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Alimentación de los reptiles con alimento vivo
Alimentación de las tortugas de agua con alimento vivo
El alimento vivo proporciona a las tortugas de agua no sólo nutrientes sino también vivacidad puesto que obliga a las tortugas a cazar. Puede suministrarles caracoles, pequeños crustáceos acuáticos, grandes larvas de insectos acuáticos, etc. Frente a una alimentación variada las tortugas escogerán los alimentos que más les gusten y esto le servirá de indicación sobre sus preferencias.
El alimento vivo, generalmente, es aceptado con agrado por parte de la tortuga.
A la tortuga de agua, con menos frecuencia que el resto de alimentos, le daremos alimento vivo, como lombrices, gusanos de la harina, babosas, pequeños crustáceos, como artemias, larvas de mosquitos, y caracolesUna vez por semana, le daremos a nuestra tortuga alimento vivo.
Las tortugas de agua, como la tortuga de Florida (Trachemys scripta), la tortuga mapa del Misisipí (Graptemys kohni), la tortuga pintada (Chrysemys picta), la tortuga jeroglífico (Pseudemys concinna), las tortugas chinas de caparazón blando (Pelodiscus sinensis) o las tortugas mordedoras (Chelydra serpentina), tienen una dieta carnívora ya que se trata de animales cazadores y, en la mayoría de casos también son carroñeras y en su menú se encuentran restos de animales, como peces muertos.
Según la especie concreta, las tortugas acuáticas las podemos alimentar con carne de pollo o ternera, hígado, pescados, como arenques y pescadilla y huevos.
Con menos frecuencia, les daremos a nuestras tortugas pienso para perro o gato y alimento vivo.
La dieta de esta tortuga de agua varía según la edad del propio animal. Así por ejemplo, cuando son jóvenes tienen una dieta exclusivamente carnívora, compuesta de crustáceos, insectos acuáticos, anfibios (principalmente sus larvas) y moluscos. Complementan su dieta con carroña.
En cambio, a medida que la tortuga va creciendo se va volviendo más vegetariana (en realidad, se hace omnívora). Se alimenta, cuando es adulta, de los mismos alimentos que cuando era joven, pero añade a su dieta plantas acuáticas, como nenúfares, además de raíces y tubérculos.
Alimentación de las serpientes con alimento vivo
Las serpientes, debido a sus hábitats alimenticios, las alimentaremos con alimento vivo, a base de micromamíferos principalmente.
Como alimento vivo para serpientes, tenemos distintas especies de roedores como ratones, hámsteres, cobayas o conejos. Tienen este tipo de alimentación, las serpientes ratoneras (Elaphe sp.) y los crótalos o serpientes de cascabel (Crotalus sp.) entre otras muchas.
A las serpientes con dietas más variadas, además de darles roedores podemos ofrecerles aves de granja, como pollos o codornices.
Las serpientes con dietas más restrictivas, basadas en peces (serpientes piscívoras), como las serpientes jarretera (Thamnophis sp.) les daremos peces de criadero, tanto frescos como congelados, como por ejemplo, truchas, arenques, caballa, pescadilla o bacalao (fresco) y también lombrices.
Estas serpientes, en estado salvaje, también comen anfibios, como ranas, sapos y salamandras, además de invertebrados, principalmente lombrices y, ocasionalmente, algún vertebrado: roedores, pajarillos o lagartos; por lo que, de vez en cuando, a nuestra serpiente jarretera le podemos dar algún ratón que aceptará de buen grado.
Las serpientes acuáticas que no se alimentan de peces, como la Heteodon nasicus o culebra nariz de cerdo, tienen una dieta muy variada basada en sapos y ranas, pero también comen vertebrados terrestres, como lagartos, serpientes, pajarillos y sus huevos, así como roedores.
Sin embargo, no tiene porque suponernos un problema este detalle, ya que podemos acostumbrar nuestra serpiente Heterodon a que coma presas más asequibles para nosotros, como los ratones. Se los podemos suministrar tanto recién muertos como descongelados y estas serpientes aceptan bien tanto ratones recién nacidos como ejemplares adultos.
