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Técnicas de caza del león
El león caza con el acecho
Los leones, como el resto de felinos, no pueden mantener la velocidad en la persecución porque se cansan pronto. Estos mamíferos carnívoros están preparados para actuar al acecho, permaneciendo inmóvil escondidos hasta que la presa se coloca a la distancia óptima para ser cazada. Entonces, estos poderosos y eficaces depredadores atacan súbitamente en una carrera fulminante que consigue atrapar a sus presas en ciertas ocasiones.
Aunque estos felinos no son excesivamente rápidos, el éxito de sus cacerías se basa en que lanzan todo el peso de su cuerpo con la máxima aceleración desde la primera zancada. Por ello, animales más rápidos que estos grandes felinos apenas tienen tiempo de reaccionar cuando están a su alcance. Justamente, lo difícil es que los ungulados salvajes se pongan al alcance de estos animales. Para que las presas del león se pongan a su alcance es preciso obligarles y es lo que hacen estos letales cazadores.
El león caza en grupo
A lo largo de su evolución, estos animales han desarrollado al máxima la técnica de caza que les ha permitido sobrevivir en los amplios espacios desprovistos de lugares donde ocultarse de sus presas.
Esta técnica de los leones es la caza social, la perfecta coordinación en el rececho, el acoso y el ataque conjunto a un grupo de presas. Esta adaptación a la caza ha originado la compleja socialización de la especie y el reparto del trabajo.
El león vigila la dirección del viento para cazar
En las complicadas maniobras de cerco a sus presas, los leones tienen muy en cuenta la dirección del viento. Unos cuantos leones, los leones ojeadores, se colocan viento arriba, con la brisa en la cola para que las presas los detecten y salgan a la fuga, mientras que unos cuantos individuos más, los leones matadores se sitúan viento abajo de las presas para no ser descubiertos.
Incluso cuando atacan en grupo en las praderas abiertas, estos grandes felinos sólo tienen éxito en uno de cada seis ataques. En las llanuras, normalmente cazan en la oscuridad de la noche, ya que, en plena luz del día, sus movimientos son seguidos siempre por los rebaños de herbívoros. Las posibles presas se avisan unas a las otras de la presencia de leones con sus simples actitudes.
En los terrenos cubiertos, donde hay hierbas muy altas, estos felinos cazan en pleno día.
Cómo mata el león
Cuando provocan la estampida en un rebaño, la leona matadora se dirige en una carrera formidable hacia una determinada presa normalmente separada del grupo. Aprovechando la inercia del choque, la derriba de un zarpazo allí donde puede.
Inmediatamente, la leona abraza el cuerpo de la presa y, con las fauces muy abiertas, busca la garganta para darle un mordisco amplio y profundo. Mantiene la presión del mordisco hasta que la presa muere por estrangulación, normalmente al cabo de 5 ó 10 minutos.
Aprendiendo a cazar
Cualquier animal cazador debe aprender necesariamente a ejercer su duro oficio para sobrevivir en la naturaleza. Desde su nacimiento, el carnívoro tiene inclinaciones hacia la caza, equipado con un perfecto repertorio genético que le da las tendencias a reptar y agazaparse, a saltar sobre cualquier objeto que ofrece el aspecto de una presa o a coger todo lo que se mueve con las garras bien distendidas.
A partir de los tres meses de vida, los cachorros empiezan a acompañar a las leonas en sus cacerías. Cuando estas inician la caza, los pequeños permanecen agazapados entre el pasto para observar la cacería a distancia y no molestar a los mayores. Posteriormente, participan en el festín.
Cuando los jóvenes leones llegan al año de vida, empiezan a tomar parte activa en las cacerías.
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2 noviembre, 2022
