Cultivo de la allamanda

CÓMO CULTIVAR LA ALLAMANDA

Cuidados de la allamanda

Foto de allamanda (Allamanda cathartica)

	Planta trepadora. Especie procedente de América tropical que puede alcanzar 4.5 m de altura. Destaca por sus hojas lanceoladas reunidas en verticilos, gruesas y muy vistosas y, especialmente por sus grandes flores. Florece a lo largo de todo el año en climas muy cálidos o en verano en lugares cálidos. Sus flores amarillas en forma de trompeta pueden alcanzar los 15 cm de longitud. Destaca la variedad Allamanda cathartica «Hendersonii» por sus flores amarillas, con manchas blancas en la garganta. Algunas variedades de esta planta se obtienen con el cruce de esta especie con la especie Allamanda blanchettii, produciendo flores con tonalidades más violáceas.
	Riego abundante, especialmente en verano, que debe hacerse prácticamente a diario.
	Planta especialmente interesante para usar como planta trepadora perenne para setos o paredes, resguardadas del frío. En macetas grandes que deben guardarse en invierno al interior, en climas fríos.
	Sol o semisombra, pero siempre en lugares resguardados. No tolera el frío, por lo que solamente podrá cultivarse al exterior en lugares libres de heladas. Si se producen heladas deberá cultivarse como planta de interior o de invernadero.
	Reproducir mediante esquejes en primavera. También puede reproducirse mediante semillas y mediante división.
	Terreno rico en humus y bien drenado. Necesita abonarse un par de veces al mes en primavera y verano. Al llegar la primavera debe podarse intensamente para favorecer la floración y para conseguir ejemplares con un aspecto más elegante. Es muy propensa a sufrir plagas de ácaros, especialmente arañas rojas, que pueden causar daños a las hojas. Por lo que debe vigilarse para aplicar un acaricida en caso de infección. No son tampoco descartables otras plagas como cochinillas, pulgones y moscas blancas. (Véase más información como prevenir y trata estas plagas)