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Cómo preparar una mascarilla casera para la piel
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Mascarilla reafirmante, hidratante y rejuvenecedora
La mascarilla que proponemos es sencilla y básica, para el cuidado habitual de la piel. Es apta para todo tipo de pieles ya que no contiene ningún principio irritante.
Se trata de una receta de belleza tradicional utilizada por las mujeres griegas. Su acción es refrescante y reafirmante, debido a sus componentes:
- La clara de huevo es rica en proteínas y lecitina, limpia el rostro de impurezas, reafirma, da elasticidad y rejuvenece.
- La miel es lubrificante, suaviza y da brillo a la piel, además de proporcionar un agradable aroma.
- El aceite de oliva junto con las proteínas de la yema, forma una película grasa que evita la deshidratación de la piel y previene la aparición de arrugas.
La vitamina E presente en el aceite mejora la absorción cutánea de nutrientes.
También tiene efecto antioxidante, protege y mejora es estado de la piel (El aceite tiene muchas propiedades para la piel).
- El jugo de limón aporta frescor y mucha vitamina C. Además de antioxidante, la vitamina C es blanqueante y actúa contra las manchas solares. El limón también es rico en timol, un principio antibiótico, que previene la infección de granos y acné.
No se recomienda añadir canela u otras especias en polvo, porque pueden causar reacciones cutáneas adversas.
Como tratamiento complementario a la mascarilla, podemos aplicar unas rodajas de pepino sobre los ojos cansados, o bien compresas frías de infusión de manzanilla.
Se recomienda aplicar 1 vez al día. Totalmente contraindicada para personas con alergia a alguno de sus componentes.
CÓMO SE PREPARA LA MASCARILLA
Ingredientes de la mascarilla
Para una aplicación:
- 1 clara de huevo
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharada de aceite
- jugo de 1 limón
- batidora de varillas automática
- Opcional: infusión fría de manzanilla para aplicar con un algodón sobre los ojos, o rodajas de pepino para los ojos cansados
Preparación de la mascarilla
Para elaborar mascarillas con yema de huevo es casi imprescindible la ayuda de una máquina con varillas automáticas, pues se debe batir bastante para que la yema obtenga la textura esponjosa deseada. En caso de no disponer de una de estas máquinas, se puede hacer manualmente, aunque para que el resultado sea menos líquido, se recomienda añadir arcilla verde.
Paso 1: Batir la yema de huevo a punto de nieve, es decir, hasta que obtenga una textura muy esponjosa como se muestra en la imagen:
Foto: Textura esponjosa de yema
de huevo batida a punto de nieve.
Paso 2: Añadir, 1 cucharada de miel y batir hasta que se mezcle bien. Después añadir 1 cucharada de aceite. Se desea que no pierda la textura espomjosa que queremos conseguir. Debe quedar así:
Foto: Textura de la mascarilla,
aún sin añadir el jugo de limón.
Paso 3: Por último, añadimos el jugo de limón, que hará la mezcla algo más líquida porque el ácido del limón rompe la espuma. En caso de que quede muy líquido, añadir más miel pasa espesar o un poco de arcilla verde, aunque en principio no es necesario. La textura final es parecida a la espuma de afeitar, aunque más líquida. Se puede apreciar en la siguiente foto:
Foto: Mascarilla resultado
final
Paso 4: Aplicar la mascarilla inmediatamente después de hacerla. Aplicar en abundancia, preferiblemente por otra persona, y mantener durante 15 minutos. Los efectos refrescantes son inmediatos, y al retirarla, se nota la piel más tersa, firme y elástica.
Foto: Mascarilla aplicada
sobre el rostro.
TRUCOS DE BELLEZA COMPLEMENTARIOS
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- Comer betacarotenos ayuda a mejorar el aspecto de la piel desde dentro, con alimentos como las zanahorias, el mango, melocotones, papaya o mango. Los betacarotenos se sitúan en la dermis dando una bonita coloración anaranjada a la piel, y a la vez ofreciendo protección contra el sol, uno de los principales agentes causantes del envejecimiento cutáneo.
- La vitamina C, por otra parte, favorece la producción de colágeno, una proteína que se encarga de mantener la elasticidad de la piel. Las arrugas son una causa de la degradación de las fibras de colágeno.
Comer alimentos ricos en vitamina C en cada comida, ayuda a evitar el envejecimiento de la piel. Uno de los alimentos más ricos en vitamina C es el pimiento crudo, también los cítricos (mandarina, limón, naranja, pomelo, etc.) y verduras crucíferas como el brócoli, la rúcula o la col.
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19 marzo, 2019