Existen serpientes con dietas más especializadas, que dificultan su mantenimiento en cautividad, basadas en huevos, como la serpiente comedora de huevos africana (Dasypeltis scabra); insectos, como la serpiente verde áspera (Opheodrys aestivus) o bien en otras serpientes, como la cobra real (Ophiophagus hannah) o las serpientes reales (Lampropeltis sp.).
Aunque las serpientes de forma natural se alimentan exclusivamente de animales vivos, en cautividad se pueden acostumbrar a comer presas muertas, tanto frescas como descongeladas, por lo que este inconveniente inicial es fácilmente solventable con un poco de paciencia.
En las serpientes especialmente, debido a que no mastican el alimento, su talla condiciona las presas que consumen. De este modo, las más pequeñas se alimentan de pequeños roedores como ratones o incluso de insectos. En cambio, las grandes serpientes, como las serpientes constrictoras, tipo boa o anaconda, se alimentan de animales de gran tamaño, como grandes lagartos, cocodrilos, ciervos, monos, cerdos y ganado.
No obstante, el tipo de animales que prefiere una especie de serpiente concreta no depende únicamente del tamaño, también de otros factores, como el movimiento de la presa o su olor y la temperatura corporal de la presa, por lo que la elección de las presas por parte de la serpiente es algo más complejo que la simple influencia del tamaño.
Alimentación de los reptiles insectívoros con alimento vivo
En general, los reptiles insectívoros mantenidos en cautividad se alimentan con una gran variedad de insectos: grillos, langostas, saltamontes, cucarachas, gusanos de la harina, escarabajos, mariposas y polillas y moscas, complementando, en muchas especies, los requerimientos de proteína con presas más grandes, como crías de roedores o comida enlatada para gatos o perros y teniendo en cuenta que muchos reptiles que comen insectos también, de vez en cuando, toman bocados vegetarianos.
Como especies exóticas de reptiles que comen insectos en el mercado se encuentran los eslizones del cabo (Mabuya capensys) y los Mabuya perodetti; los eslizones bereber (Eumeces algeriensis) y los Eumeces schneideri o eslizones de Schneider, además de los grandes eslizones de 60 o 70 cm de longitud, es decir, los eslizones de lengua azul, como Tiliqua gigas y Tiliqua scincoides.
Estos animales se alimentan en cautividad con insectos, aunque su dieta se complementa con fruta, como el plátano, y dado su mayor tamaño, miden medio metro o más según la especie, a las especies más grandes se les da crías de ratón o crías de rata para los eslizones de lengua azul.
Otros reptiles insectívoros muy importantes como animales exóticos son los camaleones, como el camaleón velado (Chamaeleo Calyptratus) o el camaleón de Parson (Calumma Parsonii) y los geckos, como el gecko leopardo (Eublepharis macularius) o el gecko Tokay (Gekko gecko).
A excepción de los camaleones que son animales insectívoros estrictos y no aceptan más que un repertorio variado de insectos, los geckos, como sucede con los eslizones, los alimentaremos, no sólo con insectos, también con crías de roedor o fruta, según la especie. Además, a muchos geckos, como los del género Phelsuma (P. madagascariensis, P. cepediana, P. laticauda, etc) les gustan los alimentos muy dulces, no sólo la fruta, también la miel, que la mezclaremos con agua.
Los varanos son un tipo especial de lagarto debido a su gran tamaño, por lo que no se contentan sólo con insectos. Si tenemos una mascota de estas envergaduras no la podemos mantener exclusivamente con insectos y ratones, también deberemos suministrarles ratas, comida enlatada para gatos y perros y huevos de gallina.
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Se recuerda que el comercio y la tenencia de animales exóticos por parte de particulares en muchos países está regulada por la ley.
Más informaciónsobre la alimentación de los reptiles.
30 noviembre, 2020