Reproducción de la mosca del vinagre

Reproducción de la mosca de la fruta

Apareamiento de las moscas de la fruta

Las drosófilas se aparean en lugares donde hay abundante fruta en fermentación, tras un pequeño ritual de apareamiento basado en un curioso baile de cuerpo y alas. El macho, en primer lugar, hace vibrar sus alas lo que produce un zumbido, después lame los genitales de la hembra. Durante todo el ritual de apareamiento, el macho persigue incansablemente a la hembra que huye de él por lo general. La cópula se efectúa cuando la hembra cesa de huir del macho.

Foto de moscas drosophilas, en momento de cópula. Antes de poner la hembra los huevos, se aparea con el macho y conseguir su fertilización

Las feromonas que produce la hembra sirven para atraer a los distintos machos de Drosophila melanogaster que se encuentran a sus alrededores. La hembra lo único que tiene que hacer es quedarse con el macho que le sea de su agrado.

El macho de la mosca del vinagre, durante el apareamiento, libera un único espermatozoide de tamaño gigante. La célula espermática de la mosca de la fruta es más de 10 veces mayor que el propio insecto; éste mide unos 2 cm de diámetro.

Puesta de la mosca de la fruta

La mosca del vinagre efectúa varias puestas durante cada día de unos 20 huevos, hasta llegar a poner unos cuantos centenares de ellos de talla extremadamente pequeña, apenas superan el medio milímetro de diámetro.

El desarrollo embrionario de Drosophila melanogaster dura 24 horas (a temperatura óptima de 25ºC), lo que significa que al cabo de un día después de que la mosca haya puesto los huevos, las larvas ya eclosionan.

Metamorfosis de la mosca de la fruta

El desarrollo de las larvas de la mosca drosófila pasa por 3 estadios, finalizados cada uno de ellos por una muda.

El ciclo de la mosca de la fruta finaliza al cabo de 2 semanas, aproximadamente.

* Información relacionada: Metamorfosis de una mosca

Dimorfismo sexual en la mosca del vinagre

Es característico de la mosca del vinagre, los peines sexuales que muestran los machos en las patas anteriores y que los diferencian de la hembras, que carecen de ellos.

Sin embargo, Drosophila melanogaster es un insecto con un buen dimorfismo sexual y, por lo tanto, otros rasgos más evidentes y más fáciles de ver permiten diferenciar ambos sexos, como el tamaño del animal, el color del abdomen o su forma corporal.

Más información sobre la mosca de la fruta.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

9 diciembre, 2024

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