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¿Que formas de comunicación tiene el gato?
Los gatos no pueden hablarnos con nuestro vocabulario, sin embargo, esto no quiere decir que no se comuniquen con nosotros. Para comunicarse, los gatos emplean un gran abanico de posturas y sonidos que nosotros debemos interpretar.
El cuerpo le sirve a nuestro gato para expresarse y hacerse entender. En algunos casos, los gestos pueden ir acompañados de ronroneos o maullidos, lo que todavía remarcará más su significado.
La cara de los gatos es muy expresiva y su cola es muy elocuente. El uso de todas las partes del cuerpo constituye un mensaje muy fácil de descifrar si ponemos un poco de atención por nuestra parte.
El gato dispone de un amplio abanico de medios de comunicación y los maneja con gran destreza.
La comunicación en el gato interviene a lo largo de toda su vida, tanto sea como alarma, reconocimiento o invitación sexual.
El gato, lejos de ser un animal solitario, como durante mucho tiempo se había creído, tiene la necesidad de comunicarse con sus congéneres y utiliza para ello muchas formas de comunicación.
Las bases de la comunicación entre gatos se ponen en marcha desde el nacimiento. Posteriormente, se perfeccionan en el curso de la socialización intraepecífica. Entonces, aprende los códigos de su especie.
Durante el desarrollo de su comportamiento, el gato aprende sin saberlo los diferentes comportamientos de comunicación que empleará más tarde: mímicas posturales, vocalizaciones, etc.
Con el contacto de su madre y de sus hermanos, el gato adquiere las bases del lenguaje felino, que le permitirán más tarde interactuar con los individuos de su propia especie.
Para que esta etapa se desarrolle lo mejor posible es importante dejar al gato con su madre hasta las 8 semanas de vida para llevar a cabo su socialización intraespecífica.
Una vez se han asentado las bases, el gato está preparado para comunicarse con sus congéneres.
Esta comunicación toma diversas formas: visual, olfativa, auditiva, táctil…
Estos mecanismos de comunicación tratan, por un lado, de llamar la atención de sus congéneres y, por otro, interpretar la información recibida.
Lenguaje corporal del gato
Foto de gato con la cola levantada, en señal de buen humor |
Cuando el gato está alegre, lo podemos ver de pie, con el lomo arqueado y la cola levantada. Es una postura muy fácil de distinguir, ya que si también nos fijamos en la expresión de la cara, nos daremos cuenta de que los párpados están entrecerrados. Además, puede que la postura vaya acompañada de algunos maullidos cariñosos y roncos.
Otra postura relacionada con el buen humor es cuando el gato se encuentra tendido o sentado de costado. Esto significa que el animal está completamente relajado y el gesto puede ir acompañado de otras señales como el ronroneo o los ojos entrecerrados.
Un gato sumiso está tendido sobre el lomo con la boca abierta y las orejas agachadas. Si nos fijamos en su cara, veremos que las vibrisas (los bigotes) están pegadas a la cara. La cola estará en movimiento y la golpeará con el suelo.
Un felino enfadado o a la defensiva muestra una gran espectacularidad en cuanto a posturas corporales.
Si un gato está asustado se agachará, pondrá las orejas bajas y las patas se encontrarán en total tensión, sobre todo las patas traseras que también las doblará. A este gato se le erizará el pelo. Si nos fijamos en la expresividad facial, veremos que sus pupilas están dilatadas y los bigotes muestran un movimiento nervioso.
Un gato irritado o molesto replegará las orejas hacia atrás y puede que llegue hasta mostrar las uñas. La cola se moverá nerviosa. El gato lanza bufidos o siseos. Como con el susto, con un estado de irritación, tiene las pupilas dilatadas y el pelo erizado.
Un gato agresivo es tremendamente espectacular. Cuando está agresivo, el gato se pone agazapado, con el lomo muy arqueado y las orejas tiesas. Además, podemos observar como muestra los dientes, tiene las pupilas dilatadas y las patas delanteras dobladas. Un gato agresivo lanzará bufidos y siseos. Un felino agresivo puede que hasta escupe.
La micción emocional es otro lenguaje del gato.
Comunicación con la cara
La mayor expresividad de la cara la encontramos en orejas y ojos:
Si las orejas están inclinadas hacia adelante, estamos frente a un gato relajado y tranquilo, mientras que, si están inclinadas hacia atrás, nos encontramos con un gato a punto de atacar.
Si las orejas están plegadas hacia atrás, a lado y lado de la cabeza, el gato siente miedo o está irritado. Si además de esto, el animal inclina la cabeza, deberemos tener en cuenta que el animal se dispone a atacar inminentemente.
