Adaptaciones de los eucaliptos

Adaptación del eucalipto al medio

¿Qué adaptaciones presentan los eucaliptos?

Los eucaliptos se encuentran muy bien adaptados a las condiciones de humedad ambiental donde se hallan. Pueden aguantar cualquier clase de clima con tal de que este sea lo suficientemente cálido aunque no soportan las heladas continuas pues estas queman sus yemas jóvenes.

Los ejemplares que crecen en bosques húmedos poseen un crecimiento muy rápido y logran alcanzar alturas gigantescas. Así, por ejemplo, la especie Eucaliptus regnans que crece en el este de Australia y en Tasmania es una de las especies más grandes de árboles del mundo llegando a alcanzar los 96 m de altura.

Se han hecho mediciones del ritmo de crecimiento de esta especie y se ha comprobado que puede llegar a crecer hasta casi dos metros al año. La razón de este crecimiento se deba a que las especies de eucaliptos poseen yemas y brotes que están continuamente en producción sin tener periodos de latencia.

Cuando un brote terminal es destruido, otros brotes secundario suple a este. Igualmente cuando una rama lateral es cortada, otra yema, situada en la axila de las hojas, inicia rápidamente el desarrollo de otra rama que la suple.

Las yemas de los eucaliptos son habitualmente alimento de muchos insectos. Los eucaliptos son capaces de producir nuevas yemas cuando éstas son comidas. Además estos árboles son capaces de producir nuevas hojas en caso de que las presentes sean comidas por insectos o devoradas por el fuego.

Eucalipto

Foto de eucalipto con sus características flores y hojas

Condiciones de luz del eucalipto

La disposición de sus hojas con respecto a la luz es otra de las adaptaciones de los eucaliptos. Estas, en vez de colocarse de cara a la luz, normalmente están dispuestas en posición de costado lo que determina que este árbol no sea demasiado adecuado para proporcionar sombra.

Esta disposición es una adaptación de la planta a las condiciones áridas del terreno en la que viven los eucaliptos. Si las hojas presentan menos exposición a la luz, reducirán sus funciones biológicas y necesitarán consumir menos agua o perderán menos agua que si reciben más radiación solar.

El hecho de que sus hojas tengan una textura endurecida y que se encuentren cubiertas de una especie de capa cérea responde a la misma finalidad de perder poca agua.

Otra de las características que definen las hojas de los eucaliptos es que éstas, en su estadio juvenil, se sitúan opuestamente con respecto a las ramas a las cuales prácticamente abrazan sin peciolo.

Su color es de un gris azulado céreo y de forma más o menos redondeada, lo que las hace muy diferentes de las hojas adultas que se disponen en posición alterna, son pecioladas, de un color verde oscuro y mucho más alargadas.

Las hojas jóvenes y las flores con sus respectivos «cepillos» de vistosos estambres son las partes que se utilizan en floristería para vender como plantas de corte.

Características de las raíces de los eucaliptos

Las raíces de los eucaliptos han sido diseñadas para absorber al máximo la humedad del subsuelo. Por eso la mayoría de estos árboles poseen un doble sistema radicular. Por una parte, sus raíces principales son muy profundas, capaces de llegar a las capas freáticas del subsuelo hasta una profundidad que se aproxima a los 30 metros.

Por otra parte, poseen una buena red de raíces superficiales que les permitirán recoger con la máxima prontitud posible una gran cantidad de agua cuando se presentan las lluvias torrenciales.

Los eucaliptos son plantas que producen una cantidad ingente de semilla. Esta producción esta destinada a mantener la descendencia de la familia muy amenazada en su lugar de origen por los múltiples incendios o inundaciones.

A la misma finalidad responde el desarrollo de unas estructuras engrosadas especiales situadas debajo entre la raíz y el tallo, conocidas como lignotubérculos, que se desarrollan en la mayoría de las especies. Estas tienen la capacidad de almacenar substancias de reserva que utilizan para rebrotar en caso que la parte aérea de la planta haya sido destruida por el fuego, haya sido comida o dañada por alguna otra causa.

Esta es la razón por la que la mayoría de los bosques australianos se recuperan después de los grandes incendios que los asolan de vez en cuando. Los lignotubérculos se forman en las primeras etapas de desarrollo de la planta. Se da la peculiaridad que otras especies que suelen crecer en lugares menos sometidos a desastres naturales o con menos probabilidades de ser dañados no desarrollan lignotubérculos.

Más información sobre los eucaliptos.

Este artículo ha sido avalado por Julián Masats - Ingeniero técnico agrícola especializado en hortofructicultura y jardinería.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

12 noviembre, 2021

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