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Descripción de los cipreses
Características del género «Cupressus«
Los cipreses son coníferas pertenecientes al género Cupressus, dentro de la familia de las Cupresáceas. Se trata de arbustos o árboles de hoja perennne que habitan principalmente en las regiones templadas cálidas del hemisferio norte.
Pueden encontrarse tanto en Europa como América del Norte y América Central, Asia (Extremo Oriente, Himalaya, China y Vietnam) y Noroeste de África (principalmente Libia).
Existen aproximadamente unas 20 especies, la mayoría de las cuales se encuentran en estado salvaje al oeste de los Estados Unidos, Guatemala y México. Unas pocas especies aparecen en Asia. Europa cuenta con una sola especie.
- A parte de estas especies hemos de considerar que existen numerosas variedades utilizadas en jardinería.
¿Cómo son las hojas de los cipreses?
Las hojas de los cipreses tienen forma de escamas de entre 2 y 6 cm de longitud que aparecen imbricadas, es decir superpuestas unas sobre las otras.
En los ejemplares jóvenes, estas tienen forma forma de aguja y son bastante más largas, entre los 5 y los 15 cm de longitud.
¿Cómo son las flores de los cipreses?
Las coníferas no tienen flores vistosas, en lugar de ello tienen conos, pues se trata de plantas gimnospermas en contraposición a las angiospermas. La mayoría de los cipreses son árboles dioicos, es decir, existen árboles con conos masculinos y árboles con conos femeninos. En menor proporción tenemos otros cipreses, como el ciprés común (Cupressus sempervirens), que presenta los conos masculinos y femeninos en el mismo árbol.
Los conos masculinos de los cipreses están formadas por un eje alrededor del cual se organizan los esporofilos u hojas estaminíferas cada una de las cuales lleva los sacos polínicos cuya polinización se lleva a través del viento.
Los conos femeninos tienen forma de cono o piña y están formadas por escamas poligonales en número de 4 a 14. Al madurar, formar los frutos femeninos o «gálbulos», de entre 0,8 y 4 cm de diámetro, redondeados u ovoides, de textura leñosa. Generalmente de color verde y aspecto muy compacto en su juventud; más oscuros y grisáceos al madurar y se van abriendo para poder expulsar las semillas.
Las piñas suelen tardar año y medio o dos años a madurar. En su interior se encuentran las semillas que pueden alcanzar un tamaño entre 0,4 y 0,8 cm de longitud. Constan de una parte central más ensanchada y dos alas laterales que les permiten ser dispersadas por el viento. Algunas especies necesitan ser calentadas por el fuego para que sus piñas se abran y expulsen las semillas. En este caso son especies pirófitas, es decir se aprovechan de los incendios para ocupar tierras cuya vegetación ha sido exterminada por el fuego.
¿Todos los cipreses se parecen entre sí?
Las formas de los cipreses son muy variadas, desde las formas inhiestas y piramidales hasta formas colgantes o rastreras. Los tamaños son también muy diversos, abarcando desde especies enanas hasta algunas que alcanzan los 40 m de altura. Igualmente es diverso su colorido, cuyo verde puede tener diferentes tonalidades dependiendo de la especie o de la variedad.
Todos ellos tienen en común su poca tolerancia al frío, especialmente cuando éste viene acompañado de viento.
Prefieren los lugares soleados y los terrenos bien drenados. Todos ellos se caracterizan porque crecen rápidamente a partir de semillas o esquejes y por el rápido crecimiento de sus ramas y hojas que forman un entramado muy denso, aprovechado en muchos lugares para formar setos o pantallas contra el viento.
Muchos de los cipreses actuales son propensos a una enfermedad llamado «cancro del ciprés» que produce grandes males dentro de este género.
Más información sobre los cipreses.
7 agosto, 2024