Contenidos
- 1 ¿Qué es mejor gato o perro?
- 1.1 Diferencias entre el perro y el gato
- 1.2 Diferencias en cuanto al aspecto físico entre un perro y un gato
- 1.3 Diferencias en el comportamiento entre un perro y un gato
- 1.4 Diferencias en cuanto a la alimentación entre el perro y el gato
- 1.5 Diferencias en cuanto a los cuidados que necesita un perro o un gato
¿Qué es mejor gato o perro?
Diferencias entre el perro y el gato
Probablemente sean el perro y el gato las mascotas más apreciadas en todo el mundo. Pese a que ambos animales tienen muchas cosas en común, sí que existen diferencias significativas entre ellos haciéndolos más adecuados uno u otro a un determinado dueño, por lo que conviene tenerlas en cuenta antes de decidirse por la tenencia de un perro o de un gato.
Diferencias en cuanto al aspecto físico entre un perro y un gato
En el caso del perro, existe una mayor variedad de razas. Así, mientras que de razas de gatos tan solo disponemos de unas 80, existen más de 300 razas de perros.
Además, en el perro, podemos encontrar animales muy distintos, en cuanto al tamaño, pelaje y formas corporales. En el gato, en cambio, la variedad en cuanto al aspecto físico es mucho menor que en el perro.
Si el aspecto físico del perro es más bonito que el del gato o viceversa, ya es una cuestión de gustos. Sólo debemos considerar que normalmente un gato es más pequeño que un perro, con la ventaja que supone a la hora de transportarlo o de si vivimos en un piso.
Diferencias en el comportamiento entre un perro y un gato
El perro es un animal social, el gato es de costumbres solitarias. Este detalle es importante a la hora de interaccionar el animal con nosotros los humanos. Mientras que el perro tiene como estructura social la manada, el gato macho vive solo. Las gatas, en cambio, conviven en grupo con sus crías.
De dicho comportamiento, se podría deducir que el gato es, en general, menos sociable que el perro, pero no es cierto. Lo que sucede es que la forma de relacionarse del gato con los humanos es distinta a la del perro. Mientras que el perro depende totalmente del ser humano, el gato es mucho más independiente, pero también establece, como el perro, lazos afectivos con su dueño.
Las formas de comunicación entre el perro y el gato son bastante distintas. El perro se comunica por ladridos, aullidos y gruñidos y es, generalmente, más ruidoso que el gato. Sin embargo, una gata en celo puede ser muy molesta cuando busca la atención de un macho.
Otro rasgo de comportamiento diferente entre el perro y el gato es el periodo de actividad. El perro es un animal diurno, mientras que el gato es nocturno. Debemos tener en cuenta este detalle si nuestra mascota es un gato para respetar el bienestar de nuestro animal. No obstante, los gatos terminan por acostumbrarse al ritmo de vida del dueño en muchas ocasiones, por lo que normalmente no supone ningún problema este detalle
Relacionado con el comportamiento, viene la función que desempeña el animal, es decir, lo que se conoce como aptitud. El gato tiene la función de ser animal de compañía y, antiguamente de cazar ratones. Sin entrar en la estéril discusión de quien es mejor animal de compañía si el perro o el gato, el perro cumple muchas más funciones que el gato, pues además de mantenerse como animal de compañía, puede servir como animal de guarda y defensa para proteger a las personas y sus casas u otras posesiones, para proteger y guiar al rebaño como perro pastor, para cazar como perro de caza en una gran variedad de modalidades dependiendo de la raza del perro, como perro de salvamento o de socorro para ayudar a las personas en las tareas de rescate en la alta montaña o cuando hay derrumbamientos de edificios, como perro policía en la detección de drogas y otros estupefacientes, etc.
Diferencias en cuanto a la alimentación entre el perro y el gato
Tanto el perro como el gato son animales carnívoros, como lo refleja su grupo taxonómico o clasificación científica a la que pertenecen, la de los carnívoros, junto con otros mamíferos como los osos, las focas o las hienas. No obstante, la dieta del gato es más restrictiva que la del perro. Ello se debe a que los gatos salvajes se alimentan casi exclusivamente de las mismas presas, es decir, de roedores, principalmente ratones. Por ello, el gato es un animal muy selectivo en cuanto a su alimentación, lo que puede ser un problema a la hora de comer el pienso que le demos, rechazando incluso algunos tipos. El perro, en cambio, no es tan selectivo en lo que a su alimentación se refiere, pues su ancestro salvaje, el lobo, se alimenta de una gran variedad de presas; incluso puede comer hasta bayas (frutos comestibles).
El aporte de comida debe ser distinto si tenemos un perro o un gato. En el caso del perro, la alimentación debe hacerse restringida, ya que no sabe controlarse y come tanta comida como tiene al alcance. En cambio, el gato debería darse una alimentación ad-libitum porque este animal come siempre poca cantidad, pero varias veces a lo largo del día.
* Más información: Alimentación del perro / Alimentación del gato
Diferencias en cuanto a los cuidados que necesita un perro o un gato
El pelaje de un perro, en general, necesita de más cuidados que el de un gato, salvo algunas razas en concreto en que puede darse el caso contrario. Ello se debe a que el pelo liso y corto requiere de menos cuidados que el pelo largo. No obstante, el pelaje del gato también requiere de ciertos cuidados, especialmente en razas de pelo largo como el gato persa o el angora. El baño de un gato puede ser una tarea complicada, ya que los gatos temen el agua de forma innata.
Tanto el perro como el gato pueden verse atacados por parásitos externos, como garrapatas o pulgas. El perro y el gato se ven parasitados por el mismo tipo de pulgas, es decir, Ctenocephalides felis o pulga del gato. Una buena higiene del hogar, unido a tratamientos preventivos de desparasitación, son importantes para evitar estos molestos e indeseados parásitos invertebrados.
La vacunación del perro es obligatoria y la del gato recomendable. Un perro debe estar vacunado de la rabia, del moquillo, de la hepatitis y del parvovirus. El gato, además de sufrir como el perro de rabia, pero no de moquillo puede padecer toxoplasmosis. Aunque no existe vacunación frente a esta enfermedad porque se trata de una enfermedad parasitaria, se está desarrollando una vacuna.
El gato frente al perro tiene la ventaja que puede educársele la buena costumbre de hacer sus necesidades en un cajón de arena. Ello evita la obligación del perro de salir a fuera para hacer sus necesidades.
* Información relacionada: Ventajas del gato
Más información sobre otros animales domésticos.
7 junio, 2021