Contenidos
- 1 ¿Qué es el purín de ortiga y para qué sirve?
- 1.1 Proceso de obtención del purín de ortigas
- 1.2 Composición del purín de ortigas
- 1.3 Beneficios del purín de ortigas para los cultivos del huerto
- 1.4 Diferencia entre el purín de ortiga y los abonos químicos
- 1.5 Cómo hacer purín de ortigas
- 1.6 Receta de purín de ortigas paso a paso
- 1.7 ¿Cómo se aplica el purín de ortigas?
¿Qué es el purín de ortiga y para qué sirve?
El purín de ortigas es un preparado para el huerto que se utiliza para abonar y enriquecer el suelo con nutrientes y microorganismos beneficiosos para los cultivos.
Proceso de obtención del purín de ortigas
Más concretamente, el purín de ortigas es un abono ecológico obtenido de ortigas que han pasado por un proceso de fermentación, el cual ha transformado los numerosos nutrientes de la ortiga en moléculas más fáciles de asimilar por las plantas.
Recordamos que la ortiga es una planta muy rica en nutrientes, como el potasio, el nitrógeno, el fósforo o el hierro. Durante el proceso de elaboración del purín, los primeros días, la ortiga se sumerge en agua. En ese momento se desprenden numerosos minerales y oligoelementos en el agua. A la vez, en ese medio acuoso, poco a poco, los microorganismos presentes de forma natural en la planta empiezan a reproducirse.
A los pocos días o incluso horas (dependiendo de la temperatura del lugar), ese medio acuoso es ideal para la proliferación de bacterias y otros microorganismos, los cuales se alimentan, es decir, fermentan, los nutrientes que tienen la ortigas. Durante esta fermentación, lo que sucede químicamente es que se transforman los nutrientes de las ortigas de forma orgánica a inorgánica (por ejemplo, convierten las proteínas a nitrógeno inorgánico). Este proceso es crucial para conseguir abono para las plantas, pues éstas sólo pueden absorber los nutrientes en forma inorgánica.
Composición del purín de ortigas
Como resultado de este proceso, el purín de ortigas contiene enzimas, aminoácidos, minerales (rico en calcio, potasio, nitrógeno y hierro) y bacterias que activan la vida al suelo, aumentando la diversidad y la disponibilidad de nutrientes para las plantas. El líquido resultante es riquísimo en bacterias fijadoras de nitrógeno, entre otros sustancias, que contribuirán a dinamizar el terreno.
Beneficios del purín de ortigas para los cultivos del huerto
Cuando añadimos purín de ortigas al jardín o al huerto le estamos proporcionando vida, porque añadimos bacterias vivas que contribuirán a transformar y a hacer más rico aquel terreno, de forma que también atraerá otros elementos de la fauna microscópica, reestructurará la vida microbiana y estimulará toda la vida del suelo, haciéndolo también más fértil.
En consecuencia, el purín de ortigas estimula el crecimiento y desarrollo de las plantas, la germinación y el arraigo de las plantas. Los cultivos acaban teniendo un mejor follaje, mejores frutos, y son más resistentes a las plagas. Las plantas aromáticas tienen un aroma más intenso. Se trata de un método fertilizante natural efectivo, beneficioso y respetuoso con el ecosistema, y además, es muy económico y fácil de hacer.
Diferencia entre el purín de ortiga y los abonos químicos
Esta técnica de fertilización tradicional se ha visto desplazada por el uso de fertilizantes químicos. Llamamos fertilizantes químicos o artificiales a aquellos preparados comerciales que contienen los nutrientes más importantes (aquellos enfocados a la productividad de los cultivos), pero que son pobres en micronutrientes y vida bacteriana y que acaban agotando los terrenos y empobreciéndolos.
El purín de ortigas es un sistema fertilizante tradicional muy valioso, que ahora la agroecología está rescatando del olvido.
Cómo hacer purín de ortigas
Lo primero que hay que hacer es ir a recolectar ortigas (sin urticarnos). El purín se obtiene al sumergir un buen fajo de ortigas en agua de lluvia (o agua del grifo previamente dejada airear dos días, para se evapore todo el cloro, que es antibacteriano y no permitiría la fermentación), y dejar fermentar el preparado.
El resultado es un líquido verdoso que hace huele muy mal, pero que está lleno de microorganismos, nitrógeno y otros nutrientes importantes para fertilizar y promover el crecimiento de las plantas.
Existen numerosas recetas sobre como elaborar el purín de ortigas, muchas de ellas son bastante similares pero utilizan proporciones ligeramente variables. Para la siguiente receta, nos hemos guiado por la fórmula que el señor Jordi Puig nos da en su excelente libro sobre agroecología: “El huerto del segundo origen”. El proceso consta de las siguientes etapas:
Receta de purín de ortigas paso a paso
- Sumergir las ortigas en agua: La proporción es de 1 kg de ortigas secas por 10 litros de agua (no clorada), o si tenemos la planta fresca, llenar ¾ del volumen del recipiente que tengamos con la planta, y llenarlo de agua. Si se trinchan las ortigas previamente, soltarán sus nutrientes de manera más rápida y será más fácil de remover.
- Tapar el recipiente, pero no herméticamente. Sirve una malla, un trapo o la tapa del propio recipiente.
- Remover suavemente cada día. Los primeros días veremos que siempre que removemos salen burbujas, signo de que se está produciendo la fermentación. Bien pronto empezará a oler mal debido al proceso natural de la mezcla.
- Cuando removamos y veamos que ya no salen burbujas, querrá decir que ya ha terminado la fermentación. Esto sucede al cabo de 6-10 días aproximadamente (depende de muchos factores, como la temperatura ambiente). Es importante ir prestando atención a la mezcla, ya que, por experiencia, podemos asegurar que si la putrefacción empieza a producirse, el olor resulta muy desagradable…
- Colar el líquido de las ortigas para evitar la putrefacción. Se puede usar un colador y después un trapo de hilo. El residuo de ortigas que queda es excelente para compostaje, siendo un potente activador de la fermentación.
- Embotellar y etiquetar. Se puede utilizar envase de vidrio o de acero inoxidable. Tapar bien, etiquetar el envase, indicar claramente NO SE DEBE INGERIR, colocar el nombre del contenido y la fecha de envasado.
- Guardar en un lugar oscuro y fresco.
¿Cómo se aplica el purín de ortigas?
El modo de empleo suele ser siempre diluido en el agua de riego:
- Como fertilizante foliar, mezclado con agua (no clorada), en proporción 1 parte de purín por 20 de agua.
- Como fertilizante del suelo, mezclado con agua (no clorada), en proporción 1 parte de purín por 10 de agua (no clorada). Si se usa pulverizador tiene que estar muy filtrado, para no taponar.
- Como plaguicida ecológico, se usa el macerado de ortiga, que consiste en la misma preparación, utilizando solo el agua de los primeros 2-3 días de maceración, sin necesidad que fermente. Se diluyen 2 partes de ortiga por 10 de agua y se aplica sobre las hojas, 2-3 golpes en el día, día sí día no. Dependiendo de la plaga, si el remedio no fuera suficiente efectivo, convendría consultar si hay otras plantas más efectivas para erradicarla (ajo, consuelda, beleño, etc.).
Más información sobre las ortigas.
14 mayo, 2024