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Plagas de insectos forestales
¿Qué es una plaga forestal?
Una plaga forestal surge cuando se rompe el equilibrio en el ecosistema de una población de insectos u otros animales o de plantas y produce daños en los bosques.
Sin embargo, cabe decir que no todas las plagas de insectos de los bosques tienen importancia económica, porque no todas causan daños a intereses humanos.
¿Cuáles son las principales plagas forestales de insectos?
Los artrópodos son el grupo de invertebrados más importante a nivel económico como plagas forestales debido a su gran abundancia, lo que les hace tener un gran interés a nivel humano por los daños que causan sobre las plantas y, para el caso que nos concierne, sobre los árboles en particular. Los invertebrados artrópodos, como por ejemplo, los insectos, han tenido desde siempre gran importancia a nivel fitosanitario o de salud de las plantas por ser en ocasiones plagas muy devastadoras, como las famosas plagas bíblicas de langostas.
Los insectos son las principales plagas de las plantas, produciendo las principales plagas forestales y también agrícolas, aunque otros grupos de invertebrados artrópodos también son importantes, como los ácaros, los crustáceos y los miriápodos (milpiés).
Dentro de los insectos, los escarabajos o coleópteros y los lepidópteros (polillas) son los dos grupos de insectos más importantes como plaga.
Tipos de plagas de insectos de los bosques
En función de la parte de la planta que atacan, las plagas de los árboles se clasifican en:
- Defoliadores: Los insectos defoliadores se alimentan de las hojas de los árboles, lo les que reduce la capacidad de hacer la fotosíntesis, llegando a causar la muerte del árbol si se encuentra muy infestado por esta plaga o bien causándole una perdida de fuerza si la infestación es menos intensa.
Uno de los insectos defoliadores más conocidos es la procesionaria del pino, de nombre científico Thaumetopoea pityocampa, un insecto lepidóptero defoliador, cuya larva u oruga de esta polilla ataca a los pinos, causando en ocasiones verdaderos estragos. La principal plaga de las encinas en España es la lagarta verde o piral del roble y de la encina (Tortrix viridana), debido al daño que causa en la producción de bellota. El escarabajo del olmo o galeruca del olmo (Xanthogaleruca luteola) ataca los olmos de distintas especies.
- Barrenadores: Estos insectos comen la madera viva, excavando para ello galerías en el tronco del árbol. Estas plagas no suelen causar mucho daño sobre la planta si el ataque es superficial porque la corteza es tejido muerto.
No se puede decir lo mismo si ya han consumido mucha madera y empiezan a atacar la parte viva. Las consecuencias de la actividad de los insectos barrenadores son la transmisión de microorganismos patógenos causantes de enfermedades, la pérdida de vigor de la planta porque provocan la caída de hojas e incluso el derribo del árbol. Los barrenadores por excelencia son los escarabajos.
- Descortezadores: Estas plagas de insectos se alimentan del cámbium del árbol, es decir, del tejido a partir del que crecen los árboles. La consecuencia de la actividad de estos insectos perjudiciales es el desprendimiento de la corteza del árbol, lo que causa la desecación y la exposición a microorganismos patógenos y, por ello, dejan al árbol más vulnerable a las enfermedades.
Los pinos y otras coníferas son muy vulnerables a los insectos descortezadores. El gorgojo del pino o gorgojo descortezador del pino, de nombre científico (Dendroctonus frontalis), es una de las plagas más destructivas.
Insectos de la madera
La madera es muy difícil de descomponer, por su composición, a base de sustancias muy estables y difíciles de digerir por los animales, como la celulosa, la hemicelulosa y la lignina. De hecho, sólo las bacterias, los hongos y algunos protozoos son capaces de realizar dicha descomposición, porque poseen enzimas, que son unas proteínas capaces de degradar la fibra vegetal, llamadas celulasas, hemicelulasas y amilasas.
Ciertos insectos, como las termitas, pueden digerir la madera porque, en su tracto digestivo, hay bacterias y protozoos capaces de degradar la fibra vegetal que constituye la madera de los bosques. Este tipo de insectos que se alimenta de madera son conocidos como insectos xilófagos.
Si los insectos xilófagos comen madera muerta, se consideran beneficiosos para el bosque, porque permiten la reincorporación de la materia orgánica en el suelo con su acción descomponedora. En cambio, si se alimentan de madera viva, su acción es perjudicial para el bosque, porque dañan la planta.
Cómo se controlan las plagas forestales
El control de las plagas forestales se trabaja en lo que se conoce como sanidad forestal, factor clave para la obtención de madera de calidad a un volumen maderable adecuado.
Para proteger los bosques, se pueden usar plaguicidas biológicos, como una bacteria conocida como Bacillus thurigiensis, o bien, reguladores del crecimiento de insectos para controlar específicamente las polillas y mariposas perjudiciales. Estos productos tienen la ventaja que producen un escaso impacto sobre el resto de insectos, muchos de los cuales son beneficiosos en un ecosistema forestal sano y otros son indiferentes o, lo que es lo mismo, su actividad no produce efecto beneficioso ni perjudicial.
La aplicación del tratamiento contra las plagas forestales se realiza a baja dosis, lo que representa un ahorro considerable tanto en la aplicación del bioplaguicida como en los propios costos de aplicación.
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1 diciembre, 2021