Cuando los ojos están entrecerrados, deberemos saber que el animal está relajado y contento, sobre todo cuando inclina la cabeza hacia adelante.
En cambio, en esta misma posición pero con los ojos abiertos, el gato nos indica que se encuentra en un estado de alerta.
Para notar la diferencia entre el estado de alerta y el estado de paz, nos fijaremos en otras señales corporales. En este sentido, los párpados también nos proporcionan mucha información. Si el gato repliega los párpados completamente, hay que saber que el animal está muy atento a alguna situación concreta.
Comunicación con la boca
Los bigotes no nos dan mucha información a la hora de la comunicación gato-dueño. Lo que si que hacen es complementar los mensajes enviados por la cara, el cuerpo y la cola.
Lo mismo sucede con la boca. En el caso del gato, la observación de la boca únicamente servirá como refuerzo de las otras señales corporales. Si vemos que nuestro gato abre la boca y enseña los dientes indica que está irritado. En cambio, si vemos un bostezo, sabremos que nos encontramos frente a un animal relajado y contento.
Comunicación corporal del gato con nuevos animales
Cuando introducimos otro animal en casa, es muy importante observar y estar atento con la comunicación corporal que nos transmitirá nuestro gato. Esto nos ayudará a evitar posibles enfrentamientos y posibilitará que la introducción de un nuevo miembro en la familia sea lo más tranquila posible.
Cuando introducimos un nuevo animal, nuestro gato se presenta con la cabeza alta, mientras que el recién llegado asume una posición de sumisión. Agachará la cola si el otro se la huele. Si hay un posible inicio de pelea, lo más habitual es que el nuevo se vaya rápidamente. Por eso, siempre debemos proporcionarle una vía de escape.
En las presentaciones entre gatos, deberemos ser muy observadores, sobre todo con la posición de las patas.
Si el recién llegado dobla las patas traseras, significa que quiere irse cuanto antes.
Si dobla las cuatro patas, quiere decir que tiene miedo y, si únicamente dobla las patas delanteras, es que se dispone a atacar. En este último caso, deberemos intervenir lo más rápidamente posible para evitar un enfrentamiento entre los gatos.
Si, por el contrario, observamos que los dos gatos ladean la cabeza cuando se acercan, hemos de saber que se están haciendo buenos amigos y que la introducción del nuevo ejemplar va por buen camino.
Comunicación con feromonas
La comunicación olfativa es muy interesante en el gato.
Es la forma de intervenir en las relaciones establecidas a distancia y en la más cercana también.
Esta comunicación consiste en unos mediadores hormonales muy particulares conocidos como feromonas.
Las feromonas intervienen en el marcaje urinario, facial, en el de los arañazos y también en las muestras de estrés.
La comunicación con feromonas está presente en los marcajes territoriales y en el reconocimiento entre individuos con otras especies.
Se define en el gato el complejo facial como el conjunto formado por las glándulas sebáceas que se extienden desde el mentón hasta el ángulo externo del ojo.
También encontramos glándulas sebáceas liberadoras de feromonas en los espacios interdigitales, en los sacos anales y en las mucosas genitales.
Las feromonas felinas se han estudiado muy profundamente y con ello se ha podido comprender su funcionamiento de forma sintética.
* Información relacionada: Feromonas en animales
Comunicación sonora entre gatos
El gato también se comunica a través de vocalizaciones diversas.
Puede emitir sonidos dentro de una situación positiva, cuando llaman a sus congéneres, para pedir contacto o en un contexto negativo en señal de alarma.
Además de vocalizaciones y grito, el gato puede comunicarse por soplidos, gruñidos, ronroneos, bufidos y siseos.
Algunas razas de gatos son reconocidas por ser muy dadas a las vocalizaciones, como el siamés.
Las vocalizaciones permiten al gato transmitir información a distancia.
* Información relacionada: Comunicación sonora
Otros elementos de comunicación
El gato completa su información con la ayuda de arañazos y el marcaje urinario.
La comunicación táctil se suma a todas las formas anteriores, especialmente interviniendo en los comportamientos de acicalamiento y cuando el gato se relaciona con otro individuo frotándose con ellos.
Se describen 5 regiones faciales: nariz, frente, ojos, mejilla flancos, vientre y zona perianal.
Su estimulación se ejecuta por los lamidos o los frotamientos.
Por lo general, la comunicación se lleva a cabo a través de3 una mezcla de las diferentes formas de comunicación que tiene el gato.
Los gatos emplean todos los medios que tienen a su disposición para comunicarse entre ellos y con su medio exterior.
Más información sobre el gato.
22 abril, 2019