Cómo cultivar y cuidar el apio
Clima y tipo de suelo
– Climas templados o fríos. Prefiere climas cálidos durante la primera fase de crecimiento, y después temperaturas más frías.
– Resistente a las heladas.
– El apio requiere de terrenos muy fértiles, abonados con materia orgánica al menos 2-3 meses antes de la siembra. Tolera suelos salinos.
– Crecen a pleno sol o en semi sombra.
– Tipo de suelo: suelos profundos, fértiles, franco-arenosos o arcillosos.
– El terreno debe tener capacidad para retener agua y ser húmedo, preferiblemente.
– Reacción edáfica: pH del suelo entre 6,5 y 7,5. No tolera la acidez del suelo.
CICLO DE CULTIVO DEL APIO:
1) Preparación del terreno y abonado (FEBRERO – MARZO)
– Preparación del terreno. El apio es muy rico en aceites esenciales, y necesitará un suelo rico en nutrientes para poder crecer y desarrollarse plenamente.
– Marcar el lugar en que realizaremos la plantación. La distancia mínima entre plantas debe ser de 20cm.
– Remover todo el terreno y mezclar con estiércol.
2) Germinación de las semillas (MARZO – ABRIL)
– Se deben germinar en una cama con estiércol, húmeda.
– Para evitar la septoriosis (enfermedad fúngica de las semillas), es conveniente remojar las semillas durante 30 minutos en agua, y después sumergir en 8 centímetros cúbicos de formalina comercial disuelta en un litro de agua (seguir las instrucciones del envase), durante menos de 15 minutos.
– Las semillas se esparcen sin cubrir (necesita cierta luminosidad), y se mantienen a una temperatura media de 14ºC. La germinación sucede en 15 – 20 días. Si la temperatura es entre 15 y 20ºC, la germinación se produce en 10 días.
– Trasplantar las plántulas cuidadosamente en semillero, cuando tengan las primeras 2 hojas verdaderas.
3) Plantación en terreno definitivo (MAYO – JUNIO)
– Plantar en terreno definitivo, previamente removido y abonado.
– Mantener distancia entre plantas de 22cm. mínimo.
– El riego es muy importante durante esta etapa, en que la planta debe desarrollar todas sus hojas y sus largos tallos. Mantener siempre el suelo húmedo.
4) Labores culturales
– Cuando las plantas midan 30cm. aproximadamente, ir cortándoles las ramas laterales para que desarrollen tallos largos.
– Atar los tallos laxamente por su parte más superior, en la base de las hojas. De esta manera, tendremos una sombrilla natural de hojas, que impedirá el paso de la luz por los tallos y favorecerá su blanqueamiento. También evitamos que entre barro, tierra o agua en el interior de los tallos.
– Realizar un aporcado periódicamente para cubrir los tallos y que éstos de blanqueen. Se debe cuidar que no entre tierra en el interior de los tallos.
– Existen variedades que se blanquean solas sin aporcado.
– La planta es muy sensible al déficit de boro (tallos agrietados y parduzcos) y magnesio (manchas amarillas en el follaje).
Cosecha del apio
– Se puede realizar de octubre a enero, hasta febrero algunas veces.
– Desplantar con cuidado, para que no se dañe la raíz ni los tallos. Las plantas pueden haber arraigado mucho en el terreno.
Floración del apio
Florece de junio a agosto del segundo año de cultivo. Sus flores son características de las plantas Umbelíferas, en forma de umbela. Su aceite esencial es fototóxico y no es adecuada la exposición solar después de manipular o comer apio.
Enfermedades y plagas del cultivo de apio
- Septoriosis: enfermedad fúngica (Septoria apii) que afecta a las semillas. Tratamiento desinfectante antes de la siembra.
- Pulgones (Cavariella aegopodi): tratar con insecticida si aparece.
- Tizón tardío: causado por hongos del género Septoria spp. Produce en las hojas y tallos manchas grandes (de hasta 1,5cm.) de color amarillo, que se tiñen de gris con el tiempo. Es una infección de las semillas o que está latente en el terreno, por cultivos anteriores. Aparece con las lluvias de primavera. Existen variedades con mayor resistencia a esta enfermedad.
- Mosca del apio: las larvas excavan galerías en las hojas, dañan el follaje y dejan ampollas de color parduzco. Arrancar las hojas dañadas y tratar con productos antiparasitarios.
- Babosas: pueden atacar las plantas y transmitir enfermedades como el mildiu. Atacan sobre todo las plantas jóvenes. Para proteger el cultivo, pueden usarse barreras de serrín alrededor de las plantas.
Más información sobre toxicidad, características y cultivo del apio.
19 noviembre, 2021