta protección evitará que los conejos, liebres, ratones u otros roedores puedan roerlo y quitarle la corteza.
- Dado que las raíces son poco profundas, especialmente durante el primer año es conveniente mantener la tierra alrededor de los nuevos árboles libre de hierbas para que no compitan por la obtención de la humedad superficial y los nutrientes disponibles.
- Aunque aquí se mencionan especialmente los frutales, estas técnicas de plantación corresponden a cualquier tipo de árbol.
Plantación de un árbol frutal de maceta o cepellón
Un árbol en cepellón es aquél que está preparado para plantar con la masa de tierra adherida a sus raíces. Las raíces más la tierra forman una masa compacta, mas grande que los de raíz desnuda. Los árboles cultivados en contenedor o en cepellón pueden plantarse a lo largo de todo el año, menos cuando el terreno esta congelado, inundado o en periodos de sequía.
En cambio, los árboles de raíz desnuda solamente pueden ser plantados a partir de finales de otoño y durante todo el invierno, siempre que no hayan heladas.
Fichas de jardinería
Más información sobre árboles frutales.
9 julio, 2021