Estudio de egagrópilas

Análisis de egagrópilas de aves

¿Qué son las egagrópilas?

Las aves carnívoras expulsan por el pico los restos indigeribles de sus presas en forma de pelotas llamadas egagrópilas.

¿Para qué se estudian las egagrópilas?

La forma de las egagrópilas depende de la especie de ave, de modo que podemos encontrar egagrópilas completamente esféricas, alargadas o bien puntiagudas. Las egagrópilas de lechuza son ovaladas, con los dos extremos redondeados y presentan una coloración grisácea cuando están secas. El color de las egagrópilas también depende de la especie de ave, así como el tamaño.

Por ello, analizando las características físicas de las egagrópilas o el lugar donde han sido encontradas se puede determinar a que especie de ave pertenecen y, con ello, se puede saber que determinada especie de ave frecuenta la zona donde han sido encontradas esas egagrópilas y las costumbres alimenticias de las aves.

La exactitud con la que se determina la dieta del ave a través del análisis de las egagrópilas es cercana al 100%.

A través del estudio de las egagrópilas se ha comprobado que las rapaces nocturnas, como búhos y lechuzas, se alimentan casi exclusivamente de pequeños roedores, como ratones; lo que les ha permitido a estas aves ganarse el reconocimiento del hombre por su labor beneficiosa como controladores de las poblaciones de ratones.

De hecho, las egagrópilas de las rapaces nocturnas son las que se pueden estudiar con mayor exactitud, debido a que estas aves tragan sus presas enteras, con lo que sus egagrópilas conservan prácticamente íntegros los restos de sus presas.

En cambio, las rapaces diurnas tienen la costumbre de trocear a sus presas antes de tragárselas, por lo que los huesos contenidos en sus egagrópilas están medio disueltos. Algunas especies, como el cernícalo y el mochuelo, expulsan egagrópilas muy parecidas, por lo que pueden ser confundidas incluso por los mismos especialistas.

* Ver más sobre: Egagrópilas de las aves

Búsqueda de egagrópilas

Si tenemos la curiosidad de buscar egagrópilas, es recomendable empezar por el desván de nuestra casa de campo, en iglesias o en edificios abandonados, porque son lugares que aprovechan las lechuzas para arrojarlas. Las egagrópilas de lechuza son unas de las más fáciles de identificar. Apuntaremos con la mayor exactitud posible la hora de la recogida, la fecha, el lugar y la cantidad de egagrópilas recogidad. Deben guardarse adecuadamente, evitando que se deterioren, usando para ello insecticidas como la naftalina o alcanfor.

Las egagrópilas de lechuza son ovaladas, con los dos extremos redondeados y presentan una coloración grisácea cuando están secas. En su interior, podremos ver huesos y pelos de ratones, así como cráneos bien conservados de estos animales.

En posteriores salidas, podemos continuar nuestra búsqueda de egagrópilas por campos y bosques próximos a nuestra casa del pueblo, procurando inspeccionar detenidamente las proximidades de los grandes árboles, postes telefónicos, en cuya base se suelen encontrar estas pelotas de restos no digeridos por las aves. De este modo, podremos encontrar egagrópilas de otras aves rapaces.

* Ver más sobre: Determinación de la dieta de los animales

Más información sobre las aves.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

26 mayo, 2021

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