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Ficha de Alectoris rufa
Cómo es la perdiz roja
Nombre común: Perdiz roja
Nombre científico: Alectoris rufa
– Clasificación:
Orden: Galliformes
Familia: Phasianidae
Características:
- Longitud: 35 cm.
- Envergadura: 50 cm.
- Peso: 530 g.
- Hábitat: Zonas de cultivo, de tierras pedregosas, preferiblemente en monte bajo.
- Distribución: (Suroeste de Europa: casi toda la Península Ibérica, gran parte de Francia, el extremo noroeste de Italia, islas del Mediterráneo).
- Costumbres: Especie terrestre, diurna, gregaria, sedentaria.
- Alimentación: Omnívora (semillas, flores, invertebrados).
- Reproducción: Ovípara. Puesta: 9 – 18 huevos. Incubación: 24 días.
- Longevidad: Hasta 6 años en cautividad.
Aspecto físico de la perdiz roja
La perdiz roja destaca mucho por el collar punteado de blanco y negro que nace a los lados del cuello y se une en la parte superior del cuello. Además, en la perdiz roja se ve un gran contraste entre el color blanco de su garganta y el negro del borde. Alrededor de los ojos de este ave hay un anillo de piel desnuda de color rojo intenso. El pico, la pata y los pies de la perdiz roja son de color rojo coral. El color del plumaje de la perdiz roja cambia según el sexo y la edad del animal.
En las plumas de los flancos de la perdiz roja, están muy marcadas unas rayas castañas enmarcadas en blanco y negro llamadas «chalecos».
La perdiz roja es más grande que la perdiz pardilla (Perdix perdix), pues es un ave de tamaño medio que mide entre 35 y 40 cm de longitud, con una envergadura de entre 50 y 60 cm. Tiene un aspecto rechoncho, con alas cortas y cola muy corta, de unos 12 cm de longitud.
La perdiz griega (Alectoris graeca) tiene un aspecto muy similar al de la perdiz roja, pero vive en zonas secas y rocosas de los Balcanes, Sicilia, Alpes y de la Península Itálica.
Costumbres de la perdiz roja
Una de las actividades que más le gusta a la perdiz casi desde el mismo momento de su nacimiento es tomar un buen baño de arena. Echada sobre una porción de tierra desnuda, esponja las plumas, mientras con el pico, las alas o las patas se echa polvo sobre el pecho, el dorso y en los costados.
Reacia a volar, la perdiz roja prefiere correr por el suelo a gran velocidad.
Se trata de una especie sedentaria que vive en un territorio no muy extenso en el que se dispersan para criar los jóvenes que nacen cada año.
La perdiz es una especie muy gregaria. Según la época del año, este ave forma pareja, grupos familiares o grupos plurifamiliares.
Fuera de la época de cría, forma bandos de entre 8 y 14 individuos y que podemos ver vagando por los campos donde la perdiz abunda.
Pese a ser un pájaro nervioso e inquieto, asustadizo y tímido que se esconde al menor peligro, agazapándose entre la vegetación, parece tener preferencia por los bordes de caminos, cunetas y lugares transitados por personas y vehículos.
En marzo, cuando la mayor parte de parejas de perdices están formados, el reclamo de machos a hembras y viceversa es continuo en los campos ibéricos. El canto de las perdices es muy característico y ha sido comparado con el sonido que hacía una locomotora de vapor.
Cuando un macho entra en el territorio de otro macho, se miden sus fuerzas con el canto. Cada uno trata de amedrantar a su rival con el vigor de su canto mientras se aproximan entre la hierba. Si el invasor no se retira, pasan a las amenazas. Si a pesar de ello, ninguno de los dos quiere ceder tampoco, se produce la lucha física en la que se dirigen picotazos a la cabeza para sujetarse y saltar sobre la espalda de su adversario para herirlo con los espolones de las patas. Sin embargo, raramente la pelea tiene graves consecuencias, ya que la mayoría de los picotazos no son certeros y tan pronto como uno de los combatientes se siente montado lucha vigorosamente por escurrirse. Libre ya de su rival, el vencedor de la pelea, con más fuerza que nunca, entona su canto de posesión a cuyo eco responden las hembras.
Los perdigones nada más nacer se muestran muy activos y corren por entre las plantas con gran agilidad. Antes de las 24 horas tras romper el cascarón ya se les puede ver correr detrás de su madre. Cada vez alguno de ellos encuentra algo para comer llama a sus hermanos y lo mismo hace la madre que en ocasiones les da el alimento en el pico.
¿Dónde vive la perdiz roja?
La perdiz roja busca terrenos despejados alejados de bosques densos pero también se puede encontrar en bordes y bosquetes de especies caducifolias.
En la Península Ibérica (España y Portugal), su hábitat preferido está constituido por extensos claros del bosque mediterráneo donde crecen el romero y el tomillo y los robles y las encinas. También se encuentra en campos de cereales donde la comida es abundante.
La perdiz roja vive desde zonas bajan a nivel del mar hasta campos de montaña de más de 1.500 altura.
