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Efecto temperatura sobre el consumo de alimento
¿Qué efecto tiene la temperatura sobre el consumo de alimento en los animales?
A medida que aumenta la temperatura ambiente, las necesidades en energía y el consumo de alimento bajan.
En unos determinados valores, la temperatura ambiente es la ideal para el animal. Se dice que está en la zona termoneutra. Cuando el animal se encuentra en la zona termoneutra, no hay una modificación en el consumo de alimento aunque aumente la temperatura.
Sin embargo, a partir de ciertos valores de temperatura, una vez se ha pasado la zona termoneutra o zona donde la temperatura es la más agradable para el animal, no hay una relación directa entre las necesidades de energía y el consumo de alimento.
En este caso, mientras que el consumo de alimento disminuye en aumentar la temperatura, las necesidades energéticas aumentan. Ello se debe a que los animales tienen sistemas que consumen energía, para compensar un rango de temperatura poco adecuado para ellos, como sudar o jadear.
Cuando el animal se encuentra en una temperatura superior a la de la temperatura de la zona termoneutra, el consume de alimento disminuye porque los procesos que intervienen en la alimentación como la deglución, digestión o defecación suponen un gasto energético.
¿Qué supone para un animal estar en una temperatura demasiado alta?
Pasando la zona termoneutra o zona óptima de temperatura para el animal, el consumo de alimento disminuye mientras que las necesidades en energía aumentan. Se dice que hay estrés por calor. El estrés por calor afecta a las hembras lactantes y, en especial, a la vaca porque da mucha leche y a la cerda porque es muy sensible al calor. La cerda es muy sensible al calor porque no suda.
Más correcto es hablar de temperatura efectiva que de temperatura ambiental. La temperatura efectiva o temperatura de bochorno TH es la sensación de calor que siente el animal a una determinada temperatura ambiental. La temperatura efectiva depende de la temperatura ambiental (factor más importante para todas las especies), de la ventilación (factor más importante para todos los animales), de la humedad relativa y tipo de suelo.
Los animales que tienen más capacidad de sudoración, como el caballo, se ven muy influenciados por la humedad relativa del ambiente. El animal se refresca cuando hay evaporación del sudor. Si hay mucha humedad relativa, se dan dificultades para evaporarse el sudor y no es adecuada la refrigeración de su cuerpo.
El tipo de suelo influye en aquellos animales que tienen menor capacidad de sudoración, como el cerdo o el perro. En este caso, no les afecta la humedad relativa. Por conducción, transmiten el calor desde su cuerpo hasta el suelo. Cuanto más aislante sea el suelo, como la paja, menores pérdidas de calor experimentará el animal.
¿Qué es el estrés por calor?
El estrés por calor es muy marcado en cerdas lactantes, ya que hay una gran disminución en el consumo de alimento. A partir de los 20ºC de temperatura efectiva se da estrés por calor en los cerdos. A partir de los 20ºC, la cerda come 1 g de pienso menos por cada ºC por kg de peso del animal.
La vaca de la raza Frisona o Holstein experimenta estrés por calor a partir de los 25ºC de temperatura efectiva. La raza pardo-alpina resiste mejor el calor que la Frisona. En las zonas tropicales, se utilizan cebús porque resisten mejor el calor. No es hasta los 30ºC que sufren estrés por calor estos animales. Los cebús (Bos primigenius indicus) son una subespecie de toro propia del continente asiático con una gran joroba y papada, así como unas orejas caídas y unos cuernos cortos.
La vaca que sufre estrés por calor tiene disminuida la producción de leche y a los cerdos les causa disminución en el crecimiento.
Para solucionar este problema, en las granjas de vacas se puede instalar un sistema de ventilación y riego por aspersión. En las granjas de cerdos, también se puede aplicar este mismo sistema que en las granjas de vacas. Sin embargo, tanto para vacas como para cerdos no son muy eficaces estos sistemas para combatir el calor.
Los lechones, a diferencia de la cerda que le molestan las temperaturas altas, buscan el calor. La temperatura a partir de la que sufren estrés por calor se sitúa en los 35ºC. La solución está en crear 2 ambientes distintos, uno fresco para la cerda y uno cálido para los lechones.
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3 febrero, 2020