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Clasificación de los diferentes tipos de piel humana
¿cuántas clases de piel hay?
Los tipos de piel varían de una persona a la otra. Cada tipo de piel requiere un tratamiento específico
Existen cuatro diferentes tipos de piel
Antes de empezar los cuidados del cutis tenemos que tener en cuenta que tipo de piel tenemos.
La aplicación de unos remedios para un determinado tipo de piel podrían ser contraproducentes para otro tipo de piel diferente.
Básicamente existen cuatro tipos de piel que pueden referirse al cutis o a la piel corporal en general: Piel normal, piel grasa, piel seca y piel mixta
Piel normal, la piel más equilibrada
Es la que puede considerarse como una piel equilibrada y sana. Es un tipo de piel que no presenta una sequedad excesiva ni es excesivamente grasa, aunque si que suele presentar algo de grasa durante la pubertad y se vuelve un tanto reseca a medida que pasan los años.
Manteniendo una alimentación equilibrada mediante una dieta saludable y, aplicando un tratamiento adecuado para el acné o unas mascarillas contra la sequedad a medida que nos hacemos mayores, podemos mantenerla sana durante muchos años.
La alimentación juega un papel primordial en la salud de la piel. Muchos alimentos con propiedades antioxidantes (alimentos ricos en vitamina C, E, betacarotenos), ácidos grasos omega-3 y omega- 6 así como los alimentos ricos en proteínas ayudan a la cicatrización de las heridas y previenen la aparición de muchas enfermedades.
Dentro de la alimentación se tienen que vigilar las alergias alimentarias que se reflejan en la salud de la piel, como psoriasis, eccemas, etc.
La piel normal se considera una piel muy equilibrada
Piel grasa, propensa a granos y espinillas
Es aquella que contiene demasiado grasa. Además de notarla perfectamente con el tacto, suele ir acompañada de de granos y espinillas.
No suele presentar demasiadas arrugas, pues su aspecto suele ser más bien terso, debido, no solamente al hecho de que la grasa actúa de » alisador natural», sino a la presencia de una capa de grasa bastante gruesa en la hipodermis o capa más profunda de la piel.
Este tipo de piel, requerirá una alimentación adecuada, especialmente pobre en grasas, azúcares y féculas. Una dieta baja en grasas, es necesaria para reducir el exceso de sebo en el cutis graso, especialmente aquella en que abundan las verduras. (Véase dieta de verduras) También serán muy importantes los tratamientos a base de mascarillas, masajes u otros remedios para la piel grasa.
Piel seca, la piel deshidratada
La piel seca es lo contrario de la piel grasa. Una piel seca es la que es deficiente en grasas, lo que produce un cutis delicado, fácilmente irritable con el roce.
Cuando lo frotamos con algo, se descama con facilidad y le afecta mucho el frío al que suele reaccionar con un marcado enrojecimiento, especialmente en las mejillas donde se marcan claramente los capilares en forma de venitas rojas.
En contacto con el agua, especialmente la del grifo, que suele ser un agua bastante dura, se suele resecar más. La piel seca se presenta con los poros cerrados y con un aspecto mate.
Este tipo de piel requiere un tratamiento muy especial y cuidadoso Es muy importante hidratarlo regularmente con algún remedio para piel seca, especialmente el rostro que es muy frágil. La alimentación debe ser rica en muchos alimentos con propiedades antioxidantes (alimentos ricos en vitamina C, Vitamina E, y vitamina A en forma de betacarotenos)
La piel seca merece un cuidado especial contra las inclemencias del tiempo. Esta piel resulta dañada fácilmente por el viento, por el frío o por el exceso de calor, por lo que hay que evitar al máximo exponerse a situaciones donde puedan existir estos componentes.
Son pieles a los que les molesta el aire acondicionado o los climas de alta montaña, pero también les perjudica los ambientes demasiado calurosos o la calefacción de nuestras casas.
Para minimizar al máximo estos elementos requieren ser hidratadas exterior y interiormente de una manera frecuente. La hidratación exterior se llevará a cabo mediante cremas hidratantes para piel seca, mascarillas para piel seca o tónicos para piel seca.
(Más información sobre la piel seca)
La imagen de un Trol escandinavo ofrece una piel con aspecto seco y escamoso, muy propensa a las arrugas y otras imperfecciones.
Piel mixta, una piel variada
Es un tipo de piel en el que existen zonas con marcado carácter graso, por ejemplo, las zonas de la frente, la nariz o la barbilla, y otras zonas, como las mejillas, el cuello, o las zonas que rodean los ojos, que presentan una tendencia a resecarse.
Este tipo de cutis, requerirá dos tratamientos diferentes. Para las zonas secas, utilizaremos remedios para las piel seca y, para las zonas grasas, tratamientos para pieles grasas. La alimentación debe ser especialmente equilibrada en estos casos.
Más información sobre la piel y su tratamiento natural.
28 marzo, 2019