NECESIDAD DE DIVULGACIÓN DE LA OBRA DE XAVIER ARIZA
Estos manuscritos llegaron a manos de D. Federico Gredilla, director del Jardín Botánico hacia principios del siglo XX, quien propuso a la Diputación Foral de Alava la importancia de los trabajos y la conveniencia de publicarlos. Así el ente foral en 1914 y 1915 en su Imprenta Provincial, edita dichos trabajos. El manuscrito de 1792, lo consigue Gredilla de D. Andrés Montoya, cura párroco de Elciego, quien lo conservaba entre sus libros. Los otros tres manuscritos los conservaba D. Nicolás Elías Ozalla, farmacéutico de Gijón y nieto de quien fuera farmacéutico de Soto de Cameros D. Nicolás Elías y Lázaro, con el que compartió casa en su época madrileña.
Mientras Ariza, infatigable trabajador de campo y minucioso apuntador de sus descubrimientos en sus manuscritos, desempeñaba el trabajo de farmacéutico de Elciego, tuvo que soportar un desencadenamiento de desgracias familiares que le sumieron en una profunda soledad. En 1800 fallece su esposa, Rosa Arrúbal. En 1804 y en el corto espacio de una semana, fallecen su hija Francisca Leandra y su hijo Antonio, Teniente de Capitán del Cuerpo de Milicas de Logroño. Muy probablemente, un Aríza triste, apenado, sin familia sanguínea en Elciego, decide volver a su Soto en Cameros natal hacia 1815 (¿)
Allí volvió a tener contactos con la botica con su amigo D. Nicolás Elías Lázaro, farmacéutico de Soto de Cameros y al que le deja sus escritos y trabajos de botánica
Fallece en la villa camerana el 4 de marzo de 1830.
Xavier Ariza, o Javier Arízaga, como gustaba a él denominarse en sus trabajos botánicos, ha sido un personaje olvidado por la historia. El mensaje de divulgación del conocimiento de la naturaleza y su aplicación en la vida cotidiana, lleno de delicadeza, sencillez y densidad de conocimientos, no ha tenido agradecimiento en nuestros años, pasando a ser un personaje casi olvidado en las dos poblaciones donde desarrolló su vida y la historia botánica o farmacéutica de nuestro país.
Ariza fue pionero en herborizaciones sobre la zona de Rioja, Rioja Alavesa y otras comarcas. Su obra es extensa y lo que es más importante, científicamente muy correcta para su época.
Creemos que no es de justicia dejar en el olvido a este farmacéutico de Elciego.
Es necesario resaltar los esfuerzos de divulgación y recuperación que D. Federico Gredilla, Director del Jardín Botánico a principios del siglo XX, hizo por la obra de D. Xavier Ariza, que de no haber sido así hubiera quedado en el olvido la vida y obra de este ilustre personaje al que no dudó en clasificarlo con estas palabras: «sus valiosos manuscritos botánicos realizados en Elciego, representa Arízaga el fuego sagrado de la botánica alavesa a últimos del s.XVIII y principios del XIX».
Sirvan estas líneas para dar un impulso en la botánica y en el mundo de la farmacia a este ilustre personaje que dedicó gran parte de su vida a estudiar, divulgar y apreciar lo que la naturaleza local nos ofrece.
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22 abril, 2019