La piel de los reptiles

¿Cómo es la piel de los reptiles?

Características de la piel de los reptiles

tortuga gigante
Foto de tortuga gigante de Aldabra (Geochelone gigantea). Los reptiles tienen una piel gruesa, protegida por duras escamas

Los reptiles no tienen pelo en la piel como los mamíferos, ni plumas como las aves, sin embargo, tampoco la tienen totalmente desnuda como los anfibios. La piel de los reptiles está cubierta por escamas que recuerdan a las escatas de los peces.

Las placas óseas también son otro revestimiento de la piel, en este caso, típica de las tortugas.

Estructura de la piel de los reptiles

Los reptiles tienen, como los mamíferos, en la parte superficial de la piel (o epidermis) una capa de células queratinizadas que protegen al animal de la desecación y evitan la pérdida de agua a través de la piel. Esta capa se denomina estrato córneo y la parte más superficial es tejido muerto, como en los mamíferos).

Las escamas de la piel de los reptiles, que no son más que el engrosamiento de la epidermis, pueden ser de distintas formas: lisas, acanaladas o aquilladas. La piel, en el caso de las tortugas, dispone de otra protección, las placas óseas, que se unen a los huesos de su esqueleto para formar el caparazón.

Más internamente, en la dermis, están las células pigmentarias o cromatóforos, que dan color a la piel de los reptiles.

Estructuras asociadas a la piel de los reptiles

serpiente de cascabel
Las escamas de la parte final del cuerpo de la serpiente de cascabel se han modificado para formar el típico y curioso cascabel

La piel de los reptiles no está cubierta por pelo, como los mamíferos, o por plumas, como las aves y además, por regla general, no tiene glándulas. Por supuesto, tampoco tiene glándulas sudoríparas, por lo que, en conjunto, sumado a la gran cornificación de este tegumento, a través de la piel, la pérdida de agua que sufren los reptiles es casi cero. Las pocas glándulas de la piel tienen funciones muy concretas, como la de defensa frente a enemigos o la de atracción sexual.

En las serpientes, por ejemplo, existe un tipo concreto de glándulas, las glándulas anales, que producen una sustancia de sabor y olor desagradable que vierte, al exterior cuando se sienten amenazadas. Pero la función defensiva, no es la única. Los lagartos macho, durante la época de cría, secretan, mediante las glándulas femorales, una sustancia para atraer a las hembras.

Especializaciones de la piel de los reptiles

En algunos reptiles, las escamas se han modificado de un modo increíble, como es el caso de las serpientes de cascabel o crótalos. Estos animales poseen al final de la cola un conjunto de escamas muy engrosadas que hacen sonar como un cascabel, cuando mueven enérgicamente la cola, momento en que unas escamas friccionan con otras produciéndose el peculiar sonido que hace la serpiente de cascabel.

En este ejemplo, la función de las escamas no es la de proteger al animal de la desecación sino de avisar a los animales que se acercan demasiado a ella para advertirles de que se trata de un animal peligroso y que no dudará en morder si no se alejan de inmediato.

Funciones de la piel de los reptiles

La piel a los reptiles les protege de la desecación, ya que es muy impermeable. Por lo tanto, la configuración tremendamente impermeable de la piel es una adaptación de los reptiles para vivir en el medio terrestre.

En la piel, existen unas células especializadas en la dermis, los cromatóforos o células pigmentarias, que dan el colorido típico de cada especie y se encargan de camuflar al animal dándole una coloración lo más parecida posible a la de su entorno.

La muda en los reptiles

En los mamíferos, la palabra muda significa la sustitución del pelo viejo por pelo nuevo, tras sufrir éste un desgaste importante por el paso del tiempo y por el efecto de las inclemencias medioambientales (frío, calor, humedad, viento, etc.). Sin embargo, en los reptiles esta palabra tiene otro significado, porque estos animales carecen de pelo, aunque el concepto es, prácticamente, el mismo.

En el caso que nos ocupa, cuando decimos que un reptil está mudando, nos estamos refiriendo a la renovación del estrato córneo de la epidermis. En lugar de cambiar de pelo, los reptiles, cuando mudan, cambian de piel (o, al menos, una parte de su piel).

La muda puede ser por completo de una sola vez, como en las serpientes, donde el resultado de la muda (ese guante transparente) es visible y empieza por la cabeza hasta acabar desprendiéndose la piel de la cola. Sin embargo, en las tortugas, cocodrilos y lagartos, la muda se efectúa gradualmente y no es visible. En los lagartos con más motivo, porque, normalmente, tal y como sucede con los anfibios, se comen la muda a media que se desprende del cuerpo.

El tiempo que un reptil tarda en mudar viene determinado por parámetros ambientales como son la estación del año (temperatura y humedad) y por factores internos del animal, como la edad. Así por ejemplo, los reptiles de menos edad mudan más veces la piel que cuando son adultos. Parece ser que la glándula tiroides interviene en la regulación del proceso de la muda. Cuando un reptil se dispone a mudar su piel, busca un lugar húmedo o, directamente, entra dentro del agua, para acelerar el proceso de la muda. Exactamente, el agua facilita que la capa de piel superficial se desprenda del cuerpo del animal.

Más información sobre los reptiles

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

31 agosto, 2020

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