En Europa, la perdiz roja se encuentra en toda la Península Ibérica, en la mitad sur de Francia y Córcega y en el nordeste de Italia. Este ave fue introducida en el Reino Unido hace muchos años y también ha sido introducida en Argelia.
La perdiz roja es muy abundante en cotos y reservas cinegéticas del centro, sur y levante español. Las repoblaciones permiten mantener altas densidades y extender la especie a regiones no demasiado adecuadas para la perdiz roja o en zonas donde se caza mucho y se impide que este ave se reproduzca bien.
La zona norte de la Península Ibérica, en cambio, tiene una baja densidad, especialmente en la costa atlántica de Galicia y la costa cantábrica.
* Más información: ¿Dónde viven los animales?
Alimentación de la perdiz roja
La perdiz roja se alimenta sobre todo de componentes de origen vegetal. La alimentación en este ave forma el 95% de su dieta total. Come granos de toda clase de cereales. También picotea las hierbas y las hojas y es gran aficionada a las bayas (frutos carnosos) y a los brotes de plantas arbustivas. No le gustan mucho los insectos, aunque no los desdeña, especialmente en verano. En sus primeros días, los perdigones son insectívoros y consumen gran cantidad de insectos, principalmente hormigas, larvas y gusanos y pocos granos.
* Más información: Alimentación de los animales / Alimentación de las aves
Reproducción de la perdiz roja
Los machos son ligeramente más grandes que las hembras ya que éstos pesan entre 600 y 800 gramos, frente a los 500 ó 600 gramos de sus compañeras.
A partir de los últimos días del mes de enero, empiezan a deshacerse los pequeños bandos de perdices y los machos luchan entre sí por la posesión de las hembras, especialmente en lugares favorables del sur de la Península Ibérica. En marzo, la mayor parte de las parejas ya están unidas.
En la Península Ibérica, las fechas del comienzo de las puestas son muy variables, pues dependen de la temperatura y de las lluvias ya que las perdices están ligadas a la siembra de cereales y otras plantas.
Es el macho el encargado de seleccionar el emplazamiento del nido y de su construcción. En realidad, la perdiz macho realiza varios nidos en los puntos más estratégicos de su territorio.
Al llegar el momento de la puesta, la hembra deposita sus huevos en un único nido. Los restantes nidos terminan por deteriorarse porque tras la puesta y elección del nido por la hembra el macho deja de atenderlos. Las hembras se encargan de la incubación de los huevos completamente solas y empieza solamente cuando el último huevo ha sido puesto. La puesta de la perdiz roja oscila entre 10 y 18 huevos, rara vez menos. Los huevos de perdiz son bastante grandes, de color banco amarillento o pardo amarillento con puntos con manchas y puntos rojizas.
Únicamente durante breves periodos de tiempo, la perdiz abandona abandona sus huevos para ir a comer o a beber.
Los perdigones (o crías de perdiz) nacen después de 21 ó 24 días de incubación. Las perdices rojas jóvenes se parecen a la perdiz pardilla, pero vistos de cerca, se aprecia en las primeras el color pardo oliváceo oscuro de la cabeza así como en el dorso. Llaman mucho la atención por su plumaje rayado en el dorso.
¿Qué enemigos tiene la perdiz roja?
Los principales depredadores de la perdiz roja son el zorro rojo o zorro común (Vulpes vulpes), la gineta (Genetta genetta), el gato montés (Felis silvestris), el lince (Lynx pardinus) y algunas aves rapaces, como el águila perdicera (Aquila fasciata), el azor (Accipiter gentilis), el milano (Milvus migrans) o el águila imperial (Aquila adalberti).
Como el conejo (Oryctolagus cuniculus), la perdiz roja (Alectoris rufa) juega un importante papel de presa de numerosos animales depredadores en la región mediterránea. De hecho, gran parte de los carnívoros y muchas de las rapaces que comparten su hábitat dan caza las perdices.
Los córvidos, como la urraca (Pica pica) o la grajilla (Corvus monedula) atacan los nidos y las crías de perdiz llamadas perdigones. Los animales domésticos y asilvestrados, como los perros o los gatos, también causan daños en las nidadas de la perdiz roja.
Conservación de la perdiz roja
La caza indiscriminada a la que se han visto sometidos tradicionalmente los enemigos de la perdiz roja supone paradoxalmente un peligro para la supervivencia de esta especie, pues con ella se eliminan los animales que regulan las poblaciones de otras especies animales mucho más dañinas para la perdiz roja, los córvidos que saquean y destruyen sus nidos.
Utilidad de la perdiz roja
La perdiz roja es el ave de caza por excelencia de la Península Ibérica gracias al hecho de ser una especie muy abundante en estas latitudes y de poseer un vuelo rápido y poderoso. Una vez cazada se consume su carne. También se aprovechan para el consumo humano sus huevos.
La perdiz roja se cría en granjas cinegéticas para su posterior liberación en los cotos de caza españoles.
* Más información: Perdiz / Animales de granja
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1 noviembre, 2022