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¿Cómo se transmite la rabia en los gatos?
La rabia está causada por un virus de la familia rhabdoviridae.
Se transmite a través de la mordedura de un animal infectado, por lo general, un mapache, una mofeta, un zorro o un murciélago.
¿Qué es la rabia en gatos?
La rabia es un virus que tiene predilección por el tejido nervoso y las glándulas salivales.
Las glándulas salivales son para el virus de la rabia, un lugar predilecto para diseminarse y hacer de reservorio. Es por ello que, es a través de peleas, donde se vehicula la rabia. Pero no es el único modo de transmisión. La vía inhalatoria o mediante ingestión de animales infectados también pueden ser otras vías de contagio, aunque, por supuesto, menos habituales.
Después de una mordedura por un animal infectado con este virus, el gato experimenta un periodo de incubación asintomático, durante el cual, el virus se disemina hacia ese tejido nervioso central.
Ese periodo puede ser variable en función del lugar de mordedura, la edad (en gatos viejos es más lento) y la cantidad de virus inoculado. Puede ir de unos 8o 9 días hasta más de 1 año. Aunque la mayor parte de los gatos muestran síntomas dentro de 4 o 6 semanas después de la mordedura.
Cómo saber si un gato tiene la rabia
Un gato infectado por el virus de la rabia suele reconocerse por un aumento de las vocalizaciones, a veces hasta se le da un cambio en la voz. También es característico de un gato rabioso, una inquietud característica y una mirada salvaje, ansiosa o en blanco.
La pérdida parcial o total de apetito, un estado depresivo, paresia (parálisis parcial de las patas), hipersalivación (ptialismo), convulsiones, incoordinación de movimientos y cambios de conducta. Y es que un gato salvaje puede volverse tímido y sociable, pero un gato amistoso puede volverse absolutamente salvaje.
Todo ello son manifestaciones de síntomas que muestran alteraciones del sistema nervioso central.
Algunos gatos pueden mostrar un cuadro fulminante con una aparición de la enfermedad con parálisis generalizada, coma y muerte al cabo de 10 días, lo que se conoce como rabia muda.
También puede ser la fase final de una fase de rabia clínica con la sintomatología anterior. Aunque la mayor parte de los gatos se acaban eutanasiando para evitar la transmisión del virus a las personas y a otros animales.
Cómo evitar la rabia
La rabia es una zoonosis (enfermedad que puede transmitirse de otros animales a seres humanos) y de difícil manejo. Además, tampoco existe ningún tratamiento curativo a ofrecer, por lo que la eutanansia de estos animales está totalmente indicada.
El perro recibe vacunaciones contra la rabia de forma periódica, pero el gato no suele recibir este protocolo preventivo de forma rutinaria y ello convierte al gato que salen al exterior o gatos callejeros que pueden cazar libremente o sufrir peleas o agresiones de animales de sangre caliente en una especie susceptible y más expuesta al contagio de la rabia.
En algunos países, como en Inglaterra, no es posible viajar con nuestra mascota sin haber testado antes esta enfermedad, o sino han de pasar por una cuarentena en aduana para poder entrar al país,
El movimiento de animales de un país a otro, así como el tráfico de animales hace que la estrategia de prevención quede en entredicho. No hemos de dejar de vacunar a nuestro animal, ya que es la única forma de evitar que se contagie de la rabia.
Es un germen lábil (poco estable) y, por lo tanto, fácilmente destruible por calor, luz ultravioleta y diversos desinfectantes. Por lo que no es difícil controlar su propagación si se emplean unas medidas básicas de higiene y aislamiento.
* Ver más sobre: Animales transmisores de rabia / Rabia por murciélagos / Dónde hay rabia / Casos de rabia en el mundo
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17 agosto, 2024