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¿Qué es la polinización?
La polinización es el proceso de transferencia del polen desde el aparato masculino al aparato femenino de otras plantas o de la misma planta, para las plantas dioicas o hermafroditas, respectivamente.
Los animales que permiten la polinización son los llamados animales polinizadores y, aunque las abejas son unos insectos polinizadores muy importantes, lo cierto es que las mariposas cumplen también el vital rol para las plantas de agentes polinizadores, junto con otros insectos, como moscas, avispas, escarabajos, así como otros animales, como murciélagos o ciertas aves.
La polinización llevada a cabo por las mariposas y otros animales se conoce bajo el nombre de zoopolinización.
* Ver más sobre: Polinización / Animales polinizadores / Polinización por abejorros / Polinización por colibríes
Las mariposas y las plantas están en simbiosis
Muchas plantas dependen, en parte, de las mariposas – o de otros insectos polinizadores, como las abejas, las moscas o las avispas – para su reproducción. Estos insectos se alimentan del néctar de las
flores, que sorben con la ayuda de su aparato bucal extremadamente modificado, llamado espiritrompa.
Con dicho proceso llevado a cabo por los insectos polinizadores, se produce un intercambio de granos de polen de una flor a otra, que si son de la misma especie y diferente sexo, se producirá fecundación, para dar lugar a la formación de frutos, paso esencial en la reproducción sexual de los vegetales superiores, como las plantas terrestres vasculares.
Las plantas, así como las mariposas, salen beneficiadas mutuamente de dicho proceso, y de ahí de que están en simbiosis, pero ello supone pagar los costes que supone la alimentación de sus larvas. Las larvas de los lepidópteros casi todas son herbívoras y dañan las hojas y otras partes de los vegetales de los que se alimentan.
La polinización se puede entender como una simbiosis en que tanto animal polinizador como planta sacan beneficios de dicha relación, como recurso, en forma de alimento y servicio, como medio para facilitar su reproducción, respectivamente.
Adaptaciones de las mariposas y las plantas a la polinización
Las mariposas tienen algunas adaptaciones para alimentarse que facilitan la polinización. Seguramente, la especialización más importante de estos insectos durante su fase adulta es el aparato bucal, llamado espiritrompa. La espiritrompa les permite a las mariposas libar el dulce néctar de las flores. Con forma de trompa, las piezas bucales de los lepidópteros adultos consiguen llegar hasta donde se encuentra el néctar en una flor. En fase de reposo, la espiritrompa se encuentra enrollada en forma de espiral, lo que le da el nombre a estos insectos de sus piezas bucales tan especiales.
Aunque no son directamente adaptaciones de las mariposas a la polinización, a estos insectos sus alas les permiten volar, para llegar hasta una planta alejada de donde nació, para evitar la consanguinidad, lo que iría en contra de la variabilidad genética. Las extremidades de las mariposas, finas y delicadas, apenas les sirven para sujetarse a la flor de donde van a libar el néctar o del tallo, en el momento de la puesta.
Las flores que quieren atraer a las mariposas diurnas se basan en señales visuales, y presentan las llamadas señales del néctar, como forma de decir a estos insectos polinizadores que estas flores contienen el alimento que los insectos adultos necesitan para su supervivencia. Las mariposas nocturnas se orientan por señales olfativas, lo que es aprovechado por las flores para emitir fragancias potentes y así atraer a este tipo de lepidópteros. A esta y otras características que tienen las flores para atraer a un determinado tipo de polinizador se les llama síndrome floral.
Las flores que son polinizadas por las mariposas también acostumbran a ser su corola de forma tubular, lo que ayuda a las mariposas a poder introducir bien su espiritrompa en su interior para facilitar su alimentación. Y de paso, se consigue lo que quiere la planta, que dicha flor solo sea polinizada por una mariposa. Otros insectos polinizadores, como los escarabajos, son menos efectivos o más destructivos que los artrópodos lepidópteros.
Más información sobre las mariposas.
22 abril, 2020
