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Cómo evitan el frío los mamíferos
¿Qué mecanismos tienen los mamíferos para conservar el calor corporal?
Cuando la temperatura del cuerpo del animal experimenta un descenso, gracias al centro termorregulador, entran en funcionamiento los mecanismos que minimizan las pérdidas de calor corporal, para devolver la temperatura corporal a los valores anteriores.
Con los mecanismos de conservación del calor interno del cuerpo conseguirá el animal mantener constante su temperatura.La temperatura corporal del animal desciende como consecuencia de una baja de la temperatura del medio ambiente. Para evitar perder calor en lo posible, los mamíferos minimizan los fenómenos de transporte de calor (convección y conducción), los vasos pequeños de las extremidades y cola se contraen. Si la temperatura de su cuerpo se sitúa a valores más bajos el animal empieza a tiritar.
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Minimización de la conducción y la convección
El calor se transmite del cuerpo del animal al medio ambiente mediante la conducción y la convección, fenómenos de transporte del calor específicos.
La convección es la transmisión de calor entre un cuerpo (sólido) más caliente y un cuerpo fluido. En nuestro caso, el cuerpo fluido que recoge el calor del mamífero, puede ser un liquido, es decir el agua del mar si es un mamífero marino o el agua de un río o laguna si hablamos de otro mamífero. También puede absorber el calor del animal un cuerpo gaseoso, que no es más que el aire que rodea a un mamífero terrestre, arborícola o volador. Por lo tanto, el aire, como el agua, son los responsables de la pérdida de calor de los mamíferos.
La conducción es la transmisión de calor entre dos cuerpos cuando entran en contacto. Los dos cuerpos deben estar a distinta temperatura para que se produzca un fenómeno de conducción. Se produce la conducción, por ejemplo, cuando un animal se estira, en el momento del reposo, sobre una superficie que está muy fría.
Los fenómenos de transporte de calor son perjudiciales para el animal, cuando sufre una bajada de su temperatura corporal, porque suponen la pérdida de calor de su cuerpo. Cuando llega el frío, los mamíferos minimizan las pérdidas de calor de su cuerpo, reduciendo los fenómenos de transporte de calor, como la conducción o la convección. Esto mismo lo podemos ver observando como se comporta el perro según el tiempo que hace.
Nuestro perro en verano, se tumba estirándose al máximo para refrescar su cuerpo, sin embargo, en invierno se acurruca formando un ovillo. No le interesa para nada exponer su superficie corporal, su barriga, al frío suelo.
Contracción de los vasos sanguíneos de las extremidades
Cuando el cuerpo del mamífero empieza a enfriarse, se produce el fenómeno contrario al que sucede cuando hace mucho calor. Los vasos de pequeño tamaño repartidos por cabeza, cola o extremidades, se constriñen (vasoconstricción periférica) y disminuye el grosor de los vasos sanguíneos.
Con la disminución del calibre de los vasos sanguíneos, circula menos sangre, por lo que hay un menor paso de energía térmica transportada por la sangre por las zonas donde pasan estos vasos.
Interesa que, cuando hace frío, circule poca sangre por las zonas próximas al exterior del cuerpo del animal, como extremidades o cola, porque corresponden a las partes del animal que es más fácil que pierdan el calor almacenado en su cuerpo.
Sudoración
No obstante, si la temperatura del medio ambiente sube aún más es necesario que funcione otro mecanismo, la sudación. Los anteriores mecanismos cuando hace un calor muy exagerado dejan de ser efectivos porque es muy complicada la transferencia del calor corporal del animal.
Para que se produzcan los fenómenos de conducción o los de convección debe haber una diferencia importante de temperatura entre el cuerpo del animal y el medio, el cuerpo del mamífero debe estar más caliente que el aire o el agua, el medio del animal.
Los mamíferos no solamente sudamos cuando hace mucho calor. Como bien sabemos cuando realizamos un ejercicio físico intenso, como correr o saltar, nuestra temperatura interna se eleva, sentimos mucho calor, y se activan los mecanismos de sudación para acelerar la pérdida de calor y sentirnos más frescos.
Si solamente actuasen los mecanismos pasivos de termorregulación, es decir, la radiación, la conducción o la convección, la pérdida de calor sería un proceso muy lento e inefectivo porque no conseguiríamos con ellos deshacernos de la calor generada durante el ejercicio físico intenso. La pérdida de calor, con la sudoración, se produce por la evaporación del sudor que secreta las glándulas sudoríparas.
Más información sobre la temperatura en los mamíferos.
22 abril, 2019