¿Qué necesitan los parásitos para vivir?
¿Qué quiere decir ser parásito?
Existen animales que para sobrevivir necesitan vivir dentro del cuerpo de otro animal, son los llamados parásitos internos o endoparásitos, como las lombrices intestinales.
Otros parásitos precisan encontrarse sobre la superficie de su huésped y desarrollarse así a expensas de él, en este caso hablamos de parásitos externos o ectoparásitos, como las garrapatas o las pulgas.
¿Qué tipos de parásitos existen?
Los animales parásitos pueden necesitar permanentemente a su huésped para sobrevivir y entonces se llaman parásitos obligados o, solo pueden actuar como parásitos si tienen la ocasión, como las moscas verdes; todos ellos reciben el nombre de parásitos facultativos.
Los parásitos obligados, es decir, aquellos animales que se ven obligados a llevar una vida parásita durante toda su existencia, o mejor dicho, a lo largo de todo su ciclo biológico, son los que presentan mayores adaptaciones a la vida parasitaria, respecto a los parásitos facultativos.
Entre los parásitos obligados y los parásitos facultativos se encuentra una tercera posibilidad constituida por los parásitos temporales, que son aquellos animales, como las sanguijuelas, los mosquitos o las pulgas, que se fijan sobre sus huéspedes solo para alimentarse.
¿Qué significa ser parásito?
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Los parásitos para sobrevivir dentro del cuerpo de los animales, especialmente, pero también aquellos seres vivos que viven sobre el cuerpo de sus huéspedes han evolucionado adquiriendo unas estructuras anatómicas y perdiendo otras.
Los parásitos, especialmente los de tipo obligado y los que viven en las cavidades internas de los animales deben afrontar condiciones de vida muy duras, condiciones a las que los animales no adaptados a ellas porque son de vida libre, categóricamente no podrían hacer frente, como la falta de luz, la ausencia de oxígeno, la presencia de un sistema inmunitario del huésped que lucha en contra del propio parásito, etc.
Todo lo explicado es válido sobre todo para los parásitos obligados, porque para los parásitos facultativos, especialmente, o los parásitos temporales, en menor medida, no se verán tanto dichos cambios, respecto a los animales de vida libre.
¿Qué adaptaciones tienen los animales parásitos?
Desarrollo de estructuras especiales
Los animales parásitos han desarrollado órganos de fijación, como ventosas, en gusanos planos cestodos y trematodos y en ácaros psarcotoides, o ganchos en cestodos, gusanos acantocéfalos y ciertos artrópodos.
Otras estructuras desarrolladas por algunos parásitos, como los cestodos y trematodos, son las espinas y los botrios. Los botrios son órganos de fijación constituidos por hendiduras con los bordes muscularizados, característicos de las tenias que no viven fijadas permanentemente en el intestino.
Los parásitos intestinales o los parásitos de la piel para alimentarse, pero en algunos casos fuera también de este momento, necesitan anclarse a la mucosa intestinal o a la piel, para estar en contacto con el alimento y tener acceso a su fuente de sustento.
Simplificación de estructuras anatómicas
Los animales de vida parásita han visto simplificadas sus estructuras anatómicas, de modo que tienen muy reducidos el sistema nervioso y los órganos sensoriales, así como el aparato digestivo, que falta en los cestodos, como las tenias.
En cambio, el aparato reproductor de estos animales a lo largo de la evolución se ha hecho más voluminoso y complejo, siendo prácticamente la única estructura en algunos grupos de animales parásitos, junto con las estructuras de fijación.
El parásito invierte mucha más energía en la producción de gametos, para aumentar las posibilidades de éxito reproductivo en un sistema basado enormemente en el azar para completar el ciclo biológico.
Otras estructuras, como los órganos locomotores, suelen verse atrofiados en los parásitos obligados.
Desarrollo de un tegumento sincitial
Otra adaptación muy importante de los parásitos, en este caso para aquellos que viven el interior del cuerpo de los animales, como los gusanos planos o platelmintos y los gusanos redondos o nematodos, es la presencia de epidermis sincitial, acompañada con puentes citoplasmáticos, que conectan la epidermis del animal parásito con el parénquima o interior de su cuerpo, para permitir mejor la difusión del oxígeno a través de dicha estructura por todas las células del cuerpo de la animal.
La característica de sincitio se puede explicar como la epidermis formada por células con varios núcleos, que resultan de la fusión de varios núcleos.
Ello responde a la necesidad de estos animales de sobrevivir en ambientes pobres en oxígeno.
* Ver más sobre: Adaptaciones de los parásitos
Más información sobre los parásitos.
22 abril, 2019