Contenidos
- 1 La regulación de la temperatura corporal: la termorregulación
- 1.1 ¿Quién se encarga de controlar al sistema de control de la temperatura del cuerpo?
- 1.2 Los mecanismos de termorregulación
- 1.3 ¿Pór que los animales no se hielan como los alpinistas?
- 1.4 Cómo bajamos la temperatura de nuestro cuerpo con el sudor
- 1.5 Los peligros de realizar un ejercicio físico intenso cuando hace mucho calor
- 1.6 Cuando tiritar es la única solución
La regulación de la temperatura corporal: la termorregulación
Los mamíferos son capaces de mantener constante su temperatura corporal mediante el uso de unos mecanismos propios, es decir, los mecanismos termorreguladores y gracias a la adquisición de una serie de adaptaciones a la temperatura.
El conjunto de mecanismos que regulan la temperatura interna de los mamíferos pertenecen a la termorregulación. La termorregulación, por lo tanto, es el sistema de control de la temperatura de nuestro cuerpo.
¿Quién se encarga de controlar al sistema de control de la temperatura del cuerpo?
Exactamente, es el centro de la termorregulación, es decir, una estructura que tenemos los mamíferos en una parte del cerebro, llamada encéfalo, quien controla la temperatura de nuestro cuerpo. Dicha estructura, recoge la información que le proporcionan los distintos tipos de receptores térmicos cutáneos. La información le llega al centro termorregulador gracias a los nervios y la médula espinal.
El centro termorregulador, podríamos decir que es una especie de termostato que tiene el cuerpo. Cuando el centro termorregulador, percibe una bajada o subida de la temperatura corporal normal de la especie pone en funcionamiento los distintos mecanismos de que disponemos los mamíferos para evitar esta variación de la temperatura, ya sea activar los mecanismos para perder calor o para conservarlo.
Los mecanismos de termorregulación
Foto de tigre siberiano (Panthera tigris ) Para perder calor, el tigre se sumerge en el agua, aprovechando el fenómeno de la convección |
Las estrategias que se encargan de regular la temperatura se basan en:
- Los mecanismos pasivos de regulación (radiación, convección y conducción).
- Cambios en el diámetro de los vasos sanguíneos y estructuras especializadas.
- La sudoración.
- Contracción de los músculos corporales.
* Ver: Mecanismos pasivos de termorregulación
¿Pór que los animales no se hielan como los alpinistas?
Cuando hace mucho frío, es una señal de emergencia para que los vasos de pequeño tamaño se contraigan y disminuya su luz (su diámetro). Si el frío es extremo se produce un fenómeno de vasoconstricción severo y la mayoría de vasos del animal que se encuentran en la periferia del animal se contraen.
Con la vasoconstricción (disminución del calibre de los vasos sanguíneos) la sangre no llega a las partes exteriores del animal de forma intencionada y es distribuida a los órganos vitales. De este modo, los órganos más importantes para la vida del animal, como el corazón, el cerebro o el hígado reciben mayores cantidades de sangre caliente y se evita que éstos pierdan demasiado calor.
Pero esto mismo tiene un inconveniente. Como en estos casos la vasoconstricción es muy intensa, quedan las partes exteriores del animal sin irrigación, y pueden llegar a producirse sabañones, en orejas y nariz y hasta amputaciones de extremidades. Todas estas partes se hielan literalmente al quedarse sin el aporte de sangre que les suministre el calor. Esto es lo que les sucede, en algunas ocasiones, a los escaladores y alpinistas, que pese a estar muy bien preparados físicamente y llevar consigo muchos materiales, les falta un buen pelaje como el que tiene un yack.
* Ver: Circulación sanguínea en la termorregulación
Cómo bajamos la temperatura de nuestro cuerpo con el sudor
No obstante, si la temperatura del medio ambiente sube aún más es necesario que funcione otro mecanismo, la sudoración. Los anteriores mecanismos cuando hace un calor muy exagerado dejan de ser efectivos porque es muy complicada la transferencia del calor corporal del animal. Para que se produzcan los fenómenos de conducción o los de convección debe haber una diferencia importante de temperatura entre el cuerpo del animal y el medio, el cuerpo del mamífero debe estar más caliente que el aire o el agua, el medio del animal.
Los mamíferos no solamente sudamos cuando hace mucho calor. Como bien sabemos cuando realizamos un ejercicio físico intenso, como correr o saltar, nuestra temperatura interna se eleva, sentimos mucho calor, y se activan los mecanismos de sudoración para acelerar la pérdida de calor y sentirnos más frescos. Si solamente actuasen los mecanismos pasivos de termorregulación, es decir, la radiación, la conducción o la convección, la pérdida de calor sería un proceso muy lento e inefectivo porque no conseguiríamos con ellos deshacernos de la calor generada durante el ejercicio físico intenso.
La pérdida de calor, con la sudoración, se produce por la evaporación del sudor que secreta las glándulas sudoríparas.
* Ver: ¿Qué animales sudan?
Los peligros de realizar un ejercicio físico intenso cuando hace mucho calor
Todos estos mecanismos que hemos estando intentando explicar no siempre son efectivos cuando la temperatura tanto interna como externa es muy alta, es decir, cuando los mamíferos realizan un gran esfuerzo físico cuando hace mucho calor.
Ello explica que en los momentos del día en los que el calor es espantoso, la realización de un ejercicio muy intensos es una práctica muy peligrosa.
Cuando tiritar es la única solución
Los mamíferos disponen de un metabolismo alto que les genera calor, de un buen pelaje y de grasa corporal que aguanta el calor generado, de un aparato respiratorio complejo que permite un metabolismo tan alto. Sin embargo, en algún momento concreto del día, puede suceder que, a pesar de todos los mecanismos que tiene para mantener constante su temperatura corporal, como buen homeotermo que es, se encuentre en un estado de hipotermia, es decir, baje su temperatura corporal.
Es entonces, cuando se ponen en funcionamiento los músculos del cuerpo que se contraen y se relajan alternativamente, lo que se conoce como tiritar. Tiritamos los mamíferos, con el objetivo de producir calor, gracias al ejercicio físico que representa tiritar. Es decir, gastamos una parte de la energía corporal con la producción de calor generado por la actividad muscular. De aquí se entiende que este mecanismo de termorregulación tiene el inconveniente de que supone un coste energético importante.
* Información relacionada: Ventajas de ser animales de sangre caliente
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20 agosto, 2024