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¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de elegir un perro?
A la hora de elegir un perro debemos tener en cuenta algunos criterios:
- Raza
- Sexo
- Edad
- Espacio disponible
- Convivencia con niños
Perro de raza, cruzado o mestizo
Foto de perro de raza mestiza. Los perros mestizos son tan buena opción como los perros de raza |
Los perros de pura raza son aquellos que reúnen las características de tamaño, forma y carácter del estándar racial. Lo perros cruzados son el resultado de la mezcla de 2 razas puras. En cambio, los perros mestizos resultan de numerosos cruces al azar.
Los perros de pura raza, al criarse a partir de una base genética reducida, concentran genes peligrosos que aumentan el riesgo de sufrir problemas de salud. Por ejemplo, el Pastor alemán tiene tendencia a sufrir displasia de cadera, el Cavalier king Charles spaniel es propenso a sufrir problemas de corazón y el Dalmata tiene tendencia a la sordera.
Los perros mestizos o cruzados gozan del vigor híbrido (o heterosis), por lo que son, generalmente, más sanos y fuertes que los perros de pura raza.
Sin embargo, en la actualidad, la mayor parte de perros domésticos de los países desarrollados son de raza.
A la hora de elegir a nuestro perro, no nos debemos basar únicamente en su apariencia física sino que debemos mirar también otros aspectos como son su facilidad para ser educado, su paciencia con los niños o si son o no ruidosos, por ejemplo.
Si tenemos la posibilidad, es conveniente ver a los padres para predecir como puede ser nuestro cachorro de adulto.
Edad del perro
El periodo más importante en la vida de un perro son sus primeras 12 semanas de edad. Pese a que el destete se produce a la sexta semana de vida, el cachorro todavía tiene que aprender mucho de su madre y sus hermanos. Por ello no se le debe separar de la madre hasta la octava semana de vida. El cachorro necesita que su madre lo termine de sociabilizar y de formarle un buen carácter.
La edad ideal para que un cachorro sea integrado en su nueva familia es a la octava semana para que esté lo más receptivo posible a su nuevo entorno pero al mismo tiempo se muestre relajado.
Si queremos adquirir un perro adulto, Antes, nos tenemos que asegurar que haya recibido una correcta educación y que esté acostumbrado a un entorno familiar. A partir del año, el perro deja de ser cachorro y ya es adulto.
Un perro adulto generalmente ya ha sido educado para hacer sus necesidades, sentarse y quedarse quieto, por ejemplo. Sin embargo, a veces, puede ocurrir que acarree vicios conductuales, como ladrar mucho cuando suena el timbre de la puerta o coger los zapatos de su dueño.
Los perros criados en perreras no siempre se adaptan bien a vivir con las personas.
Sexo del perro
La elección del sexo de nuestro futuro perro tiene sus pros y sus contras ya que existen diferencias tanto físicas como de carácter entre un sexo y otro.
Los perros machos son de mayor tamaño y más fuertes que las hembras. Pueden ser más dominantes, independientes y agresivos con otros machos, necesitan más ejercicio porque suelen ser más activos y necesitan orinar para marcar su territorio. Olisquean todo con más interés que las hembras. Si no se les educa bien, hay mayor riesgo que en las hembras de que muerdan a los extraños.
Las hembras son más afectuosas, reclaman más cariño, suelen ser más obedientes que los machos y suelen portarse mejor que ellos. Sin embargo, tienen el celo cada seis meses de media, es decir, 2 celos al año y corremos el riesgo de embarazos no deseados o embarazos psicológicos. Tienen el mismo instinto de caza y defensa que los machos.
La castración permite atenuar las características de ambos sexos. Esterilizar a las hembras previene los cambios de comportamiento y alarga su esperanza de vida. En los machos, la castración reduce la costumbre de marcar con orina, la tendencia a escaparse y la agresividad hacia otros machos.
Espacio disponible para el perro
Según el espacio en el que vivimos, elegiremos el tamaño, la raza y el pelaje del perro. No es lo mismo un piso que una casa pequeña o una casa grande, obviamente.
No es nada recomendable, por ejemplo, comprar un Mastín de los Pirineos o un Gran danés para un piso pequeño. Si a pesar de ello, seguimos empeñados en tener un perro grande, debemos responsabilizarnos de darle todo el ejercicio que requiera su raza y cubrir sus necesidades.
En general, son adecuados para la vida en un apartamento o piso el Yorkshire terrier, el Bulldo inglés, el Carlino, el Shar Pei, el Caniche, el Cocker spaniel y, en general, todos los perros falderos.
Los perros de compañía son de talla pequeña, son muy cariñosos y juguetones. Sin embargo, reclaman mayores atenciones que los grandes, por lo que soportaran menos la soledad.
Los perros grandes, en cambio, son excelentes guardianes y tienen mucha paciencia con los niños.
La situación de nuestra casa, es decir, si se encuentra al centro de una ciudad o en un pueblo también es importante a la hora de elegir una determinada raza canina. Los perros de caza, como el Bloodhound, el Podenco ibicenco o el Setter irlandés, necesitan de paseo por el campo, por lo que son más recomendables para las personas que vivien en un pueblo.
Tener o no jardín en la propia casa también es otro factor a tener en cuenta a la hora de escoger una determinada raza canina.
Los perros y los niños
No a todos los perros les gustan siempre los niños. Debemos eligir un perro juguetón y, al mismo tiempo, que tenga mucha paciencia con los niños. Son adecuados el Golden retriever, el Labrador retriever, el Boxer, el Teckel (perro salchicha) o el Beagle, por ejemplo.
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1 diciembre, 2020